DESTACAN EL RECURSO HUMANO QUE PASÓ POR LA DEPENDENCIA POLICIAL

Entregaron reconocimientos a 30 años de la creación de la Unidad Regional

En un concurrido acto que contó con la presencia de jefes policiales, autoridades municipales y distintas personalidades de la comunidad de Puerto Madryn, la Unidad Regional conmemoró el trigésimo aniversario desde que fuera creada, durante la intendencia del ingeniero Osvaldo Sala.
La jornada, que inició con una extensa e impecable pieza musical a cargo de la Orquesta de la Policía del Chubut, no estuvo exenta de reconocimientos a las distintas personas que transitaron durante las tres décadas de funcionamiento de la dependencia hasta la actualidad, al tiempo que también se puso en valor al personal retirado y a una empleada policial que cumplió treinta años en su función.
El aniversario de la Unidad Regional tuvo lugar el pasado domingo 14 de julio, pero el acto se realizó al día siguiente; estuvo encabezado por los actuales jefes, comisarios Víctor Hugo Acosta y Luis Cayupil, así como también por la viceintendenta Xenia Gabella, en representación del intendente Ricardo Sastre.
También, hicieron lo propio concejales y autoridades municipales, además del funcionario Nicolás Oviedo del Valle, en representación del ministro Coordinador, Federico Massoni, cuya ausencia se debió al conflicto gremial con los estatales.
No obstante, la figura central del acto fue el comisario retirado Omar Eleuterio Rogel, quien fuera designado al frente de la UR en 1989, a quien entregaron una placa en reconocimiento a su trayectoria.

Historia fundacional

Una vez culminada la apertura musical se hizo un repaso por la historia de la Unidad Regional, que fue puesta en funcionamiento mediante la Resolución 934/89.
Inicialmente, se encontraba ubicada en la intersección de las calles Pedro Derbes y Nueva León, en un edificio entonces cedido por la empresa Aluar Aluminio Argentino S.A.I.C. y refaccionado por el aporte de distintas empresas y comercios locales, los cuales también fueron reconocidos como partícipes de aquél episodio fundacional, además del Municipio, en aquél momento al mando del ingeniero Osvaldo Sala, hoy titular de la Administración Portuaria de Puerto Madryn (APPM). La primera dotación contaba con tan sólo una veintena de efectivos policiales.

Los retirados, presentes

Seguidamente, se entonaron las estrofas del Himno Nacional, el cual también fue interpretado por lenguaje de señas, a cargo de personal idóneo de la Policía provincial, y minutos después, comenzó la serie de reconocimientos a los distintos actores que formaron parte del pasado y presente de la institución.
En primer lugar, el jefe de la Unidad Regional hizo entrega de una placa conmemorativa al Centro de Retirados y Pensionados de la Policía del Chubut en Puerto Madryn, comisario retirado Ríos, “por el acompañamiento permanente en los treinta años de vida e historia” del destacamento.

El compromiso de la comunidad

Por otro lado, el segundo jefe policial, Luis Cayupil otorgó el correspondiente reconocimiento a Héctor Marcelo Carrera, un veterinario profesional “que brindó un permanente apoyo a la institución”, mientras que el Director de Recursos Materiales, comisario general Paulo Heredia, hizo lo propio a la Administración Portuaria, recibiendo la placa Osvaldo Sala.
A su vez, el Director de Recursos Humanos, comisario Luciano Yapileo, entregó una placa conmemorativa a la Municipalidad de Puerto Madryn, que fue recibida por la viceintendenta, Xenia Gabella.
El presidente de la empresa Fabri S.A., José Cardini, fue también reconocido por la colaboración de la firma con la Unidad Regional; recibió un presente conmemorativo por parte del jefe de la Unidad Regional.

El primer jefe

Luego de felicitar “a las empresas, entidades gubernamentales e instituciones de la sociedad civil por el trabajo conjunto y permanente”, la viceintendenta Xenia Gabella, el comisario Acosta y el ingeniero Sala reconocieron a la empresa que, hace treinta años, prestó las instalaciones para que pudiera comenzar a funcionar el destacamento bajo el cual hoy orbitan las cuatro comisarías que funcionan en la ciudad.
De este modo, el ingeniero Ivo Baeck, actual Director de Asuntos Institucionales, fue quien recibió el presente conmemorativo.
A su turno, el primer jefe de la Unidad Regional, comisario inspector (r) Omar Eleuterio Rogel, fue galardonado por los dos jefes del destacamento.

Tres décadas de servicio

Finalmente, dicho segmento culminó con uno de los momentos más emotivos, donde una empleada próxima a retirarse fue destacada por sus tres décadas de servicio dentro de la Unidad: “Comenzamos a decirle ‘adiós’ a una persona que cumplió sus treinta años dentro de la institución”, mencionó el locutor, anticipando que el jefe del destacamento y la Viceintendenta harían entrega de la última placa conmemorativa a la suboficial principal María Angélica Paradiso, despedida con una gran ovación de los presentes.

