El empleo registrado en empresas privadas cayó durante 16 de los últimos 17 meses. Como resultado de esta tendencia, en la actualidad el número de empleos formales es el más bajo de los últimos ocho años, según los indicadores del mes de junio, que es el último dato oficial disponible.
Chubut no es ajena a esta realidad, recordando que desde 2015 el empleo privado sufrió variaciones negativas considerables. En el registro oficial del mes de marzo, que, como se mencionó anteriormente, es el último dato disponible, los niveles de dicho indicador se situaron cerca de los registrados en octubre de 2010.
Según el propio Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, en el quinto mes del año se destruyeron 1.800 puestos de empleo formal. En tanto, a lo largo de lo que va del corriente año, la cifra asciende a las 3.700 fuentes laborales.
Si bien en 2013 se llegó a valores similares a los actuales, la crisis en el sector data de una de las peores de la última década, teniendo en cuenta que entre fines de 2015 y los últimos números oficiales, la caída de puestos laborales en el área formal alcanzó a 9.200 personas. Así, Chubut pasó de tener 101.400 empleados formales en diciembre de 2015 a los 92.200 que se registraron en mayo del corriente año.

Guarismos

Entre enero de 2018 y junio del corriente año, el nivel del empleo registrado en empresas cayó un 3,4%. Las contrataciones de trabajadores por parte de las empresas privadas se encuentran virtualmente paralizadas, mientras que la tasa de incorporación de personal fue la segunda más baja de los últimos 24 años. Es necesario remontarse al 2002 (plena crisis por el quiebre del Régimen de Convertibilidad) para observar una tasa de incorporaciones inferior a la actual.
En tanto, el desplome de los ingresos de personal constituye el principal factor que explica la contracción del nivel de empleo neto.

Trabajo registrado

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Como resultado de la tendencia declinante del empleo formal, en mayo de 2019 se verificó la menor cantidad de asalariados registrados en empresas por habitante de los últimos 12 años.
Según un documento elaborado por el Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en junio de 2018 se produjo un hecho que podría calificarse «histórico»: por primera vez el comercio concentró un número mayor de trabajadores registrados que la Industria. Desde entonces, esta situación se mantiene, a pesar de que el comercio ingresó también en una tendencia contractiva. Entre noviembre de 2015 y mayo de 2019, 145 mil trabajadores industriales perdieron sus fuentes laborales (-12%).
El trabajo registrado total (que incluye al empleo público, monotributistas, trabajo doméstico, entre otras categorías) muestra una contracción importante por primera vez desde que se publica oficialmente este indicador (año 2011). La caída interanual en mayo fue de 218 mil trabajadores.
En la comparación mensual, el trabajo registrado perdió algo más de 8.000 empleos. Los asalariados privados continúan siendo la categoría que más sufre el ajuste: -13.675 (entre abril y mayo) y -170.000 en un año (- 2,7%).
Los monotributistas sociales son una categoría que viene reduciéndose mes a mes y ya lleva acumulado en un año más de 59.000 trabajadores (-14,3%). Los trabajos más inestables son los que se expanden o contraen de acuerdo a las oportunidades que encuentran en el mercado. Pese al aumento mensual de 6.000 independientes monotributistas, la pérdida anual fue de 29.000 (-1,8%). Los asalariados en casas particulares tuvieron una leve expansión mensual, pero en el año el alza fue de 16.000 (+3,4%).
Con respecto a los asalariados públicos también, se observó en mayo una variación mensual de unas 2.000 personas. En el año la expansión fue de 26.000 trabajadores (+0,8%).

Impacto en el salario

Hasta el momento, el proceso de contracción del poder adquisitivo del salario medio verificado desde 2018 fue el más profundo y duradero desde el período que sobrevino a la salida del Régimen de la Convertibilidad.
Hasta mayo de 2019, la fase contractiva se extendió durante 17 meses, aunque el salario no cayó en todos los meses del período analizado, y la contracción alcanza al 15%. Recién en mayo, último dato disponible, un año y medio después, se verificó una recuperación del 1,1%.
En comparación con la crisis desatada por el quiebre del Régimen de la Convertibilidad, la reducción del salario real verificada en la actualidad presenta, hasta ahora, una proporción menor (-15% contra -23%) pero ya se extendió por más tiempo (17 contra nueve meses).
La serie de salario real promedio de un conjunto de convenios colectivos de elevada cobertura muestra una leve recuperación desde mayo. Sin embargo, con la inflación proyectada con el REM del Banco Central de la República Argentina, en diciembre de 2019, el salario medio real se ubicaría un 11% por debajo del valor observado en diciembre de 2017.

Acuerdos paritarios

En tanto, los acuerdos paritarios firmados hasta ahora muestran cierta heterogeneidad en la magnitud de los aumentos salariales y en los mecanismos utilizados para actualizar los salarios teniendo en cuenta la dinámica inflacionaria.
De los 17 convenios colectivos de eleva cobertura evaluados por el CETyD, 12 firmaron la paritaria correspondiente al año 2019. De los 12 sectores con salarios actualizados, se identifican 10 que definieron escalas salariales de un año de vigencia y dos convenios que establecieron un aumento inicial para luego volver a negociar los términos del acuerdo.
Con los datos proyectados de inflación hasta fin de año y manteniendo inalteradas las escalas salariales acordadas se observa que, si bien en varios sectores se registraría un incremento del salario real en 2019 entre los meses diciembre de 2018 y 2019, ningún convenio conseguirá recuperar durante este año la profunda pérdida de poder adquisitivo verificada en 2018.