ADVIRTIERON SOBRE “VIOLENCIA INSTITUCIONAL, FÍSICA, PERSECUCIONES Y EXTORSIÓN”

Alumnas denunciaron a un docente por maltratos y se convocarán en Madryn

El pasado 24 de junio, un grupo de mujeres que estudia en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y en el Instituto de Formación Docente y Artística 805, ambas instituciones con sede en Trelew, realizó una denuncia contra el docente “B. S.”, a quien acusan de una serie de actos violentos, enmarcados en lo que consideraron una serie de abusos universitarios.
“Todas nosotras hemos recibido malos tratos de ‘B. S.’, docente de ambas casas de estudio. Violencia física, psicológica, hostigamiento, discriminación, persecución política, abuso de poder entre muchos otros. Los relatos que aparecen en nuestra denuncia son de mujeres que ni siquiera son contemporáneas, lo que da cuenta de un patrón de comportamiento”, consignaron durante la primera conferencia en la que expusieron la presunta situación.

Reclamo individual y colectivo

Además, plantearon que “nos ha atemorizado y ha logrado generar en nosotros el miedo para paralizarnos”, sumando a ello que “estos hechos que datan desde hace muchísimos años en algunos casos y en otros solo hace unos meses, han sido denunciados por los canales pertinentes, por eso hacemos responsables a los organismos por acción u inacción; es imprescindible que el Estado se pronuncie”.
Por otra parte, remarcaron que “nos encontramos hermanadas para gritar que el tiempo de impunidad para violadores y abusadores se terminó” y que “esto es parte de un proceso de sanación individual pero también es parte de la transformación colectiva”, llamando a una “acción política conjunta”.

Testigos y pruebas

En diálogo con El Diario, una de las denunciantes describió que “las tipificaciones penales van desde ‘humillación’, ‘persecución política’, ‘abuso de poder’, ‘extorsión’, ‘violencia física, simbólica, psicológica’ y ‘amenazas’”, sumando a ello que “se trata de las distintas formas que se clarifican en la lectura de nuestra denuncia, a partir de los testimonios, los testigos y pruebas que aportamos”.
Además, precisó que “este docente está en la sede de Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia desde 2002 hasta la actualidad; reviste tres cargos, como docente de cuatro materias de la carrera de Historia, como Consejero del Consejo Directivo donde estamos denunciándolo, y como Prosecretario de Postgrado”.

Renuncia y licencia

A su vez, aclaró que “de esos tres cargos, en el de Prosecretario fue ‘renunciado’, es decir, puso a disposición su renuncia en unos hechos de suma violencia que ocurrieron en diciembre del año pasado en la sede Comodoro (Rivadavia) de la Universidad, los cuales forman parte de nuestra denuncia”, añadiendo que “esa renuncia fue finalmente aceptada en una Sesión Ordinaria del Consejo Directivo el pasado 12 de marzo, y ahora él está presentando recursos de nulidad para no acatar que se haya aceptado esa renuncia; por lo tanto, hasta que no se resuelva esto último, entendemos que sigue teniendo la posibilidad de conservar su cargo de Prosecretario, es decir de funcionario”.
También, manifestó que “desde diciembre de 2018, este docente se encuentra haciendo uso de licencia en el cargo de Consejero y en el de profesor; por lo tanto, no está presente en las aulas de la Universidad ni del Instituto (Superior de Formación Docente Artística) 805” y denunció “los dimes y diretes que hemos atravesado como denunciantes en el Ministerio de Educación”.

Presión activista

En este contexto, desde el colectivo de estudiantes anticiparon que este jueves “se tratará en la sesión del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales el informe con la recomendación de la ‘Comisión Contra el Acoso y el Abuso Universitario’, a partir de nuestra denuncia”, y puntualizaron que “necesitamos estar rodeadas de toda la solidaridad feminista para que este órgano de gobierno se pronuncie a favor de erradicar las violencias de todo ámbito educativo; sabemos que nuestra presión activista en esos espacios es fundamental y entendemos que la resolución de este caso puede sentar un precedente importante para nuestra región y para otras universidades del país”.
Por tal motivo, confirmaron que se reunirán sobre las nueve de la mañana en la sede Puerto Madryn de la Universidad Nacional de la Patagonia.

Desterrar la violencia institucional

Bajo la consigna de que “juntas somos poderosas” y autodenominándose “mujeres denunciantes autoconvocadas”, hicieron referencia a una problemática pocas veces abordada desde la opinión pública, que es la violencia institucional.
En este orden, recalcaron que “queremos desterrar la violencia de las instituciones educativas y vínculos pedagógicos”, sumando a ello que “las pedagogías de la crueldad operan con reglas de las instituciones, por eso buscamos desnaturalizar lo que ha sido naturalizado y sostenido por redes de complicidades que encubren, apañan, silencias y con ello perpetúan todos los silencios”.

“Hemos sido silenciadas”

Al mismo tiempo, expresaron: “Sabemos que esta revolución que iniciamos acaba de empezar. El silencio ya no nos pertenece, las mujeres y las disidencias hemos sido silenciadas. Se nos piden pruebas imposibles de conseguir, se nos condena por atrevernos a hablar”.
Con el mismo tenor, manifestaron que “nos encontramos hermanadas para gritar que el tiempo de impunidad para violadores y abusadores se terminó”.
Durante la primera exposición pública, el colectivo leyó un documento en el que se daba cuenta de las diferentes situaciones aparentemente sufridas por parte del docente, además de que analizaron el avance de las organizaciones feministas y del feminismo en sí mismo, en el plano social, a partir de la defensa de derechos y la denuncia ante situaciones de injusticia y violencia, atravesadas por cuestiones de género.

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