“ESTAMOS MAL EN EL SECTOR, PERO EL PAÍS NO SOMOS ÚNICAMENTE NOSOTROS”, DIJO SANDRA PITTA

Investigadora del Conicet advierte represalias por su apoyo al oficialismo

Luego de las repercusiones generadas por la firma de la científica Sandra Pitta a la solicitada apoyando la candidatura del presidente Mauricio Macri a la reelección, la investigadora adjunta del Conicet y doctora en Biotecnología dio cuenta de una serie de amenazas recibidas, así como también se refirió a lo que consideró un “escrache” por parte de Alberto Fernández, durante su reunión reciente con miembros de la comunidad de Ciencia y Técnica.
La compleja situación que, desde 2015, viene atravesando el sector, generó un amplio rechazo en buena parte de los investigadores del Conicet, algo que en Puerto Madryn pudo verse en centros dependientes de este último como el CCT Cenpat, donde en más de una ocasión hubo manifestaciones y posicionamientos contra la “política de ajuste” liderada por el titular de la ahora Secretaría de Ciencia y Técnica, Lino Barañao, quien también se desempeñara como ministro de la misma cartera durante la presidencia de Cristina Fernández.
Como suele ocurrir en varios estamentos nacionales, las “subdivisiones” políticas en apoyo o rechazo a espacios partidarios parecería haberse profundizado en el ámbito científico; prueba de ello es, por ejemplo, la adhesión de un sector no menor del Cenpat al espacio de Unidos y Organizados, identificado con el kirchnerismo.
Pitta, en diálogo con un medio radial local, se refirió a los “militantes enfervorizados” y al “miedo a hablar” de buena cantidad de científicos que se solidarizaron con su situación, advirtiendo que el panorama pre y post electoral podría generar “un sesgo en las evaluaciones” académicas.

Corrientes de apoyo y “río revuelto”

Al respecto, Pitta sostuvo que “en principio, no hay una persecución abierta ni mucho menos; el problema con nuestro sistema es que es muy chico y endogámico, nos evalúan los pares, y cuando uno evalúa, no tiene que tener conflicto de intereses”, aunque advirtió que “ha habido, dentro del Conicet, una corriente de mucho apoyo al kirchnerismo y algunas personas se han vuelto muy fanáticas, no todas; hay gente que va a votar a la ‘dupla Fernández’ pero que no son militantes enfervorizados”.
Además, manifestó que “sí, hay un grupo que está muy enfervorizado y genera miedo dentro de la comunidad, ya que uno siempre piensa que puede haber un sesgo en las evaluaciones de informes, ingresos, solicitudes de becas; supongamos que no lo haya, pero si uno piensa que puede ocurrir, no manifiesta una opinión diferente a la que parece homogénea, que en realidad no lo es”.

“Hay gente que no se anima a hablar”

Esto último, reconoció, “me preocupa, por eso firmé la solicitada, y también para exorcizar los miedos de los muchos investigadores que advierten tener miedo de expresar sus ideas en lugares donde el kirchnerismo es muy fuerte; por eso me propuse eliminar esos miedos, firmé la solicitada, e incluso me llegó la otra, la de Alberto Fernández, y se la pasé a la gente que sé que la quería firmar y que estaba interesada en dicha fórmula; cada uno tiene libertad de firmar lo que quiere”.
No obstante, remarcó que “lo interesante es el escrache que hicieron con los que firmamos la solicitada de Cambiemos, eso implica que específicamente la gente más joven que no va a votar al kirchnerismo, que la hay y existe, no se anima a hablar, a decir que lo va a votar, porque tiene miedo de que eso le afecte la carrera, lo cual ya me parece grave”.

Miedo “generalizado”

El miedo “puede ser fundado o infundado; generalmente, en Conicet se manejan con una especie de miedo generalizado, la gente piensa que pueden hacerles desaprobar un informe, a veces hay cuestiones personales, ni siquiera políticas; y si a esto le sumamos todo un grupo de científicos diciendo ‘voten a Fernández porque Macri destruyó la Ciencia’, y alguien piensa diferente, le dicen que va ‘a vender la Patria y la Ciencia’, y uno se pregunta cuánto le va a afectar eso en un futuro académico”, consignó.
Hechos similares ya habría ocurrido en el pasado: “Hubo investigadores que, por ejemplo, quieren presentar un investigador asistente y, por temas personales le dicen ‘a vos no vamos a dejarte entrar un investigador asistente’, y eso lo pueden llegar a manejar en las comisiones; es muy largo para explicar, pero hay formas en las que pueden hacerlo”, relató.

¿Paranoia colectiva?

Las evaluaciones, explicó, “tienen un sesgo; recientemente, yo contaba que fui evaluadora en proyectos de la Comunidad Económica Europea, y el trabajo que hacen para que no haya conflicto de intereses es enorme; hacen todo un estudio de la vida de uno, y acá uno es como que está medio expuesto”.
También, planteó que “desde que me pasó todo esto recibo, a diario, entre veinte y treinta mails de investigadores de todo el país, diciéndome ‘qué suerte que hablaste, porque yo en mi lugar de trabajo no puedo hacerlo’” e ironizó si “esto es una paranoia colectiva, o bien si todos los que tenemos miedo somos paranoicos”.