El retiro, un horizonte cercano

El único orador fue el comisario Víctor Acosta, quien destacó la nutrida participación del acto y remarcó que “es un momento muy pesado al sentir, principalmente por el momento en que hoy nos encontramos tanto yo como mi compañero, Luis Cayupil, ya próximos a los treinta años de servicio, lo que significa que estaríamos en condiciones de pasar a engrosar las filas de los retirados”.
En esta línea, planteó que “es un momento sumamente emotivo para mí, porque tengo el honor de poder reconocer la trayectoria del primer jefe de esta Unidad Regional, que hoy comando, y tener la posibilidad de darle el saludo de despedida y reconocerle la trayectoria a una compañera a punto de retirarse, como lo es la suboficial Paradiso, con la cual si bien no hemos compartido mucho tiempo, fue el suficiente para saber la clase de persona que es”.

Trayectorias

En otro orden, Acosta subrayó que “debería ser una práctica habitual el poder reconocer a la gente cuando está en actividad, y acordarnos de ellos mientras los tenemos con nosotros”, sumando a ello que “es muy difícil estar acá, la realidad es esa, me superan las emociones; personalmente, me apoyo en la historia y en los hombres que hacen a la misma; en mi despacho, mientras llegaban los retirados, los veía con un dejo de asombro y admiración, porque cuando yo era cadete, a algunos de ellos se los veía como gigantes que pasaban con unos ‘rombos’ y ‘soles’ (por las insignias) que nosotros no terminábamos de imaginar lo que significaba, y hoy estoy en ese lugar; ver el paso del tiempo y ver que fueron pilares y artífices de que me encuentre en este lugar, me llena de orgullo y emoción”.

Estar cerca de la comunidad

También, sostuvo que “personal subalterno y retirado que se ha acercado a compartir este momento, del cual hemos aprendido en gran parte de nuestra carrera, nos hace sentir muy valorados; igualmente, con aquellos jefes que han pasado por esta Unidad Regional y con los cuales, por una cuestión cronológica he compartido mucho más tiempo y los tengo entre mis amistades” y agradeció “al personal de la Unidad, por concretar esto, que simplemente se iba a circunscribir a un acto protocolar, pero ustedes lo han llevado a una instancia que tiene, esencialmente, el objetivo principal de nuestra institución, que es brindarnos hacia la comunidad”.

“Siempre unidos”

Finalmente, y en un tono más descontracturado, Acosta celebró “el acompañamiento”, además de agradecer a todos “por darle forma y color a esta ‘locura’, estar en todo momento” y aclaró que “si bien somos pocos, creo que hemos hecho mucho por este trigésimo aniversario; espero que sigamos de este modo, siempre unidos”.
El encuentro finalizó con el descubrimiento de una placa conmemorativa por parte de las autoridades presentes.
Se trató, en definitiva, de un acto diferente a los anteriores, acaso por uno de los desafíos por los que hoy transita la fuerza policial, el cual apunta a reconvertir una estructura verticalista y en ocasiones hermética, para dejar entrever su funcionamiento al resto de la sociedad; una tarea para nada fácil, donde “la disciplina es necesaria”, según indicaron, pero donde se prevé romper con la “impronta militar” que históricamente se ha endilgado a los uniformados.

“Rebelde” sin causas

En otro orden, en diálogo con la prensa radial, Acosta recordó cómo ingresó a la institución policial y, lejos de ser una vocación en un principio, reconoció que “llamativamente, en mí la pasión por mi profesión nació después de ingresar en la escuela (de Cadetes), por una decisión de obligación familiar; por aquellos años de la rebeldía de la adolescencia, mi padre, comisario, no tuvo mejor idea que anotarme, sin preguntar” y agregó que “un día a la mañana me llamó a la comisaría, llegué, papeles en mano, y a las 20 horas estaba tomando un colectivo desde Gobernador Costa para ir a la Escuela; así fue mi inicio en la Policía, indudablemente después vino la pasión, tras conocer la realidad de la institución”.

Los resabios de la formación militar

El comisario mayor también dejó entrever su impronta dentro de la Unidad Regional y comentó que “desde un principio, quisimos romper con el estereotipo de lo que es la Policía, una institución donde considero que aún hoy nos quedan algunos resabios de nuestra formación militar, y que por suerte se están yendo; de a poco, estos resabios van decantando” y remarcó que “no digo que sean malos, porque la disciplina siempre es buena, pero a nosotros, puntualmente como institución civil, nos ha costado muchísimo el tema de que nos identifiquen con fuerzas militares, que no lo somos; somos fuerzas civiles armadas, tenemos una formación o algunos conceptos militarizados y castrenses, pero estamos lejos de eso; por eso, la idea de la Unidad Regional fue esa, más que festejar para nosotros, brindarnos hacia la comunidad”.

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