UN TRABAJO DE VOLUNTARIOS Y PERSONAL CONTRATADO POR LOS HOTELES

Cómo luchan contra el sargazo en las playas de Cancún y Riviera Maya

La problemática de las algas, especialmente en el sector turístico, es un tema que tiene a mal traer a muchas ciudades costeras. El caso de la undaria en Puerto Madryn es un claro ejemplo de cómo puede afectar tanto al ecosistema, como al desarrollo de emprendimientos turísticos. Por este motivo, tanto desde el Estado como desde el ámbito privado no cejan de buscar una solución definitiva.
En México no tienen undaria, tienen sargazo, una macroalga rojiza o marrón, que en grandes cantidades indica un aumento en la contaminación de las aguas marinas, no es visualmente atractivo e impide que muchos disfruten del mar por el olor fétido que despide, formando una gran barrera que los visitantes deben sortear para lograr entrar al mar, casi como en Puerto Madryn.

Una cronología superficial

Lo peor, es que nadie estaba preparado para este flagelo, recién en el verano de 2013 en el Caribe mexicano se reportó la llegada de cantidades atípicas de esta macroalga a las costas. Esto continuó de forma esporádica durante los siguientes meses, hasta que a finales de 2014 y durante 2015, esta situación se volvió constante. En México, en el estado de Quintana Roo, en el 2018 se recolectaron 500mil toneladas de sargazo y se calcula que en el 2019 se recolectará el doble, un millón de toneladas de sargazo.
Pero el tema no es sólo turístico, desde junio de 2018 hasta hoy, los científicos calculan que se ha perdido el 40% de los corales del Caribe mexicano debido a los efectos del sargazo en la zona. En un estudio publicado a principios de julio por la revista Science sobre el crecimiento del sargazo en los últimos años, se demostró el gran puente de algas flotantes de más de 8.000 kilómetros que une el Golfo de México con la costa africana. Una enorme isla de algas que incluso tiene nombre,“Gran Cinturón de Sargazos del Atlántico” (GASB por sus siglas en inglés).
Es uno de los retos al que deben hacer frente los destinos turísticos más populares de México, en el estado de Quintana Roo, Cancún y Riviera Maya, y en general todo el Caribe mexicano, República Dominicana y Jamaica. Una plaga cuya eliminación puede costar 350.000 dólares anuales a los complejos hoteleros de las zonas afectadas.

Cómo evolucionó

Los científicos han estado haciendo un seguimiento del sargazo, por satélite, durante los últimos 19 años, según recoge el diario Vozpópuli. El espectrorradiómetro MODIS instalado en los satélites Terra y Aqua ha registrado imágenes de la evolución del sargazo durante todo este tiempo, y ha detectado cómo los afloramientos de algas han crecido de forma alarmante en la última década, con un máximo histórico registrado en 2018, fecha en que se formó el Gran Cinturón, de 8.850 kilómetros de largo y una biomasa estimada de más de 20 millones de toneladas.
Al parecer, según las observaciones registradas, el sargazo mantenía un patrón anual de crecimiento estable, empezando en primavera en el Golfo de México y llegando al mar de los Sargazos en otoño siguiendo las corrientes hacia el este. Sin embargo, en 2011 algo cambió, cuando aparecieron grandes cantidades de algas en el Caribe y el Atlántico ecuatorial.

Sus efectos

Los efectos del sargazo en la costa son variados, y no afectan sólo al turismo. El incremento anormal de la masa de algas hace que éstas se depositen en los fondos y sobre las colonias de coral, literalmente ahogándolos. De ahí que los científicos digan que un 40% del coral de los fondos marinos del Caribe mexicano haya desaparecido desde 2018.
Y según varias organizaciones ambientalistas, la causa de este gran incremento de algas y su llegada masiva a las playas es el mismo hombre. La crisis climática y las temperaturas más elevadas del agua del mar, los vertidos de la minería, la agricultura y la ganadería, la deforestación, la sobreexplotación hotelera en la región del Caribe y la mala gestión de aguas residuales son sus causas principales.

¿Qué hacer?

Hasta ahora la lucha contra el sargazo se ha hecho a pequeña escala, explicó al medio especializado HostelturRamón Rosselló, gerente del lobby de los hoteleros españoles en la zona, Inverotel: “Principalmente desde la industria hotelera que intenta mantener las playas limpias para los turistas”, con un coste anual que supera los 350.000 dólares por complejo hotelero, pero también dice Rosselló que “hacen falta fondos federales para impedir que el sargazo llegue a la costa”, algo que de momento, no se ha conseguido.
En el mes de mayo se vivió en Cancún un día crítico, 900 voluntarios, sobre todo estudiantes de secundaria y habitantes de la zona, recogieron más de 60 toneladas de sargazo en las playas. Cancún tiene 22 kilómetros de playas en la costa del Caribe mexicano. El gobierno del municipio Benito Juárez, donde está Cancún, informó que entre abril y mayo fueron recolectados unos 800 metros cúbicos de esta alga, equivalente a unos 120 camiones. Las jornadas de voluntariado se repiten durante toda la temporada.
Y es que las autoridades se ven desbordadas, por lo que la limpieza de las playas recae en manos de los voluntarios y de las cadenas hoteleras con establecimientos en la zona.

El esfuerzo desde el sector privado

Por ahora, las únicas soluciones, a pequeña escala, las están dando algunos grupos empresariales con intereses comerciales en la zona, como es el caso del hotel Luxury Bahía Príncipe Akumal, en Riviera Maya, cuya playa es una de las pocas exentas de sargazo,porque un equipo de trabajadores propios la limpia cada mañana.
Además de los turistas, quienes viven a diario las consecuencias del sargazo son las tortugas, que debido a la acumulación de algas no pueden acceder a la arena para desovar. El hotel tiene en cuenta esta circunstancia y, además de impedir que llegue el sargazo a la playa y limpiarla, tienen controlados los puntos donde las tortugas desovaron, lugares que son rodeados con una red y de los que se avisa a los bañistas. Esto también hace posible que al nacer, las pequeñas tortugas puedan dirigirse al mar a través de la arena sin encontrar obstáculos.
Se trata del Plan de Gestión Integral del Litoral del Grupo Piñero que ha puesto en práctica en los tres destinos del Caribe en los que operan sus hoteles, permitiéndole reducir mediante barreras el impacto del sargazo. Uno de los sistemas implementados es una barrera para frenar el sargazo que en sus primeras semanas de funcionamiento ya ha reducido en un 95% la presencia de las algas en las playas mexicanas en que están enclavados los cuatro resorts de Bahía Príncipe en la Riviera Maya, uno de los grandes problemas ambientales de la zona y uno de los tres grandes retos a los que se enfrenta destinos como Cancún.En concreto, se trata de un sistema no invasivo, respetuoso con la fauna y flora marina, que cuenta con los materiales y tecnologías más sofisticadas, así como con un equipo multidisciplinar de biólogos marinos, oceanógrafos, ingenieros y buzos de una compañía naviera con más de 20 años de experiencia en trabajos de mantenimiento, logística y servicios marítimos
El proyecto ya está desplegándose en México, República Dominicana y Jamaica mediante actuaciones en tres ámbitos: las dirigidas a la preservación de las playas mediante la reducción de la erosión, preservar el sistema dunar y su vegetación y gestionar las infraestructuras ubicadas en el medio litoral y los residuos generados en su contexto.
Otras medidas están orientadas a la protección del sistema acuático –que abarca el cuidado de la flora y fauna marina, la preservación de la calidad del agua o la promoción de la pesca sostenible– y las medidas de sensibilización y educación a las comunidades próximas al mar.

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