CON LA ASUNCIÓN DE FEDERICO MASSONI COMO MINISTRO COORDINADOR, ARCIONI BUSCARÁ PONERLE DINÁMICA A LA GESTIÓN. LA REFORMA MINISTERIAL EN PUERTA Y LOS SIETE BASTIONES QUE EJECUTARÁN EL PLAN DE GOBIERNO 2020. LA BUSQUEDA DE ACHIQUE DEL DÉFICIT FISCAL COMO PRIORIDAD DE CHUBUT

Un pulmotor para el estado

Por Trivia Demir

Las modificaciones de Gabinete que comenzó a realizar el gobernador reelecto, Mariano Arcioni, son el anticipo que habrá cambios importantes en la estructura del gobierno de Chubut para los próximos cuatro años que se avecinan. Y además deja entrever que no se sentará a esperar que la Legislatura le apruebe la reforma ministerial para modificar de plano la operatividad de la gestión, sino que irá acelerando dentro de las posibilidades las cosas. Como dice un antiguo proverbio ruso: “Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla”, sería la orden pragmática que imparte Arcioni a su ´círculo verde´.
Precisamente porque si algo le viene haciendo ruido al escriban durante todo este tiempo en que desembarcó en el gobierno, es el nivel de burocratización y aletargamiento en que había entrado la maquinaria estatal, algo que anticipa un naufragio inminente de cualquier mandatario. Sobre todo a partir de los problemas de salud del extinto gobernador Mario Das Neves y de allí en más, por tratarse además de un modelo de gestión sumamente paternalista y centralizada, la planta política entró casi ´en piloto automático´ y con un ritmo escaso ´de 8 a 13´.
Ya en esa instancia se había comprendido la necesidad de reformular el rol del estado y en eso se centraron los avances en el área de ´modernización´, discontinuadas posteriormente por tanto desmadre de la estructura de gobierno.
Atendidas las urgencias de coyuntura de gestión y políticas, y con la reelección garantizada, para Arcioni ahora es tiempo de definir un modelo propio de resolución operativa del gobierno. Algo que se merece mucha más agilidad y eficiencia en términos de resultados, sobre todo por los complejos tiempos que corren.

Se terminó lo que se daba

En ese marco, dos cambios se dieron en estos días. Por un lado la consolidación de Luis Tarrío como ministro de Economía, y ayer con el enroque que se produjo asumiendo, el ministro Federico Massoni (ex Gobierno) en Coordinación, y delegando en Mariana Vega (ex Medio Ambiente) el ministerio de Gobierno.
Está claro que para Arcioni estas áreas son esenciales. Economía porque de ello depende el día a día provincial, Coordinación porque es el pivote que pone a andar la maquinaria del Estado que tanto está costando aceitar, y Gobierno porque consolida la rigurosidad de la mirada legal sobre expedientes, procedimientos y transparencia necesaria.
Y aunque en los hechos aún no se produce la reforma ministerial ´formal´, las modificaciones operativas si se van dando. De hecho, el Ministerio de Coordinación que ahora está a cargo de Massoni absorbió “la policía, el servicio penitenciario y todo lo relacionado con los magistrados”, tal como lo aclaró el propio ministro en el emotivo acto.

