CHUBUT IMPULSA ALTERNATIVAS PARA CAPTAR TURISTAS

Los cotos de las vacaciones de invierno se incrementaron un 67% en un año

La actividad económica regional del país posee un comportamiento estacional evidente. Las vacaciones de invierno son el período de mayor demanda para muchos centros turísticos y demás actividades recreativas que funcionan en torno a éstos. Por ello, una buena o mala temporada de vacaciones de invierno es sumamente relevante para el desempeño global de las economías regionales.
No se trata de una cuestión menor en un país tan extenso como Argentina. Si las expectativas de mediano y largo plazo son buenas, las actividades turísticas atraen inversiones en infraestructura y generan desarrollos productivos, que derraman en más y mejores fuentes de trabajo e ingresos para la población de las diversas regiones. De lo contrario, si expectativas alentadoras no se convalidan producto de una demanda frágil, los capitales se retiran provocando merma en la actividad económica. Los centros turísticos tradicionales, en particular los asociados a actividades invernales, permanecen activos todos los años a la espera de las reservas turísticas, que son un buen estimador de la actividad que se desarrollará a lo largo de la temporada.
Como es conocido, los principales destinos para el turismo interno de vacaciones de invierno se concentran en las ciudades de San Carlos de Bariloche, Mar del Plata, Iguazú, Mendoza y Buenos Aires. En este contexto, vale aclarar que Chubut está atravesando en este invierno una situación sumamente particular, tanto en la cordillera como en la zona costera.
El contexto macroeconómico actual dista de ser el más propicio para el despegue de este tipo de actividades. Desde principios de 2018 que los ingresos laborales vienen disminuyendo en términos reales, a partir de una dinámica inflacionaria que no ha dado tregua, y de aumentos salariales que se han ubicado sistemáticamente por debajo de la suba de los precios internos.
Al respecto, un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), explicó que como resultado de lo antes mencionado, “la actividad económica local se está retrotrayendo, el consumo local decrece y los gastos incurridos en servicios públicos ocupan una mayor proporción de los ingresos familiares. Algunos sectores de actividad, como el del turismo, se encuentran particularmente afectados por el grado de solidez del consumo interno”.
En primer lugar, la caída del salario real impacta directamente sobre la capacidad de la población de hacer frente a gastos de consumo “no esencial”, como son aquellos destinados a costear las vacaciones de invierno y demás actividades conexas.

Ocupación hotelera

Luego de un 2016 donde el salario real de los trabajadores locales disminuyó de manera marcada, un 2017 en el cual no pudo recuperarse de su retroceso del año previo, y un 2018 donde comenzó un segundo momento de fuerte caída en la actividad pero de mayor duración y profundidad que se extendió incluso hasta el corriente año, lo cual significó un duro golpe para la evolución del poder de compra de los ingresos laborales domésticos. Debido a ello, el panorama se mantendría desfavorable para turismo residente, con el consecuente perjuicio a las economías regionales que se nutren del mismo.
En una apertura por nicho de poder adquisitivo, se advierte que las canastas de vacaciones más “austeras” son las que registran un mayor incremento, con una suba del 70% promedio. Asimismo, se promedia un avance de 67,2% en la canasta selectiva y del 64,4% en el segmento premium.
“La proporción de los ingresos destinado a las vacaciones de invierno se reduce sensiblemente, siendo muchas veces la restricción limitante para no poder vacacionar en el período invernal. El clima vivido durante las últimas semanas, donde se produjo una escalada del dólar, sumado a la incertidumbre creciente sobre la evolución de la economía, imprime cautela sobre los sectores de menores salarios ante gastos que se pueden reducir o eliminar”, precisó el documento de la alta casa de estudios bonaerense.

Cada vez más argentinos vacacionan en el país

Además, desde la UNDAV consideraron que “las consecuencias de políticas macroeconómicas erráticas tienen sus repercusiones sobre las decisiones económicas de los agentes domésticos y de los habitantes del resto del mundo. Ocurre que, tras el fuerte salto devaluatorio desde abril del 2018, que llevó el precio de la divisa a aumentar más del 120%, nuestro país se abarató en relación al resto del mundo y eso desincentiva la posibilidad de pasar la temporada invernal en el exterior”.
De modo inverso, el resto del mundo se encuentra actualmente “caro” en relación a la Argentina, lo que provoca una menor salida de agentes locales con motivos turísticos. Lo contrario ocurría por caso en 2017 y primeros meses del 2018, cuando la moneda sufrió una fuerte apreciación y el turismo emisivo superó al receptor.
Asimismo, el turismo emisivo por vía aérea había venido creciendo fuertemente durante 2017 y 2018 (interanual acumulado en los primeros cuatro meses del año), a tasas del 19,7% y 15,3% respectivamente.
De la misma forma, el turismo receptivo crecía pero a tasas menores, del 4,4% y 6,1% respectivamente. En cambio, tras la fuerte crisis que se impuso durante gran parte del 2018 se observa que las tendencias se han revertido. Se dispara el turismo receptivo que crece en 20,4% en los primeros cuatro meses del año, y en cambio se desploma el turismo emisivo, que cae un 18,5%.
Lo antedicho se condice con lo ocurrido en la cantidad de horas pernoctadas y la cantidad de viajeros por el territorio diferenciando por su condición de residente o no residente. Aparece que en los primeros cuatro meses del año en relación al mismo periodo del año anterior las horas pernoctadas cayeron un 2,7% pero mientras el pernocte de los residentes cayó en un 6,5% el de los no residentes (turistas extranjeros) aumentó en un 14,6%. Similar comportamiento se observa en la cantidad de viajeros. Mientras el total de viajeros cayó en un 0,9% en relación a 2018 y dentro de ellos los que son residentes cayeron en un 4,8%, los viajeros no residentes aumentaron en un 14,7%.

Cordillera chubutense

En este contexto, vale recordar que uno de los puntos más fuertes del turismo de invierno en Chubut es la zona cordillerana, donde hace pocas semanas se oficializó la sesión del Centro de Alta Montaña (CAM) “La Hoya” a la empresa Don Otto, que a partir de ahora estará a cargo de dicho espacio, para explotarlo turísticamente.
Si bien es cierto que este fue el primer año de la compañía en este complejo, hay que aclarar que esto se dio en una situación sensible para el sector cordillerano chubutense, al menos en lo que tiene que ver en el turismo. Esto se debe a que producto del brote de hantavirus que se dio en el último verano, muchos sectores que trabajan con la actividad turística tuvieron una merma sumamente contundente en los primeros meses del corriente año. Ahora, esperan que la nueva administración del CAM “La Hoya” empuje un poco el turismo en la zona cordillerana provincial.

Nuevas lowcost en la provincia

En este mismo sentido, vale recordar que a partir de septiembre la empresa aérea lowcostNorwegian comenzará a operar en el aeropuerto de la localidad de Trelew. Todo parece estar listo para el desembarco de esta nueva compañía, debido a que las autoridades de la firma noruega ya hicieron un reconocimiento de las instalaciones del Almirante M. A. Zar.
Asimismo, si bien todavía restan ultimarse algunos detalles, se espera que Norwegian también vuele a otros puntos de la provincia: Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia. Además, cabe aclarar que ésta será la primera empresa lowcost que llegará al aeropuerto de Ushuaia.
Norwegian tendrá asignadas cinco frecuencias semanales para unir a Trelew con Buenos Aires. La salida desde Capital Federal sería a las 9:45 con arribo a las 11:45, mientras que el regreso será con despegue a las 12:20 y aterrizará en Aeroparque a las 14:10.

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