LA PRESIDENCIAL, UNA ELECCIÓN QUE SE DEFINIRÁ AL FILO DE LOS NÚMEROS. EL OBSERVATORIO DE ENCUESTAS INDICA QUE MACRI DEBERÁ HACER UN ENORME ESFUERZO PARA NO PERDER EN OCTUBRE Y SU MEJOR ESTRATEGIA ES TRIUNFAR EN EL BALLOTAGE. LA GUERRA DE ENCUESTAS Y LA DANZA DE LAS PREDICCIONES

Finito finito

La fiebre de la predicción estadística no para, y el límite es el 3 de agosto. Hasta entonces, la Justicia Electoral permite la difusión de encuestas. Mientras el grueso de la población parece mantener un importante grado de abstracción frente al microclima de campaña, ayudados por el complicado día a día, las dos fuerzas que polarizan hacen como si sus propuestas fueran novedosas y entusiastas para un país que ya atravesó ambas experiencias.
Desde su lanzamiento a fines de mayo, el Observatorio de Encuestas 2019 viene reflejando a través de sus promedios, el fenómeno de hiperpolarización electoral que todas las consultoras coincidieron en pronosticar este año, tal como lo destaca el columnista político Juan Pablo Djeredjian desde LPO.
En ese marco, advierte que “en las últimas semanas, ante un escenario en que las dos fuerzas principales concentrarán cerca del 80% de los votos, las PASO tendrán el efecto de una primera vuelta, efectivamente sacando de carrera a las otras fuerzas, y muy probablemente forzando una definición en octubre”.
Se basa en que “El Observatorio midió a lo largo de junio y julio un escenario con las consultoras nuevamente muy activas, tanto las más cercanas al gobierno como al kirchnerismo, y con encuestas saliendo a la luz cada pocos días. Más allá de su orientación política o histórica, todas midieron en las últimas cinco semanas la remontada macrista que devolvió el alma a un gobierno golpeado y lo llevó a subirse a un exitismo que ahora preocupa a la campaña que dirige Marcos Peña. La pregunta es ¿qué preocupa a Peña entonces? Después de todo, los guarismos muestran la fuerte recuperación de Macri en las últimas cinco semanas, sumado a un Alberto estable e incluso mostrando una apenas perceptible caída. Además, los números de la última semana promediada recuerdan al resultado de las elecciones de octubre de 2015, un enorme triunfo simbólico de Macri, que, a pesar de perder por 3 puntos contra Scioli, terminó por llevarlo a la Presidencia en el ballotage.
Pero esa elección fue muy distinta a esta: la fuerza que lideró Sergio Massa se mantuvo competitiva como el espacio ´del medio´ y logró evitar la polarización que vemos este año. Teniendo en cuenta esa diferencia, si tomamos los mismos datos utilizados y se proyectan los indecisos, el panorama se vuelve escalofriante para Juntos por el Cambio.
Los datos para la 3ra semana de julio no sólo son terribles para Macri porque muestran al Frente de Todos a 2 puntos del límite de los 45% que garantizan una victoria en primera vuelta, sino también porque estos siguen siendo los números de las encuestadoras para las PASO. Es decir que los números del Observatorio colocan a Alberto Fernández arañando la Presidencia aun sin tener en cuenta el natural flujo y reordenamiento del apoyo electoral que sucede tras las primarias”, afirma.

La experiencia paso a paso

“La historia muestra que las PASO terminan por acentuar la polarización y herir de muerte a las terceras fuerzas. ¿Podría Juntos por el Cambio evitar que incluso 2 o 3 puntos de la fuerza de Lavagna y Urtubey fluyan hacia Alberto Fernández y Cristina Kirchner en las elecciones generales? Después de todo, se trata de dos fuerzas peronistas y varios de sus integrantes incluso compartieron gobierno en el pasado.
Por otro lado, ¿lograrán convencer al fuertemente ideologizado votante de Espert que deben abandonar sus convicciones para votar a un mal menor cuya gestión califican de «inepta»? Una cosa es elegir entre dos opciones indeseadas en un ballotage, otra muy distinta es conscientemente decidir no votar al candidato que representa las ideas liberales solamente para evitar un mal mayor. Ahí radica el mayor peligro que Macri enfrenta en la primera vuelta”.

Ocupados y preocupados

“Todas estas –dice el analista- son cuestiones que desvelan al comando de campaña macrista. Mientras tanto, los expertos saben que lo mejor que se puede hacer es fortalecer la campaña con el mensaje hacia su electorado de la importancia de ir a votar en las PASO para evitar el golpe psicológico que podría significar una diferencia mayor a 5% de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri.

Todo al ballotage

Juntos por el Cambio debe entonces apostar todo a la segunda vuelta. No solo porque ese escenario ya lo posiciona naturalmente como «el mal menor» ante el electorado para nada despreciable de Espert – y también en menor parte para el de Lavagna-, sino también porque los propios números de Macri que vienen registrando las encuestadoras son mucho mejores.
Los promedios de las últimas cinco semanas rondan el 50% para ambos candidatos, por lo que no escapan del error estadístico. Pero el escenario de ballotage es el único para el cual algunas consultoras se animaron a reportar una victoria de Macri. Y así las cosas, el Presidente se juega todo a que tengan razón”.

Guerra de encuestas

La revelación de sondeos, con la polarización a pleno, se transformó en una guerra numérica. Ayer, tres mediciones que se suman a 13 que habían trascendido tras el cierre de listas del 22 de junio y que difunde Clarín, exponen una guerra sin cuartel por las especulaciones graficadas.
¿Síntoma de la tensión estadística? Synopsis, una de las consultoras que más está monitoreando el escenario electoral, publicó su segundo sondeo en tres semanas. Resulta un buen parámetro medio: muestra cómo la pelea se concentra en el mano a mano entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, con el candidato K aún arriba y el Presidente recortando. Fenómeno, que encendió un alerta en el Frente de Todos.
Si se toma este último trabajo de Synopsis y se hace un promedio con las otras encuestas que fue publicando este diario, la fórmula K llega a 37,97% contra 33,99% del binomio oficialista. ¿La diferencia? Sólo 3,98 puntos.
La medición más optimista para el kirchnerismo (de las que accedió Clarín) es la que difundió Gustavo Córdoba & Asociados. Le da una brecha de 7,6 puntos. En paralelo, otros medios difundieron estudios con más distancia aún, como un trabajo de Hugo Haime, histórico consultor vinculado al peronismo, que pone a las K con 13,5 puntos de ventaja.
La que mejor le da al Gobierno, en cambio, marca directamente un empate en 37. Fue la que reveló días atrás la firma Real Time Data. Esta semana también circularon datos atribuidos a Isonomía, una de las firmas más cercanas al Gobierno, que muestran una paridad en 35. Son las únicas que ponen al oficialismo en igualdad de condiciones. Todas las otras, con matices, ubican al Frente de Todos arriba. Y con esta perspectiva, se refuerza la idea de un adelantamiento de fechas. Es decir, las PASO podrían funcionar como una primera vuelta y la general, como una suerte de balotaje. De confirmarse esta hipótesis, la elección podría definirse sin un mano a mano, con uno de los dos candidatos de la grieta llegando a 45 puntos o más en octubre. Habrá que ver…

Fuente: LPO, NA, Clarín, ODE

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