EL COMISARIO GERMÁN MORALES EXPLICÓ EL ALCANCE DE LOS OPERATIVOS LOCALES CONTRA EL NARCOMENUDEO

“Detrás del adicto hay un vendedor y un proveedor”, aseguró el jefe de la PFA

El narcomenudeo es una problemática a nivel nacional e incluso mundial, donde los distintos “brazos” que lo componen, usualmente son una esfera mínima de un circuito mayor ligado al narcotráfico a gran escala.
En Puerto Madryn, el hallazgo de los cuerpos de Federico Lomeña y Héctor “Pato” López dejó entrever cómo operaban varias redes de narcomenudeo, con presunto asiento en la ciudad capital de Mendoza, desde donde provenía la droga, y el aceitado mecanismo a partir del cual las sustancias circulaban en Puerto Madryn.
También, la investigación anterior que señalaba a ambos amigos y a otros “sujetos de interés”, varios hoy detenidos, como integrantes de este tipo de estructura, evidenció lo fácil que para muchos jóvenes es conseguir droga en la ciudad del Golfo, ya sea a través de amigos o “conocidos de conocidos”, detrás de los cuales normalmente hay un proveedor y un vendedor.
La Policía Federal Argentina (PFA) con asiento en Puerto Madryn, que a partir de una decisión ejecutiva se constituyó como División Antidrogas local, es uno de los “brazos” del Juzgado Federal a cargo de Gustavo Lleral que lleva adelante operativos, cada vez con mayor frecuencia, y con un accionar silencioso que al momento ha logrado desbaratar varios puntos de venta y resquebrajar, en cierto modo, el circuito de narcomenudeo local.

Más de 40 agentes activos

En diálogo con El Diario, el comisario Germán Morales, jefe de la división local, explicó el alcance de los operativos y la necesidad de continuar impulsando investigaciones que muchas veces derivan en allanamientos y en la desarticulación de “puntos de venta” o, incluso, “búnker” donde se almacenan sustancias para su posterior distribución.
Actualmente, la División Drogas de la PFA está compuesta por distintas brigadas, integradas por personal que trabaja en la vía pública. Cada grupo se encuentra comandado por un oficial y, en total, el esquema asciende a unas 42 personas en la ciudad del Golfo.

Más de una decena de operativos

En este sentido, Morales sostuvo que “por un lado, tenemos los operativos de calle, basados en el trabajo más cotidiano, y la verdad que ha habido muy buenos resultados, se han secuestrado muchas cantidades y llevado a cabo gran cantidad de procedimientos” y precisó que “en lo que va del año, se ha hecho en la calle más de 12 operativos con una cantidad importante de secuestros (de estupefacientes); sumado a ello, en el 2019 llevamos unos doce allanamientos, con incautaciones realmente importantes”.
En lo que refiere a estos últimos operativos, remarcó que “lo relativo netamente a los allanamientos es a raíz de tareas investigativas donde se inicia la causa, hemos trabajado en más de veinte causas, las cuales arrojaron entre 12 y 14 allanamientos que logramos concretar con éxito”.

Resultados positivos

Por otro lado, el jefe policial sostuvo que “más del 70 por ciento de las causas que se han investigado han tenido resultados positivos”.
Esto último, reconoció, “implica distintas tareas de campo, hemos tardado unos dos o tres meses en algunos casos y en otros, menos, pero la idea es no sólo lograr el secuestro de la droga, sino que los que queden detenidos los que intervienen en dicha operatoria”, agregando que “en la mayoría de los casos se ha dado de esta manera, detenidos en penales o con prisión domiciliaria, dependiendo de qué tipo de persona se trata”.

La facilidad para conseguir droga

Uno de los escenarios que quedó expuesto a partir del doble crimen con “sello narco” de López y Lomeña, fue la facilidad con la que la banda operaba en distintos puntos de la ciudad, y donde las drogas eran comercializadas en plazas públicas y, en algunos casos, frente a escuelas de Puerto Madryn.
A su vez, la detención de más de una decena de presuntos integrantes, algunos de los cuales también están procesados por los homicidios, plasmó el entramado de un circuito donde la droga provenía desde la ciudad capital de Mendoza y luego era distribuida a los “cabecillas” de la estructura, quienes a su vez delegaban las tareas de venta en “dealers” o “transas”.
Una presunta interna entre los que formaban parte de la asociación delictiva devino en los homicidios de los dos amigos, ambos aparentemente cometidos por orden del proveedor, que residía en Mendoza y fue detenido tras un allanamiento surgido de una investigación del Juzgado Federal de Rawson.

