La leyenda dice que algunos pueblos son tan tranquilos que los vecinos no ponen llave en sus casas. La costumbre parece real en el municipio de Loncopué, contra la cordillera neuquina: se había roto la puerta de la tesorería, de modo que la ataron con alambre y dejaron la llave de otra oficina debajo de una piedra en una ventana. Justo la que permitía acceder al tesoro.
Entre el sábado 8 y el lunes 10, alguien que al parecer conocía el dato ingresó al predio municipal, tomó la llave, abrió la puerta y se llevó una caja fuerte con 435.960 pesos destinados al pago de subsidios.
Una semana después, un sospechoso fue detenido camino a Cutral Co. “Es empleado de planta de la municipalidad”, confirmó la fiscal jefa Sandra González Taboada.
Aunque se realizaron diez allanamientos, todavía no encontraron la caja fuerte ni el dinero. Tampoco se sabe si actuó una sola persona o más.