Crecen las construcciones precarias y sin servicios en el barrio Alta Tensión

De los 41 barrios que oficialmente delimitan la ciudad de Puerto Madryn, algunos todavía no forman parte de la nómina por no encontrarse urbanizados. Sectores como Nueva Chubut, que albergan distintos asentamientos, se encaminan a convertirse en nuevos barrios a partir de las distintas obras que allí se llevan a cabo; la mayoría, en el marco del Programa de Mejoramiento de Barrios o “Pro.Me.Ba.”, donde además de mejoras en infraestructura urbana, también se prevé la colocación de servicios básicos: electricidad, agua, cloacas y gas.
El barrio Alta Tensión es uno de los que ha quedado más relegado en el tiempo, en parte, debido al importante crecimiento poblacional de Puerto Madryn; allí conviven unas cien familias, muchas de las cuales han construido sus propias viviendas sobre la base de terrenos que carecen de servicios, mientras que distintas obras nacionales y municipales avanzan en mejorar la infraestructura urbana, a un ritmo menor que el extenso incremento demográfico de la zona.
También, advierten la presencia de “punteros” que les cortan la luz a cambio de dinero.

Identidad

Conviven allí nativos de la ciudad o los denominados “NyC”, así como también extranjeros que arribaron al Golfo Nuevo buscando un mayor pasar, y ciudadanos del norte y del país.
Aproximadamente unas cien familias conviven en el sector, donde las calles son mayormente de tierra y la mayoría de los hogares no poseen los servicios reglamentarios; sobre la calle El Maitén, se observan decenas de postes improvisados, distintos a aquellos ubicados en el resto de la ciudad, donde los cables colgantes son una constante, dado que los mismos pertenecen a conexiones irregulares.

Cables colgando

El suministro de energía de prácticamente todo el barrio emana de la Escuela 219, contenida entre las calles Río Mayo, El Hoyo, Tecka y El Maitén, de la cual nacen cientos de cables que se trasladan a las distintas viviendas, muchos de ellos colgando a una altura tan baja que bien podrían tomar contacto con quienes transitan a pie, y ocasionar una tragedia.
No muy lejos de allí, en el mes de marzo, un niño de seis años perdió la vida electrocutado, al tomar contacto con uno de esos cables, mientras se desplazaba sobre el techo de una de las viviendas.

Sueños que avanzan

En el Alta Tensión, cuyo nombre parecería una paradoja por la ausencia de suministro eléctrico regular en su gran parte, también conviven la solidaridad y el acompañamiento de decenas de familias que contienen a los más jóvenes.
Uno de los merenderos que más acompañamiento ha recibido, tanto de la comunidad como de distintas instituciones, es “Caminando Libres”, situado en la Manzana 890, lote 19 de la calle Padre Mugica; por estos días, se encamina a edificar su propia sede, con colaboración de empresas privadas que han cedido materiales, personal municipal que construyó la platea, y aportes de distintos sectores. Allí se levantará un modesto salón que reemplazará una precaria construcción donde actualmente funciona la cocina, que elabora viandas para más de 40 familias de alrededor.

Ladrillo por ladrillo

Muchas de las viviendas ubicadas en dicho sector han sido edificadas por los propios vecinos, con base de cemento y paredes de ladrillo; en aquellas casas que no se encuentran cercadas por muros de cemento o cercos de madera, la protección habitual son redes de pesca colocadas entre postes, separando las viviendas de la calle.
La construcción es una actividad constante en el Alta Tensión: frecuentemente, los propios vecinos son los que se aprestan a edificar sus hogares, algunos de los cuales incluyen más de un piso; la presencia de materiales embalados en la vía pública es común.

Sin papeles

La deuda social que atraviesa el sector no es nueva, y data de hace varios años, producto de la cesión de algunos terrenos sin servicios, y otros que fueron ocupados de manera irregular, donde familias se instalaron y levantaron sus viviendas.
Dicho escenario arroja dos problemas: por un lado, el propio de la falta de luz, gas y agua en buena parte de la zona, y por el otro, la imposibilidad de dichas personas de obtener la titularidad de sus tierras, es decir, de “escriturar” por la ausencia de tales servicios.

Extensiones barriales

Son pocos los árboles que se han plantado en el sector, y en los alrededores existe una importante cantidad de residuos de distintas actividades, que en ocasiones se entremezclan con la vía pública, entorpeciendo el paso.
Sobre uno de los límites de la zona, continuando por la calle Padre Mugica, el extenso predio se eleva, dividido por un muro de enormes piedras, el cual da lugar a otro apéndice del Alta Tensión, conformado por varios terrenos donde otros grupos de familias se han asentado con el tiempo; allí tampoco hay servicios y los problemas diarios suelen ser los mismos que un poco más abajo.
Ese sector fue denominado, hace tiempo, “barrio ATE”, y actualmente cuenta con medidores de electricidad, pero no con cableado eléctrico, por lo que es incierto cuándo el servicio llegaría a dicho sector.