Amenazada por un colega

Por otro lado, recordó que “la expresión máxima de todo eso fue cuando Alberto Fernández me señaló, como diciendo ‘ella es la única que se expresó en contra y que no firmó esta solicitada’, lo cual produjo en las redes (sociales) que me trataran de mediocre intelectualmente, y comenzaron todos esos ataques” y agregó que “en alguna gente que está muy fanatizada, produjo este fenómeno, donde me vi atacada por mi nivel intelectual y académico, me dijeron de todo; a mí me resbala, pero qué pasa con aquella persona que recién se inicia, que ve que hasta el candidato a presidente me nombra por un comentario que hice, el cual expliqué mil veces que fue una cosa visceral por una amenaza que recibí de un colega, que lo iba a borrar y no alcancé a hacerlo; por decir una cosa pequeña, la gente se le viene encima a uno; no es un buen ejemplo para un sistema científico que tiene que ser abierto y libre”.

“Mi familia tiene miedo”

Consultada sobre lo que sucedió tras firmar la solicitada, Pitta expuso que “si bien hubo varios científicos que la firmaron, los que detectaron fueron a mí a otra investigadora” y manifestó que “nosotros sabemos que estamos mal en el sector (de CyT), pero el país no es nuestro sector solamente; yo veo las cosas positivas que se han hecho”.
También, relató que “primeramente, empezaron con esos escraches terribles, lo cual me resbaló y me lo esperaba, pero luego fue escalando, luego esta persona me amenazó hasta el momento en que el candidato (por Alberto Fernández) terminó nombrándome en mi lugar de trabajo, diciendo ‘esta es la persona que no va a votar bien’”.
En este momento, “estoy esperando que alguna autoridad de la Facultad de Ciencias Exactas me llame para decirme ‘te vamos a proteger’ algo así; ahora sí necesito que me protejan; no suelo tener miedo de andar por la calle, pero mi familia tiene miedo de que lo haga”.

Expuesta

En la misma línea, Pitta sostuvo que “una cosa es el temor que yo tengo de volver a la Facultad, porque así como telefónicamente me dijeron ‘qué suerte que alguien pudo finalmente hablar’, también puede aparecer un loco que me escupa o que se le ocurra hacer algo” y añadió que “por eso dije que hago responsable al señor Alberto Fernández por cualquier cosa que me pueda ocurrir; y no soy una persona paranoica, loca ni miedosa, todos saben que soy bastante ‘lanzada’ para todo y que no le tengo miedo a casi nada; pero sí, esto de exponerme fue muy fuerte”.

La democracia y los límites

La polémica también tuvo que ver con mensajes enviados, a través de las redes y mails institucionales, de autoridades del Conicet “a todos los empleados que son científicos e investigadores, a su correo interior, es decir, a través de la intranet, la red que tiene el Centro para comunicar sobre los trabajos y las cuestiones inherentes a los mismos”, sostuvo una fuente del instituto de investigación, agregando que “ahí, hay una comunicación partidaria, no política, sobre ‘tenemos que apoyar a Alberto Fernández para esto, tenemos que hacer lo otro’”.
Además, deslizaron que hubo científicos “que no quieren hacer política partidaria en un lugar de investigación, y ahí es donde uno se pregunta dónde está el límite de la democracia y la libertad de expresión”.

Represalias

La crítica principal es hacia el uso de canales de comunicación internos para difundir pedidos de apoyo partidario, de cara a las Primarias presidenciales.
En este sentido, advirtieron que “incluso desde adentro del Cenpat, de personas a favor de Fernández, llegaron comunicaciones similares, y mucha gente no lo puede denunciar porque sabe que va a ser perseguida”.

“No hay discriminación ideológica”

Otros investigadores del Conicet, como el biólogo Alberto Kornblihtt, quien fuera elegido como uno de los directores del organismo pero, llamativamente, aún no fue designado en el cargo, opinó recientemente sobre la situación y mencionó que “esta científica que no conozco personalmente dio a entender que si ganaba Alberto Fernández y Cristina Fernández la echarían del Conicet”, agregando que “ni en los gobiernos anteriores ni en este gobierno tiene posibilidades de hacer discriminación político ideológica para echar o no”.
Además, explicó que el máximo órgano de investigación nacional “se rige por un mecanismo de evaluación absolutamente riguroso en el que participan comisiones asesoras disciplinarias formadas por los mejores científicos del país de distintas extracciones ideológicas y partidarias”, concluyendo que “no hay posibilidad ni temor ni nada que en democracia pase esto, el Conicet está a años luz de poder practicar con sus mecanismos discriminación política e ideológica”.

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