A través de una carta dirigida al gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, Leonardo De Bella renunció a su cargo como ministro de Educación. En su texto, el saliente funcionario aseguró que la situación de crisis económica y financiera que está atravesando actualmente la Provincia fue determinante para su decisión.
En las primeras líneas del documento dirigido al titular del Poder Ejecutivo remarcó que la renuncia fue desarrollada “en carácter indeclinable” y a partir de ayer. En este contexto, vale recordar que el saliente titular de la cartera educativa había asumido en dicho cargo el pasado 2 de mayo.
“Entiendo que he cumplido mi labor con la responsabilidad que tan alto cargo lo requiere estando a la altura de las circunstancias en cada ocasión; pero también es cierto que en la coyuntura política del presente se vuelve necesario que usted (por Arcioni) cuente con nuevos interlocutores en la cartera educativa, que le permita tener mejores márgenes de asesoramiento y ejecutividad”, afirmó De Bella en su comunicado.
En la continuidad del texto, el ahora ex ministro de Educación de Chubut le dijo al gobernador: “Sepa que ha sido para mí un honor trabajar al lado suyo y que mi compromiso con el proyecto de provincia que usted impulso en un gobierno amplio, de consenso y de honestidad sigue vigente más allá de esta renuncia. Renuncio al cargo, pero no a mi convicción de trabajar, desde el lugar que me toque como ciudadano, por una provincia desarrollada, pujante, y sobre todo equitativa”.

Amenazas previas

Vale recordar que días atrás De Bella dijo haber sido amenazado por manifestantes en la puerta de su domicilio, ubicado en la localidad de Rawson. Puntualmente, según trascendidos, un grupo de trabajadores estatales se habría autoconvocado en la puerta del hogar del ex funcionario, donde hicieron una serie de protestas y amenazaron “de muerte” al entonces titular de la cartera educativa de Chubut.
Específicamente, un grupo de autos, con integrantes que no fueron identificados aún, se acercó al domicilio del ex ministro de Educación y lo amenazaron de muerte para que renuncie a su cargo. Según el propio De Bella, se trató de dos episodios registrados en la noche del lunes: “Eran dos caravanas que andaban a los bocinazos y me gritaban que renunciara”.
Además, entre gritos, las personas que pasaban en los vehículos por afuera de la vivienda lo amenazaban diciéndole: “Viste puto (SIC), ya sabemos dónde vivís”, o “renunciás o te vamos a matar”. El ex ministro ya tendría identificadas todas las patentes de los vehículos que participaron de las “caravanas”.

Ratificación de los descuentos por paro

Previo a esto, De Bella había ratificado los descuentos por las medidas de fuerza desarrolladas en las últimas jornadas, afirmándole a los docentes que los “días que no se trabajen no se van a abonar” y sobre la imposibilidad de dictar clases por el paro de auxiliares sostuvo que “son excusas solapadas y también se usa a los alumnos para esconder una medida de fuerza y no estar sujetos a los descuentos de ley”. Respecto de la ocupación de la Escuela Nº725 de Sarmiento, dijo que “cuando tenga un huequito, me voy a acercar” y en relación al avance del Plan de Invierno para las reparaciones edilicias destacó que “desde que estoy yo y el ministro Aguilera (Infraestructura), hemos avanzado muchísimo en las obras”.
“Siempre hablamos del mismo modo, los días que no se trabajen no se van a abonar. En el Ministerio de Educación, como en la mayoría de los ministerios porque ha sido la orden inicial del Gobernador, los días de paro se van a descontar porque también es una forma de respetar a los docentes que han cumplido su labor como corresponde”, advirtió en aquel entonces De Bella.
Así contradijo al intendente de Madryn y próximo vicegobernador, Ricardo Sastre, que había indicado que el propio gobernador Mariano Arcioni se comprometió a no descontar los días de paro por el retraso en el pago de sueldos.
De Bella aseguró en ese momento que “respetamos a las organizaciones sindicales, entendemos que podemos estar de acuerdo o no con sus medidas de fuerza, aunque ahora están de paro y difícilmente se pueda reiniciar el diálogo si no deponen esa actitud”.