Buscando un mejor pasar

“Hace nueve años que estamos acá, con mi marido vinimos de Corrientes a quedarnos en lo de una prima porque no teníamos trabajo; hicimos algunas ‘changas’ pero nada más”, mencionó Natalia, una vecina de 31 años que reside junto a tres de sus hijos, uno de ellos menor a dos años, en una modesta casa ubicada detrás de una construcción que, en un futuro, será el hogar definitivo.
“El día a día es difícil, a nosotros nos cuesta el doble que al resto las cosas que deberían ser simples, como abrir la canilla y tener agua, tener frío y prender la calefacción; todavía nos falta mucho para poder vivir mejor, pero tenemos esperanza”, expresó.

A cuentagotas

“Al agua corriente tenemos acceso, incluso medidores, pero cuando se corta, algo que pasa seguido, tenemos que abastecernos con un sistema que funciona un poco más arriba del barrio, a pocas cuadras”, sostuvo Daniel, otro vecino que desde hace años convive con las más de mil familias que residen en la zona.
Hace dos años, la Licitación Pública 04/17 había sido impulsada por el entonces gobernador de Chubut, Mario Das Neves, la cual preveía la construcción de unas 22 viviendas y espacios comunitarios, abarcando una buena cantidad de barrios en los alrededores del Alta Tensión, que estaba incluido en el pliego; los mismos eran Nuevo Madryn, Nahuel Pan, 27 de Octubre, La Arboleda, Nueva Esperanza y La Lomita, además de Nueva Chubut, el más extenso donde actualmente avanzan las obras locales a partir del Pro.Me.Ba.

Las ocupaciones, frecuentes

El objetivo de la licitación en cuestión era la relocalización de varias familias de la zona, que habían ocupado terrenos de manera irregular y no contaban con los servicios básicos para poder vivir allí de manera adecuada: las denominadas “usurpaciones” en la zona del Alta Tensión han sido una postal frecuente durante los últimos años.
A fines de abril de 2018, unas 40 familias ocuparon unos 70 lotes, lo que motivó a que personal municipal, conjuntamente con representantes del área de Tierras y la Policía, desarticularan la importante movilización; utilizando maquinarias, derribaron algunas precarias construcciones que allí se habían establecido.

El “agitador”

Como si ello fuera poco, en marzo de este año, la Policía detuvo a un conocido vecino de la ciudad, que había sido condenado por el asesinato de su esposa hace más de una década, por organizar, a través de WhatsApp, una toma de terrenos en el Alta Tensión.
La maniobra fue advertida por las autoridades policiales e incluso municipales, que tomaron cartas en el asunto; el individuo fue detenido una segunda vez, luego de que asistiera a una reunión de vecinos en la sede vecinal de un barrio lindero, al cual le habían prohibido acercarse, entendiendo que buscaba motivar nuevamente la ocupación ilegal de tierras.

Demanda habitacional

Dicha situación y el escenario actual de las familias del Alta Tensión configuran un horizonte no sólo incierto en lo que refiere a la calidad de vida de dichos vecinos, a la vez que deja en evidencia la demanda habitacional de buena parte de la ciudad.
Por un lado, una porción importante de la comunidad madrynense busca acceder a la vivienda propia a través de programas como el Pro.Cre.Ar., que supone el acceso a un crédito con bajo interés, pero fijado en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA), una variable atada a la inflación y el incremento del dólar, lo que ha desalentado a muchos de aplicar a esa oportunidad.
Por el otro, un sinnúmero de familias ya constituidas que, ante la imposibilidad de adquirir lotes a través de créditos, son empujadas por la propia necesidad a establecerse en zonas cuya urbanización parte del propio esfuerzo de construir sus viviendas, a pesar de la carencia de servicios e infraestructura urbana que puedan garantizar una buena calidad de vida.

Punteros

Otro tema preocupante que padecen los vecinos del Alta Tensión es la extorsión por parte de “punteros”, en el marco de una zona “enganchada” prácticamente en su totalidad al servicio eléctrico.
“A veces nos cortan la luz para pedirnos plata”, reconoció un joven cuya identidad pidió no fuera citada, por temor a represalias.
Además, comentó que “la luz nos alcanza para los focos, pero nada más, es imposible usar una heladera o un lavarropas, ni hablar de otros artefactos, y menos de la calefacción, no tenemos gas”.

Contracara

La realidad del Alta Tensión no es muy distinta a la de otros sectores que se encuentran en la misma situación; no obstante, forma parte de la contracara de una ciudad que miles de madrynenses aún no conocen, porque no se han acercado allí, o bien porque una buena parte de la población entiende que las políticas públicas “son cosa de los Estados”.
Sin embargo, la plena solidaridad y el acompañamiento que las familias del sector reciben por parte de vecinos desinteresados e instituciones que no buscan un rédito público, sino colaborar en mejorar la calidad de vida de la zona, son cuestiones que mantienen viva la esperanza de quienes residen en uno de los sectores que más ha crecido en cantidad de personas, a contramano de los recursos necesarios para abastecer tal demanda creciente.

ÚLTIMAS NOTICIAS