VECINOS DE COMODORO JUNTARON MILES DE COLILLAS EN LA PLAYA

Levantaron una “montaña de la vergüenza”

Este fin de semana, un grupo de vecinos por el “No al loteo de la Playa de los Palitos” y el Voluntariado Ambiental de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) recorrieron playas y espacios públicos para recolectar las colillas de cigarrillos e hicieron una “montaña de la vergüenza”, similar a la que realizaron vecinos de Mar del Plata.
El objetivo final es que la acción se replique y que los fumadores tengan conciencia sobre el impacto negativo que producen en el ambiente.

Acción mundial

Los vecinos se auto convocaron para sumarse a una acción global en cuidado del medioambiente. “En un lapso de dos horas entre los voluntarios logramos recolectar 18.500 colillas de cigarrillos aproximadamente, equivalente a 925mil litros de agua que no se contaminarán”, expresaron.
Sobre la continuidad de la campaña, señalaron que “a pesar del esfuerzo, esto es un inicio, pero no es suficiente, esperábamos más apoyo de la comunidad. Es hora de empezar a tomar conciencia del contaminante que significan”. Cabe señalar, que se estima que se desechan 5,6 trillones de colillas al año, cada una capaz de contaminar 50 litros de agua potable. Por eso, se reiteró el pedido que debe modificar actitudes personales: “si fumas, no tires las colillas al piso”.
Por otro lado, desde el grupo ambiental de la UNPSJB, indicaron que actualmente también se trabaja en la recolección de residuos orgánicos dentro de la universidad, se elabora con eso un compost del vivero.

En Mar del Plata

La iniciativa de la “montaña de la vergüenza” se replicó en distintas partes del mundo y, gracias al impulso de la organización marplatense “Colillas al Tacho”, sumó la participación de otras quince ciudades de la Argentina.
La primera fue en la ciudad de Mar del Plata, donde recogieron más de 80.000 colillas de cigarrillos recolectadas de la calle, plazas y playas para armar una “montaña de la vergüenza” frente al Museo MAR.
Marina Torrisi, estudiante de Gestión Ambiental y una de las impulsoras de “Colillas al Tacho”, expresó: “Los fumadores no tiran las colillas al suelo por maldad o mala intención, sino por falta de información”, ya que cuando se les comunica la gran cantidad de tóxicos y el perjuicio que los filtros generan en el medio ambiente, “en general lo entienden muy bien y empiezan a tomar reparos, tirándolos donde corresponde”.
Sin dudas, la falta de ceniceros en espacios públicos configura un importante obstáculo para revertir la mala costumbre. Por eso, más allá de las jornadas de limpieza, los jóvenes llevaron en más de una oportunidad su inquietud al Concejo Deliberante y se mantienen permanentemente al tanto de las políticas públicas que en otras ciudades se aplican para dar respuesta a la problemática internacional.

ÚLTIMAS NOTICIAS