Por Trivia Demir

El efecto sorpresa que activó la fórmula kirchnerista desmadró gran parte del amesetamiento político, sobre todo de provincias como Chubut donde el oficialismo sacó menos votos que toda la suma del peronismo que lidera precisamente un peronista kirchnerista, y cuyo envión nacional ahora podría significar una modificación de las generales que se definirán en apenas diez días.
Ayer mismo, ni lerdo ni perezoso Carlos Linares fue a Santa Cruz hasta donde viajó el flamante candidato presidencial por Unidad Ciudadana, Alberto Fernández para encabezar un acto y una jornada de Formación Política junto a la gobernadora Alicia Kirchner y el vicegobernador Pablo González, que fue quien lo recibió por parte del Gobierno de la provincia.
Linares utilizó las redes para mostrar su cercanía y aprovechó la foto para reforzar su posición en territorio, consiente de la estampida que comenzó a generar el nuevo armado que apunta a confirmar algo que el comodorense venía recitando como credo: “El peronismo está unido. Estamos todos bajo un proyecto político. Ya dejamos en claro que lo nuestro no es una unidad forzada. Estamos concebidos bajo una idea y, sin duda, el fortalecimiento del peronismo en la provincia, como también a nivel nacional, está garantizado”. “El peronismo unido le gana a cualquiera. Pero con Cristina adentro”. Lo dijo ni bien ganó la interna, y lo remarcó insistentemente días subsiguientes. Y efectivamente los hechos le van dando la razón.

Comienza la ´fidelización´

Lo que se viene ahora es una bien agresiva campaña de fidelización de referentes, candidatos y gobernadores peronistas, incluso de quienes hasta ahora se vieron más contenidos en espacios lejanos al ultrakirchnerismo que representa Cristina. De hecho, ni bien se conoció su candidatura, Alberto Fernández cosechó -dicen- lo que sembró en los últimos meses: un grupo de gobernadores elogió en público su irrupción en el olimpo de los presidenciables. El candidato habló con más de una decena de mandatarios y 9 de ellos salieron a elogiar su postulación y el corrimiento de Cristina Kirchner. Entre las manifestaciones públicas de apoyo hay seis que fueron hechas por jefes provinciales que animaron la cita más potente de Alternativa Federal (AF), en diciembre pasado.
Los llamados a los gobernadores, de Fernández apuntaron a ensanchar el universo del PJ, arrimar actores que estaban distantes y recelosos, y expandirse a territorios que se movían con lógica propia. «Hay que hablar con todo el peronismo», repite.
El sábado agotó el teléfono con charlas y mensajes. Horas antes, junto a Santiago Cafiero, su mano derecha, planificó un operativo para hablar con todos los jefes provinciales y algunos jerarcas sindicales, como Héctor Daer y Hugo Moyano. No se comunicó con dos: el cordobés Juan Schiaretti y el salteño Juan Manuel Urtubey. Otro que no está en su agenda es Luis Barrionuevo.

El nuevo mapa

El bloque ligado al PJ Federal que saludo a Alberto F incluyó a Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Juan Manzur (Tucumán) Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Casas (La Rioja).
Uñac y Lucía Corpacci, que nunca se sentaron en la mesa de Alberto Fernández, completaron el pelotón que habló de la bajada -a vice- de Cristina Kirchner. El domingo, desde La Pampa, se sumó Carlos Verna: dijo que la ex presidenta «busca cerrar la grieta porque Alberto Fernández es mucho más propenso al diálogo que la propia Cristina».
Fernández fue cirujano en esos acuerdos: maniobró para pactar con Bordet en Entre Ríos, fue clave para «neutralizar» a José Alperovich en Tucumán contra Juan Manzur, tejió para la unidad entre Rosana Bertone y La Cámpora en Tierra del Fuego.
Peppo, que pulsea con Jorge Capitanich en Chaco, apuesta a que medie en su favor. Casas, que no logró otra reelección y desespera por definir un sucesor.
El efecto hipotético es doble: Fernández sumó músculo político al dispositivo del PJ que, a priori, le restó a Alternativa Federal. De los diez gobernadores de ese club, solo dos fueron críticos: Schiaretti y Urtubey.
Otros dos, Mariano Arcioni (Chubut) y Hugo Passalacqua (Misiones), quedaron en zona neutral. Arcioni en algún momento afirman que tuvo diálogo, aunque sea indirecto. Su candidato a vice, Ricardo Sastre es el interlocutor dilecto y amigo de Alberto F. De hecho, Arcioni ya viene sabiendo que si gana, el 10 de junio será el día D y todo el peronismo comenzará a trabajar para el post arcionismo y dasnevismo, por lo cual, no hay demasiado margen para dilatar alianzas.
Hay gobernadores en otra sintonía. Uñac militó a Lavagna pero no se sumó a AF. Corpacci pide unidad y estuvo con Cristina en el PJ. Al margen, Alicia K que ayer lo recibió y se congratuló con su postulación, pero manteniendo los elogios a las definiciones de Cristina. Igual, Gildo Insfrán y Alberto Rodríguez Saá, más cercanos al PJ de Cristina.

