FUERON REDACTADOS EN SU TESTAMENTO, CONSERVADO EN EL MUSEO MITRE

Cuáles fueron los consejos del General San Martín a su hija Mercedes

En 1825, en la ciudad de Bruselas, José de San Martín escribió una lista de consejos destinados a la educación de su hija. El manuscrito original se conserva en el Museo Mitre.
A los pocos meses de nacer Mercedes Tomasa San Martín y Escalada, en 1816, el Libertador emprendió su travesía hacia Chile y Perú. Sin embargo, mantuvo el contacto con su hija a través de cartas que se escribían con su esposa María de los Remedios de Escalada. El reencuentro sucedió en 1923, luego de la muerte de Remedios; desde entonces, el General abandonó su carrera y emprendió, junto con Merceditas, su exilio a Europa. “Cada día me felicito más y más de mi determinación de haberla conducido a Europa y arrancado del lado de Doña Tomasa (su abuela materna). Esta amable señora, con el excesivo cariño que le tenía, me la había resabiado -como dicen los paisanos- en términos que era un diablotín”, escribía San Martín a su amigo Tomás Guido.
San Martín murió el 17 de agosto de 1850, aunque sus restos fueron repatriados recién hacia 1880, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda. Desde entonces, descansan en la Catedral de Buenos Aires.

Agradecimientos

También, el General San Martín tuvo palabras de agradecimiento en su testamento, dedicadas a su hija Mercedes. Esto decía: “El constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura todos mis desvelos, haciendo mi vejez feliz: yo le ruego continuar con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido”.

El testamento

Desde Francia, en la ciudad de Boulogne sur Mer, San Martín redactó con su puño y letra cada uno de sus deseos: “En el último rincón de la tierra en que me halle estaré pronto a sacrificar mi existencia por la libertad».
El testamento tiene siete cláusulas y un artículo adicional, dedicadas al cuidado de su familia, herencia de sus bienes preciados y un manifiesto de sus conductas y últimas voluntades.

Sin funeral

Su último deseo: “Prohíbo el que se me haga ningún género de funeral, y desde el lugar en que falleciere, se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía, el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires”.
Un pedido adicional: “Es mi voluntad que el Estandarte que el bravo Español Don Francisco Pizarro tremoló en la Conquista del Perú sea devuelto a esa república (a pesar de ser una propiedad mía) siempre que sus gobiernos hayan realizado las recompensas y honores con que me honró su primer Congreso”.
Son pocos los retratos auténticos de José de San Martín. Se estima que posó solo en cinco oportunidades. La primera, en Santiago de Chile en 1817, para el artista limeño José Gil de Castro, y la última en Francia, dos años antes de su muerte, para que le fuese tomado un daguerrotipo. Podés visitar ambas imágenes en los Museos Nacionales.

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