Si bien en las últimas horas el gobernador Mariano Arcioni hizo referencia a que desde su gestión están afrontando pagos de deuda y compromisos asumidos por el Estado provincial, los números oficiales del Ministerio de Economía de la Nación no irían en consonancia a estas declaraciones.
De acuerdo a las cifras que maneja la cartera de Hacienda del país, en los primeros tres meses del corriente año el Gobierno de Chubut pagó una suma que ronda los 1.973 millones de pesos por amortización e intereses de la deuda provincial. No obstante, pese a este desembolso significativo, el pasivo local creció un 71,7%, llegando a los 43.476 millones de pesos. Si este número lo convertimos en dólares, según el cambio oficial, la deuda chubutense está situada cerca de los 1.000 millones de dólares.
Al margen de esto, Arcioni y su equipo económico insisten en la necesidad de prorrogar los vencimientos de deuda y emitir más letras. De hecho, en la última semana el mandatario chubutense instó a la colocación de bonos por 1.500 millones de pesos, a una tasa anual cercana al 60%. Estos fondos serían para pagar los sueldos de los empleados estatales, afrontar el pago a proveedores y saldar los endeudamientos de las cooperativas de servicios públicos con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
Sobre estos últimos ítems, cabe recordar que el martes la Legislatura Provincial aprobó una ampliación presupuestaria de más de 20.000 millones de pesos. En tanto, sobre el arreglo entre las cooperativas y la mayorista energética, en las últimas jornadas se conformó una comisión interpoderes para poder resolver la problemática, aunque todavía no se avanzó en la temática.

Deuda atada al dólar

Como ya se mencionó en otras oportunidades, la deuda chubutense está fuertemente atada al dólar. De hecho, el 86% del pasivo provincial fluctúa junto a la cotización de la divisa estadounidense.
Como consecuencia de esto, la corrida cambiaria que se dio a mediados del año pasado tuvo su respectivo impacto en la deuda provincial. Además, se incrementaron los endeudamientos en pesos a través de las diferentes opciones de acceso al crédito que tiene Chubut con el Gobierno Nacional.

Principales bonos

Vale aclarar que un gran porcentaje del pasivo está vinculado a la toma de bonos en dólares, mientras que esto en el primer trimestre de 2019 sufrió un salto contundente. De los 18.533 millones de pesos que había a principios de 2018 se pasó a 33.657 millones de pesos en el mismo lapso temporal del corriente año, generando un salto de 81,6%. En estos números e encuentra el 77,4% del total del rojo chubutense.
En segundo lugar está el segmento del que Arcioni habló en los últimos días: los préstamos otorgados por el Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial. Estos se ubican en los 2.085 millones de pesos, debido a que tuvieron un crecimiento de 74,6% entre el primer trimestre de 2018 y los primeros tres meses de 2019. En la actualidad, representan el 6,9% de toda la deuda provincial.
Posteriormente se posicionaron los 2.378 millones de pesos de la categoría Deuda Consolidada que tuvo un aumento de 29% respecto del primer trimestre del año pasado, y que se traducen en el 5,5% de toda la deuda. Con organismos internacionales Chubut tiene un endeudamiento de 2.032 millones de pesos, que representan el 4,7% del total y que tuvieron un aumento del 101,7% respecto del primer trimestre del año pasado.
En tanto, con el Gobierno Nacional, con quien ha tenido fuertes cortocircuitos en los últimos días, la Provincia tiene un endeudamiento de 1.889 millones de pesos, que impactan en el 4,3% de todos los préstamos y que tuvieron un crecimiento interanual de sólo el 6,4%.
Por último se deben contabilizar los 533 millones de pesos de deuda tomada a través del Fondo Fiduciario Infraestructura Regional, que representan el 1,2% del total y crecieron entre los primeros trimestres en un 19%.

Cumpliendo vencimientos

Si bien la situación económica en Chubut es sumamente complicada, el Gobierno Provincial viene cumpliendo en tiempo y forma con los vencimientos de deuda, ya sea externa o nacional. De hecho, en el primer trimestre de 2019 se pagaron unos 1.973 millones de pesos.
Es más, durante la actual gestión gubernamental, teniendo en cuenta también los años en los que gobernó Mario Das Neves luego de ser electo en 2015, ya pagó unos 22.070 millones de pesos de deuda pública, de los cuales 14.622 millones fueron por amortizaciones y 7.448 millones fueron por intereses.
En 2016 el difunto gobernador Das Neves canceló deuda por 3.825 millones de pesos y en 2017 por otros 6.362 millones de pesos. Tras la muerte del gobernador, Arcioni se hizo cargo del Ejecutivo y pagó en 2018 un total de 9.009 millones de pesos.
En los primeros tres meses de este 2019 efectivizó el pago de 1.973 millones de pesos, para esa manera totalizar en menos de cuatro años el pago de 22.070 millones de pesos pero así y todo la deuda subió un 72% y llegó a los 43.476 millones de pesos.

Deuda pública nacional

Por su parte, Argentina fue el país que más aumentó su relación deuda sobre el Producto Bruto Interno (PBI) en el último año. Así lo destacó ayer el Institute of International Finance (IIF), la asociación de los principales bancos comerciales y de inversión a nivel global. La suba de 34,3 puntos en el ratio deuda/ PBI puso al país no sólo en el tope del ranking de emergentes sino que también superó a los desarrollados. El IIF destacó ese dato en el mismo día en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó sobre la posibilidad de una nueva disparada del indicador.
El total del ratio deuda/ PBI llegó a 127,1%, tras el último salto generado por la devaluación que arrancó a mediados de febrero y que continuó en marzo. Eso incluye la deuda pública (para el Ministerio de Economía de la Nación es 88,5% y para el IIF 87%), la de las empresas financieras y no financieras e incluso la de los hogares. El sector financiero llegó al 16,6%, número idéntico al de las empresas no financieras, y los hogares, al 6,9%. Todos los sectores juntos sumaban 92,8% hasta el primer trimestre de 2018.
El ratio deuda/ PBI acarrea un doble problema para el futuro de la Argentina: por un lado, es uno de los indicadores más mirados por los inversores financieros para determinar si continúan apostando por una economía y, por otro, es muy sensible a las variaciones del tipo de cambio. Por eso la devaluación del 2018 hizo que la deuda pública sobre PBI se disparara desde 56,6% hasta 86% (se moderó gracias al atraso cambiario del último trimestre, ya que había llegado al 95%). Luego en el primer trimestre volvió a saltar hasta 88,5%, según los números de Hacienda.