Son varias las provincias que están presentando inconvenientes para afrontar el pago de salarios, al tiempo que también se replica en varios distritos las protestas por parte de docentes y empleados públicos que reclaman por mejoras salariales. En este contexto, en los últimos días Chubut volvió a amenazar con negociar postergaciones de vencimientos de su deuda, algo que preocupa al Gobierno Nacional y a los mercados, quienes interpretaron esto como una presión para conseguir más fondos a días de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
Esta movida se enmarca también en las negociaciones que viene manteniendo el Gobierno Nacional con los ministros de economía de los distritos más duros con el Ejecutivo y que encabezan el embate judicial contra la derogación por decreto del Fondo Sojero, que consideran inconstitucional.
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó una tregua de 90 días entre las partes para que allanen el camino a una solución política y a partir de ahí el Ministerio del Interior organizó reuniones bilaterales, como un intento por licuar la causa.
Por su parte, el ministro de Economía de Chubut, Luis Tarrío, salió a insistir con la reestructuración de la deuda de su provincia en una entrevista con la agencia Bloomberg en la misma semana en la que visitó la Casa Rosada.
“La extensión de plazos sería un logro importante”, aseguró el funcionario en el reportaje, al tiempo que aclaró que “pretendemos cambiar el perfil de nuestros pasivos en moneda extranjera para que sean más compatibles con el horizonte de explotación petrolera que tenemos”. Cabe aclarar que la provincia debe afrontar vencimientos por 1.000 millones de dólares entre julio de 2019 y 2026 y actualmente sus bonos rinden un 10%.
Tarrío intentó llevar calma a los operadores al aclarar que no se buscará una quita de los montos, sino sólo una mejora en los plazos, a pesar de que en el proyecto de ley enviado a la Legislatura Provincial, que desde el gobierno que conduce Mariano Arcioni esperan aprobar en el mes próximo, se habla de una “reestructuración”. Hace un año y medio, el uso de ese término confundió a los inversores y los títulos de la provincia se desplomaron ante los temores de un default.
En el mercado interpretaron la jugada como una forma de presionar al Gobierno Nacional ante la cercanía de las elecciones primarias para conseguir fondos que le permitan a Arcioni hacer frente al pago de salarios, que está pagando con demoras y desató protestas de empleados estatales de varios sectores.
A su turno, el titular del Ejecutivo chubutense culpó por la situación al Gobierno Central por no habilitarles un adelanto de coparticipación como sí lo hace con otras provincias, según denunció.
En tanto, desde el Ministerio del Interior reconocieron que “hubo una mayor restricción este año” en lo que refiere a los adelantos que, aseguran “lo hemos sostenido”. “Estamos hablando con ellos por este tema y por el fondo sojero”, señalaron.
Al mismo tiempo, consideraron que un eventual “rollover” de la deuda chubutense “no es un escenario posible”. “No hay mercado”, sentenciaron fuentes oficiales. Lo cierto es que Chubut no es el único distrito que hoy atraviesa dificultades ya sea financieras o sociales por protestas gremiales. Neuquén, La Rioja y Salta también vieron recrudecer la tensión social ante reclamos de sectores populares, docentes y empleados provinciales.

Deuda patagónica

Según datos del Ministerio de Economía de Nación, la deuda total de las cinco provincias patagónicas sumó en el cuarto trimestre de 2018 un total de 129.676 millones de pesos y el 37% fue tomado por la provincia de Neuquén que a pesar de verse beneficiada por las abultadas regalías aportadas por Vaca Muerta alcanzó un endeudamiento de 47.766 millones de pesos.
Las cinco provincias son “ricas”, teniendo en cuenta que todas cuentan con recursos naturales y atractivos turísticos importantes, pero a pesar de esos beneficios afrontan endeudamientos muy relevantes y no pueden mantener el funcionamiento del Estado con sus propios ingresos, en su gran mayoría dominados por las regalías y la generación de riquezas productivas.
El segundo lugar en el podio del endeudamiento lo ocupa Chubut con un total de 37.483 millones de pesos tomados hasta el cuarto trimestre de 2018. Eso representa el 29% de la deuda regional y representa para cada habitante de la provincia (598 mil proyectados a 2018) una pesada herencia de 62.642 pesos de deuda provincial.
El 87,3% del endeudamiento chubutense está encajado en dólares y varía de manera alcista frente a todas y cada una de las devaluaciones por las que atraviesa el peso argentino.