Internas

Esta semana, inclusive, se cumplieron siete meses desde que fuera hallado el cuerpo de Héctor López en un descampado de El Doradillo; días después, Lomeña apareció enterrado en Playa Paraná.
Ambos crímenes habían sido cometidos con una brutalidad que la Justicia, en su investigación, consideró “innecesaria” por los tormentos a los que habían sido sometidos los jóvenes, producto de una aparente diferencia con un tercero, que terminó quitándose la vida y advirtiendo, a través de una carta dejada a su familia, que “esto pasa por jugar con fuego”.
Aparentemente, dicho joven, de tan sólo 20 años, había pedido ayuda a miembros de la banda para “matar a un transa”, según los peritajes en los teléfonos celulares de los implicados.

El circuito “consumidor-vendedor-proveedor”

Consultado sobre la demora frecuente de consumidores en lugares públicos y el hecho de que, siguiendo el circuito de obtención de la droga, es posible acercarse a la estructura de los distintos brazos que utiliza el narcomenudeo para la distribución, el comisario también se refirió al hecho de que, muchas veces, una misma persona, demorada por tenencia de sustancias, pasa a ser “conocida” en el ámbito policial tras la reiteración de detenciones.
“Para nosotros, es parte del trabajo. Hemos tenido dos o tres causas que han iniciado así, con un consumidor, hemos iniciado con el mismo y llegado a los proveedores, no sólo a los vendedores o ‘dealers’. Es parte del circuito. Lo que vemos cotidianamente es el consumidor, al que le llega la droga a través de un vendedor, y a este último de un proveedor”.

Adicciones

En el mismo sentido, Morales sostuvo que “a veces se tiene la suerte de empezar un poco más arriba y dar con el vendedor o proveedor”, no obstante puntualizó que “tenemos que entender, también, que el consumidor es una persona enferma, un adicto, y es parte del circuito. Más allá de que se genere un trastorno por detener más de una vez a la misma persona (en el caso de los consumidores), lo cual nos ha pasado, también hemos detenido personas y las hemos puesto a disposición del Juzgado (Federal), pidiendo a su vez una internación o tratamiento”.

Droga quemada

El caso más resonante relativo al tráfico de drogas fue el doble crimen de Federico Lomeña y Héctor Nehemías “Pato” López, el cual dejó en evidencia el aceitado funcionamiento del circuito del narcomenudeo en Puerto Madryn.
Consultado sobre la efectividad de los operativos y si, efectivamente, ha disminuido el tráfico de sustancias a nivel local, el jefe de la División Drogas de la PFA fue contundente: “Hay bastante menos narcomenudeo. De hecho, hemos desbaratado varios puestos de venta. Cada uno de los allanamientos ha sido en puntos de venta, donde hemos tenido la suerte de secuestrar hasta más de mil dosis de cocaína. Ni hablar de marihuana, de la cual se han secuestrado kilos y cantidades impresionantes. Es toda droga que se saca del ámbito de venta”.
Sobre el destino final de los estupefacientes incautados, Morales explicó que “se pone a disposición del Juzgado, al cual se trasladan las sustancias, y luego se dispone su incineración”.

De todas las edades

Uno de los patrones detectados, al menos en la demora a consumidores de sustancias, es que las edades muchas veces no sobrepasan los 25 años. Incluso, en algunas ocasiones, quienes son detenidos en posesión de estupefacientes son menores de edad, mientras que los vendedores suelen ser personas también de corta edad.
Muchas de ellas, atraídas hacia el circuito del narcomenudeo bajo la promesa del “dinero fácil y rápido”, como ocurrió con algunos de los detenidos por el doble crimen, que actualmente permanecen en prisión preventiva.
Sin embargo, cuando se habla de proveedores e incluso vendedores, las edades suelen ser dispares, según Morales: “Nos ha tocado gente joven en las esferas más bajas de venta, pero también gente de más edad y experiencia, que eran quienes ocupaban a estos jóvenes. Pero hemos dado con gente de todas las edades”, precisó.

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