Los ruidos y las nueces

Estos cambios eran lo que se dice ´cantados´ desde hacía bastante tiempo. En los hechos, Tarrío era el ´ejecutor´ de gestiones en Nación y prácticamente el pensador excluyente de la estrategia administrativa y ministerial desde hacía bastante tiempo. Mientras que en Coordinación, la capitalización de la experiencia de Marcial Paz cumplió su ciclo ya desde el año pasado, y en este último tiempo se enredó un tanto con las modificaciones estructurales que se requieren a futuro y que se venían resistiendo. Es que Paz fue secretario de Trabajo del ex gobernador y ya fallecido Mario Das Neves y luego, en la actual gestión provincial, se desempeñó primero como ministro de Gobierno y en esta última etapa como ministro Coordinador. Se puede decir que la gestión que termina vivió un antes y un después, y que el proceso de ´desdasnevisación´ del gobierno comenzó de manera traumática con resonados procesos judiciales aún en definiciones, y continuó con cambios de modos de resolver que arrastraron también cambios de roles y de personas. Muchos funcionarios quedaron prendados de la ´historicidad´ de vínculos que arrastraban y mantenían con el líder fallecido y a partir de ahí esgrimían derechos y deberes. Esto evidentemente se va terminando.
No en vano esta semana las modificaciones que se van dando así lo demuestran. Sobre todo con la definición de la salida del propio hijo del ex mandatario en su cargo de director del Banco del Chubut, y ahora el recambio de la Coordinación de todo el Gabinete.
El lunes pasado, como ya se viene repitiendo hace varios meses, el gobernador presidió la habitual reunión de gabinete de comienzo de semana, en donde se repasaron los temas prioritarios de cada cartera gubernamental y los objetivos a corto plazo que se deben trabajar o profundizar. Y la ausencia notable del ministro que debía coordinar hizo suponer que se había terminado de cumplir un ciclo. En esa ocasión, el tema principal a tratar fue precisamente la nueva Ley de Ministerios que el Poder Ejecutivo elevará en los próximos días a la Legislatura, con el que se busca generar más agilidad y dinámica a las políticas impulsadas por el comodorense.

La futura Ley de Ministerios

En la reunión de Gabinete, Federico Massoni explicó que “aprovechamos para hablar sobre el proyecto de reforma de la ley de ministerios, en la cual el gobernador ha pedido tener una estructura en lo que es la administración de la gobernación, ágil y eficiente, con una impronta moderna a lo que es el movimiento del Estado”. “Esto puede implicar que tal vez se eliminen algunas áreas que existen actualmente, pero se debe aclarar que achicar la estructura no es sinónimo que funcione dinámicamente, por eso esto debe ser analizado, sabiendo además que lógicamente no pueden desaparecer algunas temáticas, las cuales deben ser jerarquizadas”, detalló el funcionario.
Si bien la letra de la Ley en elaboración aún no se conoce, trascendió que efectivamente la reforma será notable. Entre las modificaciones que se darían hay fusiones ministeriales que derivarían en la conformación de siete ministerios fuertes: Economía e Infraestructura; Coordinación, Seguridad y Justicia; Gobierno; Educación y Cultura; Salud y Desarrollo Social; Energía y Medio Ambiente; y Producción, Industria, Comercio, Ciencia y Tecnología. Aunque a la par del achique de representaciones y cargos políticos se jerarquizarían secretarías, subsecretarías y direcciones.

Achicando la parada

Con estas reformas Arcioni podrá mostrar cambios reales, intentos de achique de la planta política y esfuerzo por reducir el déficit fiscal, algo que comprometió expresamente a Nación al firmar el Pacto Fiscal el año pasado, y que aún no pudo concretar. Que además es fundamental para garantizarle gobernabilidad. No es un dato menor que el primer trimestre de 2019 Chubut volvió a tener las cuentas en rojo y registró un déficit acumulado de 12 millones de dólares, cuando el proyectado Presupuesto 2019 suponía cerrar el año con superávit por primera vez después de tres años. Para fin del año, se licuarán solamente en salarios más de 37 mil millones de pesos. Además, los vencimientos de deuda ponen en jaque la lista de prioridades si no se empieza a pensar en un achique de gastos. Según los entendidos, hasta ahora, los gobiernos de turno han venido tirando ´la pelota para adelante´, afrontando la operatividad con endeudamiento. Pero está opción en el marco de una crisis nacional que ocasionó el ´cierre de canilla´ de los mercados para la toma de deuda argentina, es prácticamente insostenible. De hecho, la deuda de Chubut pasó de 7.426 millones de pesos en 2015 a $37.483 millones en 2018. Algo que deja bastante que desear en el análisis hacia atrás de gestiones políticas que mostraron resultados pero a costa de endeudamiento futuro, y en algunos casos, ni siquiera se puede identificar una relación directa entre el gasto que existió y los beneficios e inversiones públicas concretas. Otro de los temas en que se dice, concentrará Arcioni su esfuerzo por transparentar procesos y facilitar un mejor acceso a la información administrativa provincial. Habrá que ver…

Fuentes: ADNS, NA, propias

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