El consumo de combustibles premium se derrumbó 25%

Como se venía vislumbrando mes a mes, el primer semestre cerró con una caída en el consumo de combustibles, en un contexto recesivo, con salarios que vienen de perder 12 puntos porcentuales respecto de la inflación y que recién comenzaron a recuperar ahora, y con aumento en las naftas casi todos los meses producto de la inflación, el tipo de cambio y el valor del petróleo.
De acuerdo con un informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la Argentina (Cecha), la demanda de combustibles cayó 5,28% en junio respecto del mismo mes del año pasado y acumuló una merma de 1,18% en los primero seis meses del año. El semestre registro una caída interanual después de dos años de crecimiento. En el mismo período de 2018, la venta de combustibles había crecido 2,35% respecto de 2017, mientras que en el primer semestre de ese año había trepado 1,7% frente al 2016.
La contracción del semestre está impulsada por una fuerte baja en el consumo de la nafta premium, que se derrumbó 24,4% interanual, y del diesel, cuya demanda se contrajo 7,85% respecto del mismo período del 2018. Ambos llevan, respectivamente, 11 y 9 meses consecutivos de caída. Pero compensaron -y por eso la caída no fue mayor- las ventas de gasoil, utilizado mucho en el sector agropecuario, y la nafta súper, que treparon 7,83% y 5,76%, respectivamente.
Con la caída de junio, que alcanzó el 5,28% interanual, la venta de combustibles al público volvió a bajar por encima del 5% después de seis meses, ya que el último registro similar se había dado en diciembre, con una contracción del 5,17%. En junio, se sintió fuerte la baja en la incidencia que venía teniendo el gasoil por la actividad agropecuaria, que en abril y mayo había crecido 13,8% y 18,4%, respectivamente, y que en el sexto mes del año subió apenas 1,5 por ciento.

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