CHUBUT SUFRIÓ UNA CAÍDA DE 1,2 POR CIENTO EN EMPLEO PRIVADO

En el último año, cada dos minutos se perdió un puesto laboral en Argentina

Desde un tiempo a esta parte se introdujo nuevamente en los debates económicos la problemática del empleo, debido a que en los últimos meses se han perdido numerosos puestos laborales a lo largo y a lo ancho del territorio argentino, además del deterioro salarial y la baja también de algunos derechos laborales.
En un contexto internacional de profundización de las posiciones de defensa de la producción nacional, la decisión de la actual administración nacional de abrir las importaciones no deja de tener riesgos significativos. Por un lado, el patrón de especialización de nuestro país en productos primarios, resta grados de libertad en términos de la independencia económica por todos aquellos productos industriales que no se producen en Argentina. Por otra parte, cercena la posibilidad de extender los frutos de un eventual crecimiento a los sectores más postergados, a partir de los subproductos indeseables de la existencia de un “ejército de reserva” que presione salarios reales a la baja.

161.000 empleos menos en un año

En este contexto, un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) analizó la dinámica del empleo en el último año, en función a los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). En primer lugar, se examinó la dinámica del empleo privado registrado, con 161.000 puestos de trabajo menos en la comparativa entre febrero de este año e igual período de 2018.
Así, ampliando el espectro temporal, ya se tiene una caída del 1,7% en el empleo privado desde fines de 2015, y una virtual paridad en el empleo registrado total (0,3%). Todo esto, sin considerar el efecto del crecimiento poblacional.
La merma en el sector privado no es un resultado aislado. En el último año, además de la baja del 2,5% en el “empleo de calidad”, se registró una reducción de 2,8% entre los independientes autónomos, y del 5,5% entre los monotributistas. Sólo repuntaron las y los trabajadores de casas particulares, con una suba de 2,4%, en el marco del proceso de regularización iniciado en 2013.
En el detalle, a lo largo del último año se encuentran las reducciones más significativas en el sector industrial (-67.000), comercio (-45.000), transporte y comunicaciones (-18.000) y actividades inmobiliarias y empresarias (-14.000). Cuando se estudia la evolución del empleo por provincia, se tienen caídas significativas en 21 de las 24 jurisdicciones, a excepción de Neuquén, Catamarca y Santa Cruz.

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Sin mejoras en el corto plazo

En tanto, las perspectivas para los próximos meses no son auspiciosas, debido a que la tasa de entrada al mercado laboral está en los niveles más bajos desde la salida de la crisis del año 2002.
Desde el plano salarial, la mayor parte de los rubros productivos perdieron poder adquisitivo en el último año y medio, destacándose una reducción promedio del 12% en relación a la inflación, con respecto al promedio salarial real de 2018.
Los resultados negativos en los sectores intensivos en mano de obra, poco contrastan con una débil creación de empleo en el sector agrícola de apenas 200 puestos laborales, en los últimos 12 meses.
Así, al indagar entre los “ganadores y perdedores” del actual modelo económico, se encuentra que, por cada empleo nuevo en el sector agrario, se destruyeron más de 335 en la industria. Con todo, en el último año se perdió un puesto de trabajo registrado cada dos minutos y 735 puestos de trabajo por día.

Situación de cada una de las provincias

Observando lo que ha ocurrido a nivel provincial, para tener una idea del impacto de la crisis económica en el empleo a nivel regional, aparece que el impacto ha sido desigual en función de la provincia que se trate y de las actividades económicas que preponderen en las mismas.
Como se mencionó anteriormente, a datos de febrero de 2019, en términos interanuales, apenas tres de las 24 provincias (incluida la Ciudad de Buenos Aires), han tenido un crecimiento en el empleo en el último año. Del informe de la UNDAV se pudo observar que estas provincias son aquellas relacionadas con la actividad minera, uno de los pilares del actual modelo, como es el caso de Santa Cruz (1,2%) y La Rioja (1,4%), o con la actividad hidrocarburífera, como es el caso de Neuquén (3,7%) con la explotación en el yacimiento de ‘shale gas’ en Vaca Muerta.
Por su parte, las provincias más castigadas en cuanto a empleo formal son en la Patagonia, Tierra del Fuego (-9,6%); las del noreste, Formosa, Chacho (ambas con -6,7%) y Corrientes (-3,4%); en el noroeste, Catamarca (-7,4%) y Santiago del Estero (-5,1%); en cuyo, San Luis (-4,4%); y en la región pampeana, Entre Ríos (-3,7%), La Pampa (-3,5%), Córdoba (-3,2%) y la provincia de Buenos Aires (-3%). Otros distritos golpeados, pero en menor medida fueron San Juan (- 2,6%), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tucumán (ambas con – 2,3%), Jujuy (-2,2%), Misiones (-1,9%), Santa Fe y Rio Negro (ambas con -1,7%), Mendoza (-1,5%), Salta (-1%) y Chubut (- 1,2%). Así, el impacto ha resultado a lo largo y ancho del país con contadas excepciones, pero en términos asimétricos, afectando más a algunas provincias que a otras.

Pérdida de empleo privado en Chubut

En este contexto desfavorable para el mundo laboral, hay que aclarar que los últimos datos del SIPA, que depende de la Secretaría de Trabajo de la Nación, dejaron en evidencia la fuerte caída que hay en el empleo formal del sector privado dentro de Chubut.
Teniendo en cuenta los datos de 2018, en comparación con lo que ocurrió en 2015, la destrucción de puestos de trabajo privado en la provincia patagónica ascendió a 5.009. Puntualmente, los sectores más afectados por esta situación fueron los vinculados a la actividad petrolera (2.541 puestos laborales), la construcción (2.151) y el sector de los servicios empresariales (1.077).

Incertidumbre en los gremios chubutenses

Por su parte, desde los gremios que nuclean a la mayoría de los trabajadores de Chubut también se pronunciaron en el mismo sentido, asegurando que la incertidumbre laboral de cara al futuro inmediato es peor que en otras oportunidades.
Referentes sindicales vinculados a la actividad textil, estatal, comercial y de otros rubros mantuvieron diálogos con El Diario sobre esta problemática y, casi en su totalidad, aseguraron que la situación crítica que está atravesando la economía del país y de Chubut, particularmente, ponen en riesgo los puestos de trabajo actuales.

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