LOS BIENES INELÁSTICOS TAMBIÉN SIENTEN LOS CIMBRONAZOS ECONÓMICOS

Bajó el consumo de carne, leche y medicamentos

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El consumo interno transita un contexto crítico hace más de un año y los factores de esta situación son múltiples. A la elevada tasa de interés, que desincentiva la compra en cuotas, se suma también la contundente caída en el poder adquisitivo asociada al proceso de alta inflación. Puntualmente, en el transcurso del segundo semestre del año pasado este desempeño negativo se materializaba en tasas de caídas de ventas del 10% en los segmentos de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs). El grado de difusión de la crisis es tal que los desplomes a dos dígitos ya se propagaron a las plataformas más concentradas: supermercados y mayoristas.
El fenómeno de desplome en el consumo es pernicioso sobre la economía en más de un sentido. Por un lado afecta la recaudación, lo cual atenta contra la posibilidad de cumplimiento del programa de déficit cero. Por otro lado, incide sobre la realidad microeconómica de los comerciantes, muchos de los cuáles no pueden hacer frente a las nuevas condiciones y deciden reducir su estructura operativa o bajar las persianas.
Pero un rasgo distintivo de la crisis de consumo actual es que se ha difundido a segmentos que típicamente se mostraban indemnes a la reducción del poder adquisitivo. Se trata de rubros denominados “inelásticos” respecto al ingreso, debido a su carácter de insustituibles en la canasta de consumo de cualquier familia. Estos segmentos refieren a aquellos productos en los que el consumo varía muy poco aunque aumenten los precios, debido a que son bienes más necesarios que los demás.
En un contexto de caída de poder adquisitivo en por lo menos dos de los últimos tres años, muchos argentinos no tienen más alternativa que racionalizar incluso aquellos gastos básicos que hacen al consumo fundamental de cada día.
Al respecto, un documento elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) hizo un análisis sobre el estado actual de las ventas de los bienes de consumo. Puntualmente, el documento hizo referencia a la evolución en el consumo de alimentos básicos, medicamentos y demás ítems esenciales, tanto como en bienes durables y otros propios de segmentos socioeconómicos medios y altos. Entre estos, los que más se desatacan y más dejan en claro la situación de crisis son los descensos en las ventas de leche y carne, elementos esenciales. Además, el primero es esencial en los primeros años de vida de los niños, por lo que el dato es aún más alarmante.

Caídas considerables

Tanto las ventas de supermercados, mayoristas y shoppings acumulan nueve meses de números negativos, y en marzo de este año sufrieron caídas reales interanuales del orden del 14,5%, 16% y 16,6%, respectivamente, y no aparentan signos de recuperación.
Otro de los sectores que enfrenta un desplome particularmente agudo es el de los automotores. En mayo la caída de patentamientos de automóviles es del 56,4%. Apenas 36.000 autos se patentaron en ese mes, mientras que en mayo de 2018 se superaban las 83.000 unidades. Sin embargo, mayores son las caídas en los préstamos promovidos por el Estado Nacional, como es el caso del Ahora 12, que sufre caídas entre 36-70% en pesos de poder adquisitivo constante y del 52-73% en cantidad de operaciones, entre los meses de diciembre 2018 y febrero 2019.
Esto afecta naturalmente a la facturación de las pequeñas y medianas empresas que entre 2015 y 2019 sufrieron un desplome de las mismas del 20,5%, aunque 12,1% puntos de la misma se explican por el colapso de 2018-19.
Desde diciembre de 2017, que las ventas PyMEs no crecen en términos interanuales, acumulando 17 meses de caídas y en mayo de 2019 alcanzan el 14,1% negativo. De los 12 rubros que componen el índice, 11 sufrieron caídas superiores al 10% (apenas alimentos y bebidas cayó en 6,5%).

Caída en el consumo de leche

Puntualmente, uno de los síntomas más claros de la crisis económica que está atravesando nuestro país quizás sea la caída en la adquisición de alimentos básicos. Un claro ejemplo de esto es el descenso en el consumo interno de leche, que en 2018 descendió por tercer año consecutivo, alcanzando una contracción del 10% en los últimos tres años. Esta situación manifiesta un claro deterioro social, ya que se trata de un alimento esencial para la mayoría de las personas, especialmente para los niños.

Ventas de carne en Chubut

En este contexto resulta importante destacar que el último relevamiento desarrollado por la Dirección General de Estadística y Censos de Chubut afirmó que las ventas de carnes en los supermercados distribuidos en todo el territorio provincial evidenciaron una considerable caída en el transcurso de todo el año pasado.
Como resultado de una variación negativa de 10,7% en el último trimestre analizado por dicha entidad, el descenso durante todo 2018 alcanzó al 15,7%.

Suba en los medicamentos

Respecto a los aumentos en los medicamentos, Eduardo Molina, titular del Colegio de Farmacéuticos de Chubut, dialogó con El Diario días atrás y aseguró que los laboratorios son los que definen los precios y que las subas son aleatorias, por lo que no hay un precio único que va subiendo.
En otro orden, Molina aseguró que hasta el año 2015 los precios de los medicamentos estaban “bastante atrasados, respecto a los correspondientes valores. Después se equilibraron con los valores internacionales y en la actualidad los precios de los medicamentos en la Argentina son relativamente bajos a nivel internacional”.
Al ser consultado sobre la cantidad de ventas que se llevaron a cabo en los últimos años y la incidencia que ha tenido la suba en los costos, el titular del Colegio de Farmacéuticos de Chubut explicó que esto “depende muchas veces de la seguridad social, donde la obra social más importante es el PAMI”.
Al respecto, recordó que la franja etaria que consume una mayor cantidad de medicamentos es aquella de mayor edad, por lo remarcó que “en los últimos dos años el PAMI lo que ha hecho fue bajar el espectro enorme de medicamentos que había y los fue acotando, al igual que el espectro de la cobertura. Había una gran cantidad de medicamentos que no se justificaba que estuvieran dentro de la cobertura del PAMI, entonces fueron seleccionando y cambiando el tipo de cobertura sobre cada medicamento”. Esto produjo una serie de discusiones entre los distintos laboratorios y también provocó la merma en la cantidad de unidades entregadas por parte de la seguridad social.

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