Una situación que se repite en varios sectores de la ciudad son las “tradicionales” juntadas de personas en plazas y espacios públicos, a partir de las cuales, en más de una ocasión, las intervenciones han arrojado lamentables resultados, entre ellos enfrentamientos entre grupos antagónicos y con la propia Policía, sin mencionar el secuestro de alcohol y sustancias.
Potenciados por la ingesta de bebidas, muchos jóvenes han protagonizado violentas grescas, una postal frecuente durante la madrugada de los domingos y feriados, principalmente en la zona de locales bailables de la zona céntrica.
Sin embargo, otros barrios de la ciudad padecen la misma problemática, en su mayoría los ubicados en la periferia del ejido urbano, donde las “previas” realizadas por jóvenes, algunos de muy corta edad y hasta menores, continúan generando disturbios y más de un reclamo por parte de vecinos.
El secuestro de sustancias por parte de los uniformados deja en evidencia un aumento no solo del consumo, sino también de la comercialización a menor escala por parte de sujetos, algunos de los cuales representan distintos “brazos” del narcomenudeo en la zona; un flagelo sobre el cual la Justicia Federal ha comenzado a profundizar su accionar a raíz de distintas causas que tramitan en la ciudad del Golfo.

Bebiendo en la calle

En esta ocasión, personal policial debió intervenir en una zona frecuentemente conflictiva, cercana a Los Piletones, donde agentes de la División Motos interceptaron a dos jóvenes de 25 y 30 años que se encontraban bebiendo alcohol en la calle Washington Jones, a pocos metros de la avenida Juan XXIII, y momentos antes del que procedieran a identificarlos, advirtieron que los sujetos habían descartado algunos elementos, “presumiblemente marihuana”, por lo que convocaron a uniformados de la División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales.
Además, los policías incautaron una mochila perteneciente a uno de los muchachos, en cuyo interior guardaban dos piedras de dicha droga y hasta “una balanza con olor propio a dicha sustancia”.

Consumo y venta

Una vez secuestrada la droga, realizaron el correspondiente pesaje, que arrojó unos 14,5 gramos para la primera “piedra” de cannabis sativa, y unos 66,6 gramos para la segunda.
De este modo, junto a dichos elementos y cigarrillos de marihuana que poseían los jóvenes, se determinó un peso total de 80,1 gramos de la sustancia.
Seguidamente, notificaron al Juzgado Federal de Rawson tras incautar la droga y la balanza, advirtiendo que los sujetos no solamente estaban consumiendo, sino que tenían intenciones de comercializarla; los mismos fueron imputados por infracción a la Ley 27.737, conocida como “Ley de Estupefacientes”, y continuaron en libertad.

Grescas y homicidios

La situación puso en evidencia, una vez más, la problemática del consumo en jóvenes, así como también la presencia de “grupos” en la vía pública; cabe recordar distintos hechos ocurridos tiempo atrás, como por ejemplo el homicidio de un menor de edad en inmediaciones de la plaza central del barrio Presidente Perón, “N. H.”, quien tenía tan sólo 16 años cuando fue ultimado de un disparo en la cabeza por un sujeto con el que, aparentemente, había mantenido diferencias momentos antes.
La zona costera del centro también es uno de los sectores donde, frecuentemente por la madrugada, ocasionales transeúntes advierten la presencia de grupos de jóvenes que ingieren bebidas alcohólicas y, en algunos casos, provocan disturbios en la zona.

Crecimiento del consumo

Otra problemática que se desprende de las últimas situaciones es el creciente consumo de sustancias por parte de menores de edad, donde, según datos precisados por la Dirección de Prevención de Adicciones municipal, la edad más temprana donde algunos jóvenes comienzan a volcarse a la ingesta de sustancias “es entre los 9 y los 10 años”.
A ello se le suma la cada vez más frecuente incautación de sustancias, tanto marihuana como cocaína, por parte de la Policía en procedimientos realizados contra el narcomenudeo, uno de los flagelos principales a nivel social, el cual es incluso extensivo a la propia juventud, a la que cada vez le es más fácil acceder a las drogas.