LA EXPERIENCIA DE ADELANTAMIENTOS PROVINCIALES VIENE DANDO RESULTADO A LOS PARTIDOS QUE GOBIERNAN. NACIÓN HACE EL CÁLCULO DE LAS 11 PROVINCIAS QUE AYUDÓ Y QUE APOYARÁ LA FÓRMULA KIRCHNERISTA ´F&F´. PARA LOS MEDIOS NACIONALES, LA ROSADA CONSIDERA QUE ARCIONI YA JUEGA CON CRISTINA

La tendencia es de los oficialismos

Por Trivia Demir

Se acerca el domingo y los miradores de coyunturas tratan de elaborar teorías rápidas. Hay quienes afirman que las generales en Chubut serán un trámite y que en el fondo ya habría un amplio ´acuerdo de gobernabilidad´ entre los peronismos-progresismos que intentan representar Mariano Arcioni-Ricardo Sastre y Carlos Linares- Claudia Bard. Es que detrás de ese enunciado de protagonistas sobrevive posiblemente gran parte de la dirigencia histórica que sigue pulseando por gobernar. Arcioni es referencia del ChuSoTo desdasnevizado y del otro también. Sastre concita su propio arco filo peronista. Linares agrupa el grueso de referentes que alguna vez colonizó el gabinete de Martín Buzzi y Claudia Bard asegura la pata elicechista que nunca falta. Las sospechas de que se está labrando una alianza en las bases, es ya un secreto a voces. Y la lógica en ese sentido se podría corroborar muy fácilmente, confirmando los cortes de boleta que se den en cada ciudad. Hoy para los ortodoxos experimentados, el ´negocio´ no es aspirar abiertamente a la gobernación, sino que es ganar los bastiones de poder que permiten las ciudades. De hecho, el manejo provincial será un verdadero calvario, tanto si gana Cambiemos, con represalias hacia las provincias ´no propias´, como si gana la fórmula F&F con una mirada durísima sobre los estados subnacionales.

La cuenta que faltaba

Por estos días, los reproches ya están a la orden. Dicen que cuando Cambiemos llegó al poder había 17 provincias con déficit y 7 con superávit. Hoy la ecuación se invirtió y solo hay cinco distritos en rojo La lógica que expresaron los medios nacionales agrega que durante años, los presidentes de la Argentina usaron los fondos coparticipables como premios y castigos a los gobernadores, pero esa estrategia tuvo un giro de 180 grados durante la gestión de Cambiemos y hoy hay cinco distritos con déficit y 19 con superávit. Para la Rosada se suponía que esto sería sinónimo de alianza, pero el cálculo en política no es lineal con la economía.
Según un análisis del sitio IProfesional “Once de los mandatarios de esas provincias que se benificiaron con Mauricio Macri hoy respaldan la fórmula Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner.
Sin un extenuante esfuerzo político, los gobernadores Lucía Corpacci (Catamarca), Domingo Peppo, (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut) (SIC), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfran (Formosa), Sergio Zillioto (La Pampa), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Juan Manzur (Tucumán) apoyarán la fórmula Fernández y Fernández. Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta) están al otro lado de la valla, mientras que Alberto Rodríguez Saa (San Luis) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero) aún no se definen”.

Mal cálculo

Dicen así que al iniciar su gestión, Macri solicitó al Ministerio de Economía un informe acerca de las cuentas provinciales. Días más tarde, el Presidente recibió un dossier que exhibía -«por Resultado primario/Ingresos totales por provincia»- cómo estaba la situación de los 23 estados provinciales y la ciudad de Buenos Aires, según Infobae.
Hasta ese momento, no había un registro fidedigno que mostrara los resultados de la gestión económica ejecutada por el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, y ordenada por Cristina Kirchner durante sus ocho años en Balcarce 50.
Macri recibió un mapa del país pintado en distintos colores -rojo, rosa, amarillo-, que a su lado tenía un epígrafe que no necesitaba explicación: provincias «con déficit 17, con superávit 7», decía como si fuera una lápida. Dicen también que ante esto, el presidente analizó ese informe con Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, y Rogelio Frigerio, ministro del Interior, y a continuación ordenó que se hiciera lo necesario para terminar con el color rojo y rosa que pintaba la mayoría de las provincias de la Argentina. Frigerio ordenó su agenda y en los últimos 40 meses hizo más de 200 viajes al interior del país.
Hace unas semanas, llegó al despacho presidencial el informe 2018 sobre las provincias que se realizó a través del parámetro «resultado primario/ingresos totales por provincia». En el mapa del país -agregado al dossier- se nota menos preponderancia del color rojo, muy poco color rosa y una fuerte influencia del amarillo, que es el color usado para mostrar provincias casi en equilibrio fiscal.
Macri preguntó al ministro Dujovne la situación de cada estado provincial, repasó el escenario político con Frigerio y después se detuvo en el epígrafe que acompaña al gráfico del país preparado por el Palacio de Hacienda. Ese epígrafe dice para el año 2018: provincias «con déficit 5, con superávit 19». Sin embargo, esto no alcanzó para fidelizar los distritos ni mucho menos para empujarlos a considerar un plan conjunto. Definitivamente el liberalismo en el interior ´no garpa´

