La comercialización de productos a través de Internet posee, hoy día, una vasta cantidad de plataformas cuya base es asegurar las operaciones, protegiendo económicamente a ambas partes, el comprador y el vendedor.
Durante los últimos años, varios fueron los sitios que comenzaron a ser utilizados de manera incipiente por los usuarios de las redes sociales, entre ellos los grupos de “compraventa” y “trueque” con base en Puerto Madryn, a través de los cuales se ofrecen artículos mayormente usados y a precios mucho más accesibles que los de comercios regulares; el escenario abrió, en más de una ocasión, el debate sobre la “zona gris” que existe en cuanto a la falta de regulación y el impacto que ese tipo de ventas genera en los locales que afrontan gastos de alquiler, servicios e incluso empleados.
El “Marketplace” de Facebook es uno de los ejemplos más claros, donde algunos productos son de dudosa procedencia y el encuentro físico para concretar una operación de compraventa puede implicar ciertos riesgos; tal es así que, el fin de semana, un joven que había puesto en venta una consola de videojuegos se encontró con el presunto interesado, que junto a un cómplice lo amenazó con un arma de fuego y le descerrajó dos disparos, los cuales afortunadamente no lo hirieron.

Lo engañaron

Según fuentes policiales, el hecho ocurrió en las inmediaciones del barrio 630 Viviendas, precisamente en el cruce de Patricias Argentinas y Luis María Campos. El detenido es un menor de 17 años y la carátula del caso es “robo agravado por el uso de arma de fuego”. Momentos antes, el damnificado “se constituyó en el lugar tras ser citado por Facebook por una persona que le deseaba comprar una PlayStation IV, y al llegar al sitio, salieron dos personas, ambas con armas de fuego tipo revólver, quienes tras apuntarle, le exigieron que entregara los elementos, sustrayendo un bolso que contenía una PlayStation IV, un celular y una billetera con dinero”.

Amenazas, robo y disparos

En el momento del “apriete”, que ocurrió en la vía pública, uno de los dos sujetos le efectuó dos disparos a la víctima, los cuales afortunadamente no impactaron en su cuerpo.
“Rápidamente, llegó un móvil policial al lugar, donde encontraron a la víctima y comenzaron a buscar a los autores, observando en la calle Fuerte San José a dos personas que tras ver el móvil policial salieron corriendo hacia la calle Héroes de Malvinas, y uno de ellos arrojó una mochila en el patio de una casa ubicada sita en el Monoblock 43; no obstante, fue alcanzado en los pasillos de los Monoblocks 14 y 19 y se procedió a su demora”.
El vecino al que le habían arrojado la mochila en el patio “hizo entrega espontánea de la misma y se constató que en el interior se encontraba la PlayStation IV, no así el celular”, indicaron desde la Policía.

Evitar dar datos personales

En diálogo con El Diario, el segundo jefe de la Unidad Regional Puerto Madryn, comisario Luis Cayupil, se refirió a las precauciones que deberían tener aquellas personas que busquen comprar o vender artículos en sitios que no se encuentran protegidos y que pueden conllevar a determinados riesgos: “Con respecto a este tipo de ‘negociación’, por llamarla de alguna manera, hay que tratar de evitar el aporte de datos personales, primero que nada. Muchas veces, puede llegar a darse que la intención es simplemente un ardid de intentar vender un elemento que en realidad no es, sino que se busca que la persona concurra a un lugar con dinero en efectivo”.

Lugares concurridos y seguros

Además, precisó que “lo importante es consultar, a la hora de comprar un elemento, si la persona cuenta con la documentación de respaldo; con este tipo de pregunta la persona (por el vendedor) no tendría por qué molestarse”, sumando a ello que “más que nada, a la hora de acordar un lugar para ir a comprar o vender el elemento, hay que prever que sea seguro, con muchas personas, evitando descampados y otros sitios”.
En Puerto Madryn, hechos como el del fin de semana son poco frecuentes; sin embargo, muchos de ellos no terminan en una denuncia: “No son muy denunciados. Ha habido algunos similares, pero no son muy denunciados. Realmente, lo que se percibe en la ciudad es que los productos que salen para la venta, la mayoría tienen ese fin. En este caso, la persona quería vender su elemento, y lamentablemente ocurrió el hecho. Tal vez habría sido menos problemático si se hubiera acordado otro lugar y otro contexto”.