Luego de que un vecino de la ciudad del Golfo recibiera una llamada en la que advertían que tenían cautivo a uno de sus familiares, varias alarmas se encendieron respecto de una operatoria que busca estafar a personas amenazándolas con dañar a sus seres queridos, e instigándolas a que realicen envíos de altas sumas de dinero.
La modalidad no es nueva, pero de por sí ha sido poco frecuente en Puerto Madryn, donde la mayoría de las estafas telefónicas suelen ser dirigidas a adultos mayores, de los cuales los perpetradores de este tipo de delito suelen haber realizando tareas de inteligencia previa, o bien, en algunos casos, se constató que básicamente buscaban en la guía telefónica números de líneas residenciales y nombres que pudieran corresponderse con personas de avanzada edad.
En esta ocasión, quien recibió la comunicación de un “número desconocido” fue un hombre que se percató de la maniobra y rápidamente alertó a la Policía, que ahora investiga la procedencia del llamado extorsivo.

El cuento del “accidente”

El hecho, que tuvo como damnificado a un ciudadano que reside en la calle Caseros, inició con una llamada a su teléfono fijo, en la que un hombre “le manifestaba ser el ‘Comisario Romero’, de la Seccional Primera, quien estaba interviniendo en un accidente de tránsito de cuatro vehículos, donde existían cuatro personas fallecidas”, consignaron desde la Policía, agregando que, de acuerdo a lo esgrimido por el estafador, “una de las personas involucradas en el hecho era el hermano ‘M.’ del denunciante”.
Tras una discusión que no duró más que unos pocos segundos, el hombre del otro lado de la línea “manifestó pertenecer a una banda de secuestradores y le dijo que tenían cautivo a su hermano”, mientras que el vecino “escuchaba ruidos de sirenas de fondo, y un individuo que decía estar cautivo”, agregaron.

Amenaza y pedido

Seguidamente, el extorsionador le preguntó al vecino “cuánto valía la vida de su hermano”, incitándolo a que desembolsara una extensa suma de dinero que no fue especificada.
No obstante, ante la duda y percibiendo que se trataba de una modalidad de “secuestro virtual”, frecuentemente perpetrada en otras ciudades, el damnificado cortó la comunicación y convocó inmediatamente al personal policial.
“No depositó dinero ni valores de ningún tipo”, confirmaron fuentes policiales.
Lo verdaderamente llamativo es que el presunto secuestrador conocía el nombre del hermano del vecino, lo cual implica que, seguramente, la persona o las personas implicadas en esta operatoria habría investigado a su víctima, ya sea realizando tareas de inteligencia previas o bien indagando en las redes sociales, que hoy día son una usina de información para este tipo de estafadores.

¿Nueva banda o “globo de ensayo”?

Durante el último año, más de una veintena de estafas telefónicas tuvieron como damnificados a hombres y mujeres de avanzada edad en Puerto Madryn, donde en ocasiones, los autores se alzaron con botines millonarios y ahorros que las víctimas conservaban dentro de sus viviendas.
No obstante, tras varias investigaciones realizadas conjuntamente entre la Justicia y la Policía, una importante difusión de carácter preventivo desalentó que las personas que realizaban este tipo de estafas, insistieran con dicha modalidad; no obstante, los métodos parecerían haberse modificado, y si bien casi no hubo detenciones por estos delitos, bien podrían ser las mismas personas las que estén “ensayando” esta clase de estrategia, que en otras ciudades del país, históricamente ha generado pérdidas millonarias a los damnificados.

Cómo evitar la estafa

Los especialistas en materia de seguridad aconsejan como primera medida, nunca brindar información de carácter personal, de algún familiar o actividad que la persona realiza, así como también sugieren advertir de la situación al resto de los integrantes de la familia, ya que los mismos podrían recibir el mismo tipo de llamado, si la “inteligencia” de los estafadores o presuntos secuestradores fue realizada sobre un grupo familiar en particular.
Bajo este tipo de modalidad, los delincuentes intentan tomar ventaja de la desesperación de las personas para obtener datos personales que les faciliten el engaño y, de este modo, poder lograr cometido.
Además, resulta indispensable contactarse con la persona que, en principio, se cree habría sido víctima del aparente secuestro o accidente, manteniendo la calma y utilizando, de ser posible, una línea telefónica alternativa. Como primera medida, se sugiere contactar a la Policía ante cualquier situación similar.