El Hospital Zonal “Dr. Andrés Ísola” de Puerto Madryn atraviesa una apremiante situación de falta de personal, insumos y problemas con las derivaciones.
A ello se le suma la retención de servicios por parte de trabajadores estatales que cumplen funciones dentro del ámbito sanitario, algo que genera un evidente colapso en la capacidad de respuesta.
“Una cuestión muy importante es que los pacientes, al estar el Hospital y los Centros de Salud en paro o ‘semi-paro’, ya que en algunas áreas no se puede dejar de atender, los mismos, por no tener recursos económicos para atenderse en otro lado, dejan de concurrir y terminan haciéndolo, en casos de enfermedad, en una situación en la que se puede hacer poco”, mencionaron desde el área de Clínica Médica del nosocomio, advirtiendo que los insumos enviados desde el Ministerio de Salud provincial muchas veces se retrasan o “directamente no se envían”.

Retiros y puestos sin cubrir

Al respecto, el jefe del Servicio de Clínica Médica, doctor Alejandro Larriera, reconoció una retracción en la atención como consecuencia de las medidas de fuerza llevadas a cabo por los gremios, a lo cual se le suma la falta de personal por no cubrir cargos.
En diálogo con LU17, sostuvo que “además de todo el contexto, que no ayuda, cada vez hay más pacientes que llegan al Hospital, sin mencionar que Chubut es la principal provincia donde más pacientes dejaron prepagas y obras sociales”.
Dichos pacientes “terminan viniendo al Hospital, a la vez que cada vez hay más obras sociales y prepagas cortadas; por ello, vienen al hospital, donde hay escaso personal porque se va jubilando, se va de la provincia, no hay nombramientos y están paralizados los ingresos, salvo casos muy puntuales”.

Faltan médicos

En esta línea, Larriera advirtió que “cada vez hay más sobresaturación de todo el personal, sumado a que no se están pagando los sueldos, lo que lleva a una situación muy complicada” y especificó que “faltan médicos para la Guardia, para los servicios del Hospital, y en los Centros de Atención periférica hay necesidades que no están cubiertas hace mucho tiempo, lo que sobrecarga al personal, sin que este cobre el sueldo; el Hospital de Madryn es el hospital de la ciudad, uno no puede cerrar la puerta a los pacientes, por lo que se termina trabajando en esta situación exclusivamente por los pacientes”, aunque sostuvo que “hay un punto en que, todos los días, nos planteamos con los compañeros ‘qué vamos a hacer’ si esto sigue empeorando”.

Problemas con derivaciones

El impacto en la salud de quienes se atienden en el Hospital Ísola es evidente: “Otra situación es que, en pacientes con enfermedades complejas, las derivaciones son cada vez más difíciles por falta de respuesta económica, nada más se aceptan en lugares públicos que están saturados; uno logra derivados cuanto tiene algún contacto en algún lado, que hace un espacio y lo acepta, sino tiene que pedir la derivación para que salga por la Provincia, para que se lo acepten a esta última, lo que resulta muy difícil”.
También, el sanitarista puso en relieve que “los sitios para derivaciones en Buenos Aires están saturados, y lo cierto es que si uno no hace un contacto con un médico, pidiendo que lo reciba, es muy difícil; y ni hablar del traslado”.

Faltante de insumos

En cuanto a la entrega de insumos por parte de la cartera de Salud provincial, Larriera planteó que “siempre hay algún faltante, yo estoy en un área más clínica donde los insumos son más ‘sencillos’, por decirlo de alguna forma, pero en el quirófano es más complejo y hay más faltantes”, aunque reconoció que este “no es el problema principal” y que “el Hospital de Madryn tiene muchas cosas de autogestión por arancelamiento, las cuales logra cubrir; pero lo que envía Provincia cada vez se retrasa más, o no se envía y el Hospital tiene que salir a cubrirlo, cada vez perdiendo más recursos propios”.
Finalmente, señaló que “una cuestión muy importante es que los pacientes, al estar el Hospital y los Centros de Salud en paro o ‘semi-paro’, ya que en algunas áreas no se puede dejar de atender, los mismos, por no tener recursos económicos para atenderse en otro lado, dejan de concurrir y terminan haciéndolo, en casos de enfermedad, en una situación en la que se puede hacer poco; todo ello, por la situación de deterioro global en la que el paciente consulta tarde y termina en el Hospital, entrando por Guardia, internándose y con poca capacidad del Hospital para poder dar respuesta”.