A fines del año pasado la Legislatura Provincial sancionó una nueva ley de violencia de género que se convirtió en un modelo para todo el país, teniendo en cuenta que tomó las bases de la normativa nacional, pero le agregó algunos conceptos inéditos para la legislación actual. Mientras la “Ley de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”, sancionada por el Congreso Nacional, hace referencia a la violencia contra las mujeres por parte de los hombres, la norma provincial incluye también al colectivo LGTBIQ+.
Además, al tiempo que la ley nacional refiere a distintos tipos de violencia, entre los que se destacan la física, verbal y psicológica, en Chubut también se contempla la violencia política y la violencia por prejuicio, término que se destinó para describir el rechazo, repudio, prejuicio o discriminación hacia personas que contravienen el sistema binario con prácticas sexuales, corporales y de género diversas.
Pesa que la regulación sobre violencia de género en la provincia es un modelo que contempla aspectos diferentes a la normativa nacional, todavía hay algunos inconvenientes en su aplicación. Desde la Policía de la Mujer, por ejemplo, no se toman aún denuncias realizadas por hombres homosexuales que hayan sido víctimas de violencia de género, algo que sí contempla la Ley XV Nº26 de Chubut (“Ley de Protección Integral e Igualdad de oportunidades y Equidad de Género”). Otro de los aspectos en los que no se cumple la normativa vigente desde fines de 2018 en todo el territorio provincial es la oralidad en las denuncias, considerando que la legislación prevé que las acusaciones pueden desarrollarse a través de un escrito, pero también pueden realizarse verbalmente, aunque en la práctica esto presenta algunas dificultades.
En este contexto, Gabriela Ferrari, directora de Diversidad e Igualdad del Ministerio de Familia y Promoción Social de la Provincia, brindó ayer una charla en la localidad de Puerto Madryn, donde habló de la implementación de la normativa provincial, recordando que la misma es muy reciente y que todavía hay que trabajar en su regulación. Ante la atenta mirada de unas 20 mujeres, la abogada especialista en la materia valoró los alcances que tiene la ley chubutense y calificó como positivas las variaciones que tiene respecto a la normativa nacional.

Violencia de género es contra mujeres

Uno de los temas en los que hizo hincapié Ferrari fue en la definición de la violencia de género, asegurando que en muchos casos se dice que las agresiones (físicas, verbales y/o psicológicas) de mujeres hacia hombres también pueden ser consideradas como violencia de género.
Al respecto, la directora de Diversidad e Igualdad del Ministerio de Familia y Promoción Social de la Provincia, fue contundente y dijo que esto es totalmente falso, considerando que la violencia de género es aquella que ejerce un hombre sobre una mujer.
En este sentido, la legislación chubutense va más allá y también incluye a la comunidad LGBTIQ+. Puntualmente, se trata de gays (hombres homosexuales), lesbianas (mujeres homosexuales), bisexuales (personas que se sienten atraídas por ambos sexos), trans (travestis, transexuales y transgénero), intersexuales (personas que están representados biológicamente con los dos géneros), queers (personas que no están atraídas por ningún género) y el sigo “más” es para incluir a todas las personas que se sientan representadas con una orientación diferente a las antes mencionadas.

Preocupación por las falsas denuncias

Considerando que en los últimos meses han crecido considerablemente los derechos de las mujeres y que se acortó la brecha de género, aunque todavía hay varias cuestiones a resolver y que demandarán varios años, Ferrari indicó que también se notó un fuerte incremento en la cantidad de denuncias de violencia de género realizadas por mujeres. En este contexto, vale destacar que Chubut se encuentra en una situación preocupante en la temática, ya que es una de las provincias con más casos de agresión hacia las personas de sexo femenino en todo el país.
En este contexto, una de las personas presentes manifestó su preocupación por las denuncias falsas que se llevan a cabo en algunos casos, cuestionando que esto pone en duda todas las acusaciones verídicas que se hacen. En este sentido, la directora de Diversidad e Igualdad del Ministerio de Familia y Promoción Social de la Provincia aseguró que no hay nada que se pueda hacer para evitar las falsas acusaciones, aunque instó a un crecimiento en la divulgación de información.
Otra de las soluciones que podría aportarse a estos inconvenientes son posibles sanciones para las personas que realicen denuncias sabiendo que las mismas son falsas. Esto no quiere decir que si una mujer no puede probar que haya sido víctima de violencia de género sea castigada, sino que se establezcan castigos para aquellas personas que realicen una acusación sabiendo que el contenido de la misma no es verídico.