La jugada política fue ampliamente analizada se la mire por donde se la mire. El analista Zuleta Puceiro afirmó que “es un desafío para el propio espacio político de Cristina Fernández, esta nueva propuesta, esta versatilidad que propone como figuras de gobierno distinto”. Además, expresó que “Alberto se fue del gobierno, y eso complica un gran desafío para Cristina Fernández, le apoyan ocho de los once gobernadores que hoy ya ganaron”. “Hay factores de provocación de los mejores reflejos, Cambiemos va a tener que construir hacia adelante, pelear por el centro de atención de la política” señaló.
Asimismo, Zuleta Puceiro afirmó que “el peronismo que busca la concertación es que el que prima ahora”. Si se incomodó al oficialismo con la candidatura Fernández- Fernández, mantuvo que “sí, al oficialismo le complica muchísimo, a la mesa chica de los que construyen, sin esta fórmula Cristina ya le sacaba varios putos a Macri”.

Que no se ‘empioje’ internamente

Si algo puede conspirar con esta postulación es la propia interna peronista, dicen los entendidos. Por eso el analista afirmó “no sé hasta dónde Alternativa Federal va a poder usar como quiere las PASO”. “Hay que ver qué prima si la demanda del peronismo, de unidad que ahora prima, o los aires de Madona y de protagonismo de algunos” sostuvo. Respecto de las perspectivas locales para el PJ, Zuleta Puceiro mencionó que “va a ser una elección que saque la fuerza de ECO de Valdés, pero se anuncia un nuevo tipo de política más viva que piensa en la gestión”.
Sobre la figura de Alberto F, describió que “Alberto Fernández representó el momento del kirchnerismo donde había superávit, crecimiento, con figuras en el gobierno, era una política que estaba transformando a toda la dirigencia política, respetando la necesidad de consenso. Cristina ha leído que la crisis podía ser en contra y exigirle a su fuerza política de respetar la lógica del 2003”.

El ´laboratorio´ a full

Zuleta Puceiro señaló que “vamos a ver qué hace Alternativa Federal, que pretende llevar a la gente que sustancie las diferencias del Peronismo”. “Duran Barba es muy inteligente, cuando analiza a la sociedad argentina, pero le erra cuando hace lecturas electorales, son pésimas, es una mala forma de leer la política” dijo.
Acerca de si es clave Sergio Massa en el armado opositor, remarcó que “sí, es importantísimo, tiene votos propios en el peronismo, fuera no, puede mejorar su performance con ello, para mejorar los número en el Congreso. Es muy difícil que prospere su candidatura pero es un aliado que suma realmente, es una figura importante, hay que seguirlo de cerca, es interesante, está en la mitad de su carrera política y hace todo lo que hay que hacer para competir”. Y mencionó que “es una política de la desconfianza, de la sociedad de la desconfianza, con lealtades muy débiles y ahí se mueve muy bien Massa”.
“Cristina eligió a alguien que no tiene contraindicaciones, muy cómodo, no amenaza ninguna hegemonía, depende de su capacidad y talento para gobernar, es el presidente ideal, alguien que puede aportar y construye” concluyo el experto. Una síntesis del nuevo tablero sobre el que comenzó a jugarse el partido a octubre. Habrá que ver…

Fuentes: NA, LPO, LV, TS, propias