ACUDEN 50 CHICOS POR DÍA Y ELABORAN VIANDAS PARA 40 FAMILIAS

Crece la ayuda de vecinos e instituciones para un merendero de Puerto Madryn

En el marco de la difícil situación económica y la crisis alimentaria de algunos sectores de la ciudad, en los últimos tiempos, vecinos de la comunidad y distintas instituciones doblegaron esfuerzos para colaborar con las tareas del merendero “Caminando Libres”, ubicado en el barrio Alta Tensión.
Se trata de un espacio de contención para los más chicos, en el cual, quienes están a cargo, diariamente ayuda a que tanto niños y niñas, como jóvenes y adultos, puedan tomar la merienda y alimentarse a partir de viandas que son elaboradas en el lugar.
Desde hace un año y medio, en un terreno ubicado en la zona noroeste de la ciudad, merendero, que como tantos otros terminó convirtiéndose en un comedor atento a la demanda social, funciona sobre la Manzana 890, Lote 19, de la calle Padre Mujica, en una de las zonas de Puerto Madryn que más carencias exhibe; ahora, el objetivo de quienes están a cargo del lugar es avanzar en la construcción de un salón que permita asistir a las familias bajo techo, ya que además de las viandas, que se entregan a diario, los niños que reciben la “copa de leche” lo hacen a la intemperie, en medio de las bajas temperaturas de la época.

La comunidad, presente

El merendero surgió luego de que un grupo de madres de la zona se reuniera para conversar sobre la situación de la gente en general “y de los chicos en particular” en el barrio Alta Tensión, uno de los sectores más populosos de Madryn.
De ese encuentro “surgió la idea de ayudarnos entre todos, y comenzamos a servir la merienda dos veces por semana a los chicos que necesitaban de una casa”, indicaron desde el espacio, agregando que “la población de niños y las necesidades fueron creciendo, y hoy damos la merienda a 50 chicos y preparamos 40 viandas para familias que lo necesitan, todos los días”.
En el caso de la leche, la misma “se sirve a la intemperie porque ahora funcionamos en una casilla de madera de 3 por 3 metros”, agregaron, anticipando que, con el esfuerzo y la colaboración de la comunidad, apuntan a poder levantar un salón “que nos dé reparo y contención”, el cual fue planificado como un espacio de 5 por 7 metros y que permitirá que, en medio de las bajas temperaturas, los chicos puedan tomar la “copa de leche” bajo techo.

Cómo sigue la obra

Una vez que comience la colocación de la platea para el salón, desde el merendero señalaron que restaría, únicamente, la llegada de un camión con hormigón elaborado y la instalación de los desagües cloacales, mallas y hierros, lo cual ya estaría acordado.
Esto último sería el último paso para que el avance del salón pueda concretarse, según precisó un colaborador que habitualmente concurre al merendero para brindar apoyo a quienes elaboran las viandas y sirven la merienda a los chicos; la construcción sería realizada por los propios vecinos y colaboradores a cargo del lugar.

Desfile para reunir fondos

Para recaudar fondos, desde el merendero se realizó un Desfile el pasado 12 de mayo en la Escuela 728, a partir del cual se reunieron los fondos necesarios para avanzar con la obra; en esa ocasión, auspició la actividad una treintena de empresas, asociaciones y particulares, con el fin de que el espacio pueda contener a los niños más vulnerables. Entre los que colaboraron se ubica una conocida panadería de la ciudad que colabora, tres veces a la semana, con pan, facturas y cremonas, así como también un corralón que brindó materiales a un precio accesible, para que el comedor pueda terminar de construir un salón donde albergar a los chicos que concurren a alimentarse, por mencionar algunos.
Otros particulares también hicieron lo propio, entre los que se encuentran profesionales de distintos ámbitos, la asociación Conciencia Colectiva y un grupo autoconvocado del CCT Conicet-Cenpat; todos ellos, aportando productos que van desde leche hasta verduras, carne, aceite, mercadería en general y alimentos no perecederos.

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