MALDITA TECNOLOGÍA

Y todo para ver la maratón de Friends

El mundo del entretenimiento digital ha ido evolucionando de manera exponencial en los últimos años. Al grado que hoy se puede disfrutar de colores nítidos y vibrantes desde la comodidad de nuestro sofá gracias a tecnologías como los paneles OLED, QLED o curvos que ayudan a tener una experiencia más inmersiva y sentirse parte de la acción cuando vemos una película, serie o un partido de nuestro deporte favorito.
Y es que, al ver este tipo de contenidos en alta resolución, pareciera que los estamos viviendo de primera mano, al grado de preguntarnos: ¿acaso los televisores hacen que nuestros ojos perciban una mejor calidad en la imagen?
Para entender por qué lucen tan bien los contenidos en este tipo de televisores, debe de entender cómo es que funcionan sus paneles.
La palabra OLED significa Organic Light-Emitting Diode, de manera que estos paneles se conforman de diodos que están compuestos de pequeños polímeros que al recibir cierta estimulación eléctrica emiten luz por sí mismos. Una de las maravillas de esta tecnología es que cuando se muestra una imagen en negro, los pixeles se apagan de manera individual, lo cual se traduce en negros realmente profundos y con ello las imágenes se muestran con un contraste casi infinito y ello conlleva a mayor variedad en la gama de colores.
El brillo también es un factor importante que se deberá considerar, porque influye directamente en nuestra percepción sobre los colores. Este tipo de paneles, generalmente pueden brindar hasta 1,000 nits de brillo, que se encargan de hacer vibrar los tonos. El fabricante que desarrolló esta tecnología fue LG, sus televisores cuentan con diferentes opciones de tamaño y diseño según se requiera.
Ahora bien, ¿qué pasa con los QLED? Bueno, el diferenciador es el uso de los llamados Quantum Dots, que son pequeñas partículas esféricas que emiten colores individuales al recibir una estimulación eléctrica dependiendo de su tamaño (midiendo desde 2 hasta 10 nanómetros). Samsung es quien desarrolló esta tecnología y señalan que pueden obtener hasta un billón de colores distintos para generar imágenes nítidas. Además, el brillo de estos puede llegar hasta los 2,000 nits, lo cual permite obtener (según el fabricante) el 100% del volumen de color.

Las pantallas curvas

En el mercado se pueden encontrar pantallas curvas con tecnología OLED, QLED, 4K o Ultra HD; pero fuera de la tecnología que se emplea en su panel ¿qué ofrecen realmente al espectador?
Cuando hablamos de una pantalla curva, el tamaño es un factor clave. Y es que para que la percepción de inmersión en el contenido será necesario adquirir una pantalla que sea al menos de 40 pulgadas. Pues a partir de esas dimensiones los fabricantes tienen la capacidad de “curvar” más el display (desde 3,000 hasta 4,200 milímetros).
Para percibir en mayor medida ese efecto de inmersión, deberá ver el televisor desde el lugar llamado “sweet spot”. Hay fabricantes como Samsung que consideran que la curvatura perfecta en una pantalla de 65 pulgadas es de 4,200 milímetros y su sweet spot está exactamente a 4 metros de distancia. Pero deberá de considerar que entre más pequeña es la pantalla, su curva es menos pronunciada y, por consecuencia, deberá estar más cerca para obtener el efecto de mayor inmersión al disfrutar del contenido.
Cuando un panel es curvo y una persona se posiciona en el sweet spot, la distancia que hay entre sus ojos y el televisor es la misma entre cada punto de la pantalla. De esta forma se aumenta nuestro campo de visión y emula la manera en que percibimos los objetos fuera de la pantalla.

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