La tendencia no preocupa

Tal las cosas, no es ningún secreto que el comienzo de 2019 no fue bueno para Cambiemos en materia electoral. El oficialismo quedó tercero en los comicios provinciales de Neuquén y Río Negro, salió segundo en La Pampa y hasta perdió Córdoba, el territorio donde nació la coalición y donde Mauricio Macri cosechó buena parte de los votos que lo llevaron a la presidencia. El Gobierno también perdió San Juan y Misiones y poco llegó al primer puesto en las PASO de San Juan y todo indica que no logrará revertir las derrotas en primera vuelta en Entre Ríos y Santa Fe.
El panorama es muy distinto al que imaginaba la Casa Rosada en enero de 2018. Los analistas políticos insisten en que los resultados provinciales no se pueden extrapolar y mencionan la teoría de la fuerza de los “oficialismos locales”, que ganan con independencia de los partidos nacionales. El kirchnerismo, que según la mayoría de las encuestas será primera fuerza en octubre, tampoco pudo imponerse en ninguna elección provincial, y hasta bajó a candidatos propios en distritos complicados como Córdoba. No obstante, los especialistas reconocen que los resultados de los últimos cinco meses, sumados a la caída de la imagen del Gobierno y a la crisis económica, generan un panorama complicado para el proyecto de reelección de Mauricio Macri.

De local vale doble

El politólogo Andy Tow explica que hay una “teoría de los oficialismos locales”, que emerge de un análisis en que las elecciones provinciales responden a lógicas desconectadas de la competencia nacional. “Hasta ahora los titulares provinciales vienen ganando con independencia de su color partidario”, analizó.
Con esa reflexión, la reelección de Mariano Arcioni no sería descabellada, luego de mostrar una excelente perfomance en las PASO, sobre todo con la oxigenación que le aportó a su proyecto propio el plus de su compañero circunstancial, Ricardo Sastre
La hipótesis hasta ahora se confirmó en distritos donde ganaron opositores a Cambiemos, pero será sometida a prueba en Jujuy y Mendoza, donde los mandatarios están alineados con la coalición oficialista. “Si Cambiemos no reelige en esas dos provincias, se derrumba la teoría de los oficialismos locales. Si también perdiera en provincias donde gobierna, le será difícil negar que este desempeño refleja la situación nacional”, agregó el analista. Otro lugar donde Cambiemos puede aspirar a ganar es Corrientes. Allí gobierna el radical Gustavo Valdés, pero no tendrá que renovar mandato hasta 2021, y este domingo hay legislativas.

Dudas y más dudas

Sin embargo, en cuestión electoral no hay reglas de oro. “Que Cambiemos no haya ganado hasta hoy en ninguno de los distritos en los que ha habido elecciones no necesariamente adelanta los resultados para las elecciones presidenciales”, opinó Martín D’Alessandro, Licenciado en Ciencia Política y Presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP).
El docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) destacó que, salvo Córdoba y Santa Fe, han sido elecciones en distritos “no muy populosos”, y apoyó la idea de que las provincias “suelen concentrarse en temáticas locales”. Para Andrés Malamud, politólogo y profesor de la Universidad de Lisboa, Cambiemos “difícilmente” pueda fortalecerse o “esperanzarse” mediante los resultados de los comicios provinciales, aunque sí debería apuntar a ganar en la provincia de Buenos Aires, donde la competencia será reñida con el kirchnerismo.
¿Es en algún punto comparable el escenario de 2015 en el que Macri llegó a la presidencia con el que vemos este año? No parece. A poco del cierre de listas para las PASO, ¿con qué ventajas y desventajas cuenta Mauricio Macri para apuntar a un segundo mandato? Varias. Sin embargo estas mediciones danzarán al ritmo de las movidas no sólo propias sino también ajenas. A 4 meses de las elecciones generales y 5 meses de un eventual balotaje, el escenario político aún se presenta dinámico y el resultado está lejos de preverse. Habrá que ver….

Fuentes: IP, NA, Perfil, LPO, propias

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