A fines de marzo pasado, una joven luego identificada como Emilce Nuñez e hija de un sindicalista de Puerto Madryn, protagonizó una feroz pelea que terminó con una mujer de 21 años apuñalada, hecho por el cual fue detenida.
La discusión había tenido lugar horas antes del 24 de marzo en las inmediaciones de un boliche de la zona céntrica, y había involucrado a varias personas, entre ellas la ahora imputada por “intento de homicidio”, quien según la investigación habría seguido hasta su domicilio a la víctima, para luego increparla y provocarle varias lesiones con un arma blanca; no obstante, la acusada ofreció un relato de los hechos muy diferente, al advertir que la mujer apuñalada había querido atacarla con un cuchillo y, en medio del forcejeo, se lo quitó y para defenderse le produjo las heridas.
Luego de la audiencia de control de detención, en la que Nuñez eligió declarar y brindar su versión de los hechos, la jueza Stella Eizmendi resolvió que permanezca en prisión preventiva durante el plazo de tres meses, que se cumplirá el próximo 24 de junio y tras lo cual se revisaría la medida, para determinar si la acusada permanecerá con preventiva, o bien será puesta en libertad, a la espera de que concluya la investigación.
El delito de “lesiones graves en concurso real con homicidio simple en grado de tentativa” tiene, de acuerdo al Código Penal, una pena prevista de cuatro años de prisión “de efectivo cumplimiento”.

El relato de la “defensa” al ataque

El hecho, caratulado como “homicidio en grado de tentativa”, había tenido lugar en las inmediaciones del barrio Ruca Hué o “630 Viviendas”, pero el conflicto se remontó a unas horas antes.
Por su parte, al declarar Nuñez advirtió que había sido víctima de una golpiza en el interior del boliche bailable en cuestión, además de desmentir que había perseguido a la víctima, Nilda Bustamante, hasta su casa; por el contrario, relató que luego de la gresca, se subió al auto de un grupo de sujetos desconocidos que la iban a trasladar al domicilio de una de sus amigas, que vivía en el mismo barrio que la víctima.
Una vez allí, esta última “apareció” con un cuchillo y, tras querer agredirla, Nuñez se defendió, tomando el elemento punzante y ocasionándole las lesiones que luego serían registradas por los peritos médicos y policiales.

Para la Fiscalía, hubo premeditación

Para la Fiscalía, representada por Ismael Cerda, el brutal ataque ya había comenzado fuera de “The Moon”, cuando la detenida le provocó a la víctima de 21 años dos heridas en el rostro con un “elemento cortante”; las mismas eran de ocho y cuatro centímetros, en regiones cercanas a los ojos y la boca.
Luego, según el Ministerio Público Fiscal, la acusada siguió a la mujer a bordo “de un Volkswagen Gol Trend color rojo, junto a otras personas” que no fueron identificadas, hasta la calle San José en el barrio Ruca Hué, donde finalmente la interceptó sobre las 6:30 horas de la mañana y la agredió nuevamente, utilizando un cuchillo.

Heridas cortantes y una puñalada

El abogado defensor de Nuñez, Carlos Del Mármol avaló la versión de que la joven se había defendido del presunto ataque de la víctima, por lo que esta última fue la que, finalmente, recibió las heridas que la dejaron internada durante varios días.
Según el fiscal Cerda, el ataque le provocó a Bustamante “múltiples heridas cortantes, suturadas, de dos centímetros cada una de longitud en región dorsal, tercio del brazo izquierdo, y otra similar en la región escapular izquierda, para finalmente asestarle una puñalada en el lateral izquierdo del tórax, que comprometió pericardio, miocardio y pleura izquierda”, lo cual originó “un taponamiento cardíaco por herida pericardíaca”, que puso en riesgo la vida de la víctima.
Bustamante, relató Nuñez, “comenzó a gritarme y decirme que me iba a matar, tenía un cuchillo en la mano y, cuando me tiró con el cuchillo, puse mi brazo y me cortó; ahí fue donde se lo saqué, me di vuelta y cuando ella me tenía de los pelos, le clavé el cuchillo y lo tiré”.

“Se salvó de casualidad”

La propia familia y los amigos de Nilda Bustamante se manifestaron, tiempo atrás, en las oficinas de los Tribunales de Puerto Madryn para pedir que el hecho no quedara impune, advirtiendo que la víctima “la puede contar” y que “se salvó porque lleva una vida sana”, caso contrario “la estaríamos velando”.
Además, deslizaron que no había sido la primera vez que Bustamante había sido atacada por Nuñez.