Página de cuento 753

Sapoman vs Faceman – Parte 31

Por Carlos Alberto Nacher
Cnacher1@hotmail.com
Y los caminos del amor, como casi siempre ocurre, son escabrosos. Sapoman pensaba, pensaba, analizaba, calculaba variables empíricas, nunca pragmáticas. La cosa estaba entre Melisah y Anplagued; el resto de las mujeres de la tierra no significaban nada para él. Y eso que eran millones, y de entre todas ellas era estadísticamente seguro que al menos una podría hacerlo feliz, pero no pensaba en ninguna de ellas. Sólo en Anplagued y Melisah, en Melisah y Anplagued. Ese era su mundo, y su fin del mundo.
De repente, al encontrarse sumergido en aquella ensoñación, en medio de aquella avenida húmeda, oscura, cálida y mística, como un útero materno, no se percató que se le acercaba, por detrás, un vendedor de canelones de verdura. Usaba una barba muy despareja, con largos hilos blancos, algunos se le enredaban en el cuello de una camisa amarillenta, otros se le entremezclaban con la cabellera, también blanca. Sus dedos eran muy largos, llenos de tierra negra bajo las uñas.
“Señor” le dijo, y ya se encontraba muy cerca. Sapoman, hundido en sus cavilaciones, despertó de golpe. Con un movimiento grosero y, preparado como estaba, en tantas artes marciales, como el Kapap, el Muai-Tai, y el jiu jitsu brasileño, giró en un milisegundo sobre sus talones y le aplicó un uppercat tan fuerte en la pera al vendedor de canelones de verdura, qué el mismo cayó desparramado sobre el asfalto, completamente desmayado, y los canelones volaron al unísono hacia la vereda de enfrente, donde tres perros hambrientos y haraposos los recibieron con gruñidos y con la felicidad extrema que da haber recibido un don milagroso.
Sapoman, compungido, se inclinó sobre el cuerpo inerte del comerciante, que aún respiraba, pero que yacía dormido.
Entonces Sapoman, lo miró fijo a los ojos cerrados, y pensó:
“Seguramente este pobre hombre me hubiera dado algún consejo, se puede percibir su antigua sabiduría detrás de estas canas ralas y blancas. Es probable que, de no estar knock out o quizá muerto, me hubiera dicho que “”El Planeta Tierra no es una esfera perfecta, y que además, están las variaciones topográficas, por supuesto. Y otras cuestiones más que sería aburrido comentarlas. Pero lo esencial es que la gravedad es distinta en diferentes sitios. Por lo que si la balanza de la justicia es muy grande, si sus brazos son muy extensos, ocurre lo que Ud. observa. No es que sea medio rara…es muy esperable.””
“”Hay personas que exteriorizan, sin ser conscientes, ese amor de tal modo que se hace visible, palpable para los demás. Y logramos percibirlo como algo completamente natural.””
“”Las emociones hacen grandes a las personas y hacen brillar la belleza que tienen dentro de ellas…. y yo ahí viéndolas dentro de sus miradas. ¡Una noche hermosa! ¡Llena de sorpresas! Comparsa….y un broche con fuegos artificiales…””
Sí, si, tiene toda la razón. ¡Este hombre es un sabio! El amor hace brillar, y cómo quisiera poder fotografiarlo. ¡Podría capturar imágenes increíblemente emotivas! Mostrar con mis fotografías que no hay nada más bello que el amor sincero, que en las miradas de los enamorados puedan ver el amor, el respeto, el orgullo, que existe entre ellos….”
Jajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Continuará…

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