Con los precios atados a la cotización del dólar y en medio de la incertidumbre por la crisis económica que se agudizó en las últimas horas, el comercio de distintos rubros ya comienza a remarcar precios, aumentado su valor hasta un 25%, según el sector. Las grandes empresas frenaron entregas a mayoristas y enviaron nuevas listas de precios. La devaluación se traslada a las góndolas, y la inflación de 2019 superaría el 50%.
Los resultados de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del último domingo no definieron sólo cuestiones políticas de cara al futuro inmediato, sino que también han tenido una fuerte repercusión en el ámbito económico del país. El lunes, el mercado argentino tuvo disparadas en casi la totalidad de los indicadores, entre las que se destacó la devaluación significativa que tuvo el dólar respecto del peso. Ahora, se espera que esto se traslade a los precios que pagan los consumidores, mientras que la misma también tendrá su repercusión en los créditos UVA.
La devaluación de casi 23% provocará inevitablemente un rebote inflacionario ya en la última quincena de agosto y, sobre todo, durante septiembre. Aunque no hay estimaciones, el lunes el presidente Mauricio Macri admitió que tendrá un impacto. En despachos oficiales se baraja que la suba de precios mensual volverá a estar en el orden del 3%.
De esta manera, la mayoría de los especialistas económicos argentinos estiman que la inflación total de 2019 superará el 50%, rompiendo un nuevo techo. Así, quedaría obsoleta la previsión de que el índice de precios al consumidor (IPC) de 2019 cerraría cerca de 40%.
Al respecto, el consultor Damián Di Pace, de Focus Market, afirmó: “El ‘pass-through’ producto de la devaluación del peso se estará dando en los próximos días aunque con los datos que venimos relevando en los diferentes rubros y categorías de consumo masivo será imposible que sea brusco porque aún en el acumulado del año tenemos caída con un 9% de baja de ventas en forma interanual”.
“La preocupación está dada por los altos niveles de stock con los que cuentan la industria alimenticia y bocas de supermercados que nuevamente tendrán doble viento de frente. En principio incremento de costos por la devaluación y recaída de ventas luego que la inflación comenzaba a descender y el poder adquisitivo tendría margen para recuperar terreno y en segundo lugar nuevamente encontrará tasas superiores al 75% para financiar el capital de trabajo”, añadió el especialista.

Números oficiales

No obstante, cabe aclarar que todo esto se trata de proyecciones elaboradas por entidades privadas y no corresponden a números oficiales, que son los que aporta el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De hecho, el IPC correspondiente al mes de julio de la entidad oficial se conocerán recién mañana jueves, el cual se estima que rondará el 3%. Igualmente, la devaluación vivida esta semana se notará recién en los registros de la góndola en los números de agosto y septiembre, donde se espera un salto considerable. Así, las cifras oficiales también podrían situarse en orden al 50%.

Inflación en recesión

La lógica económica indicaría que con la caída del consumo y la recesión que está viviendo Argentina desde hace ya varios meses, los precios no aumentarían, entendiendo la lógica de oferta-demanda.
Asimismo, nuestro país, una vez más, va en contra de la lógica de la economía y contamos con una inflación particular: estanflación. Esta significa que aunque el consumo siga en caída, los precios siguen incrementándose, por lo que se genera un combo letal para el consumo: recesión e inflación al mismo tiempo.

Inflación en la Patagonia

En este contexto, vale recordar que la inflación interanual en la Patagonia superó los niveles promedios de todo el país, aunque en lo que va del año la situación es diferente, ya que en los primeros seis meses del año Argentina tuvo un aumento de los precios mayor que el de la región más austral del país.
En junio, el último dato oficial disponible, el IPC de la Patagonia fue de 2,8%, mientras que el nacional fue de 2,7%. Si se tiene en cuenta el acumulado de los primeros seis meses del año, la inflación regional fue de 21,8%, mientras que la del país llegó al 22,4%. En tanto, entre junio de 2018 y el mismo período del año inmediatamente anterior la inflación en la región más austral del país fue de 57,1% y los niveles generales llegaron al 55,8%.

Repunte del Merval

En otro orden, la bolsa porteña recortaba el martes algo de las pérdidas de la víspera que originó el resultado de las elecciones primarias donde la oposición se impuso al oficialismo por amplio margen.
El índice accionario S&P Merval de Buenos Aires escalaba un 10,32%, a 30.372,41 unidades, a las luego de finalizar el lunes con un derrumbe superior al 37%, una de sus peores caídas de su historia y a niveles de finales de agosto de 2018.

Riesgo país más alto de la década

En tanto, el riesgo país de la Argentina se disparó ayer a su máximo en poco más de 10 años, tras el shock financiero luego de las PASO. El indicador del banco JP Morgan trepa 186 unidades a 1.653 puntos básicos, su más alto desde el 4 de mayo de 2009, cuando marcó 1.685. El número se duplicó en solo 48 horas: el viernes finalizó la semana en 874 y este lunes a última hora cerró en 1.467.
Los mercados financieros domésticos se derrumbaron el lunes tras la abrumadora diferencia obtenida por Alberto Fernández por sobre el presidente Macri en las primarias del domingo, que alejó la posibilidad de una reelección del mandatario en octubre.

Empezó la remarcación de precios en los supermercados

Tras la escalada del dólar, los grandes proveedores empezaron a comunicarse con las cadenas de supermercados para informarles las nuevas listas de precios en las últimas horas. En promedio, la suba ronda en torno al 10%, aunque en las empresas fabricantes no descartaron aplicar una nueva alza la semana próxima si el mercado cambiario no se tranquiliza.
A su vez, el derrumbe del peso también complica el programa Precios Esenciales. «Ya hubo un par de proveedores que nos informaron que no nos podían seguir entregando porque los precios se habían pactado con un dólar muy diferente», explicaron supermercadistas.
En cuanto a los proveedores de electrodomésticos, textiles, juguetes, entre otros, por el momento la decisión de la mayoría de las empresas fue suspender las entregas hasta tener un panorama más claro. «Quieren saber a cuánto para el dólar para volver a tener precios de referencia. Mientras tanto, las ventas están suspendidas, aunque la situación no es tan grave que la mayoría de las cadenas tenemos stocks para mantenernos unos días», dijeron desde otra empresa supermercadista.
El panorama es muy diferente entre las categorías que integran la canasta básica (alimentos, bebidas, artículos de limpieza y tocador). Las cadenas de supermercados trabajan con un sistema de logística llamado » cross docking», que se basa en la premisa de contar con el mínimo stock de mercadería, es decir, que los productos que entrega el proveedor se reparten entre las sucursales en forma casi automática.
«Ya se comunicaron las grandes empresas, desde Unilever y Molinos Río de la Plata hasta AGD, Alicorp o Inalta, para informarnos que iban a tener que aumentar los precios, así que las subas se van a tener que trasladar a las góndolas. Si alguna empresa se quiere lanzar con un aumento muy desmesurado lo único que podemos hacer es dejar de comprar, con lo cual lo que vamos a ver en los próximos dos o tres días es que un producto en la góndola aumentó o en su defecto no queda stock», señalaron.