Por Trivia Demir

Falta exactamente un mes para la elección que marcará los definitorios próximos cuatro años para la argentinidad de a pie, y la incertidumbre domina la escena pública como nunca. El otro componente es la falta de entusiasmo extremo por las opciones en danza. Mientras, el cronograma electoral oficial continúa su derrotero, como el tiempo, sin descanso. Esta semana cierra con el rodado incipiente de los spots publicitarios de los distintos candidatos nacionales que comenzó el pasado domingo. Más allá de las chicanas de rigor en redes sociales, lo cierto es que ni ánimo de grandes confrontaciones se ha visto. Tal vez porque la peligrosa coyuntura nacional no está para jugarretas proselitistas. Y en todo caso, si lo hay, el consenso básico es evitar que nos caigamos definitivamente del mapa, gobierne quien gobierne.
El próximo miércoles 2 de octubre comienza la «prohibición de actos públicos susceptibles de promover la captación del sufragio» y con esto se acotarán enormemente las posibilidades del oficialismo que lo que no hizo publicitariamente aprovechando el aparato estatal hasta esa fecha ya, se supone que ya no podrá remontarlo demasiado los días siguientes.
A nivel provincial, mejor ni hablar del tema electoral. Es que ´el horno público no está para bollos partidarios´ se podría simplificar. Pese a todo, la agenda electoral continúa y las dudas dominan a los que en algún momento se animaron a postularse para abrazar la función pública. Un caso por lo menos paradigmático es el de la ciudad de Rawson, donde habiendo resultado en los hechos destituida la intendenta Rossana Artero, hay nada menos que siete candidatos a intendente. ¿Será un exceso de inconsciencia masiva o tendrán todos ellos más plan de gobierno que quienes venían afrontando casi siete años de gestión? Por ahora no se sabe. Lo que si está claro es que la ´profesión´ viene cada vez más depreciada y los resultados están a la vista.

El show de los debates

Tal vez lo más novedoso de esta nueva calesita política a la que nos tienen acostumbrado a los argentinos cada dos años legislativamente y cada cuatro presidencialmente hablando, es la incorporación de los debates obligatorios. Un entrevero de cartelera y oratoria que intentará suplantar la profundidad de contenidos en danza, tanto como la profunda carencia de proyectos contundentes de gobierno. Tanta es la para muchos, ´pantomima´ mediática que ya concita más atención la forma y la estructura de las presentaciones que el peso específico e ideológico que representará cada ´actor de reparto´.
Los domingos 13 y 20 de octubre, las fechas fijadas por la Cámara para los dos debates presidenciales que, por primera vez, son obligatorios por ley. La primera cita será en la Universidad del Litoral en la ciudad de Santa Fe y la segunda, en la Facultad de Derecho de la UBA en la ciudad de Buenos Aires. Ambos encuentros serán televisados en directo, a las 21, por la Televisión Pública, con señal abierta para que puedan ser tomadas por el resto de los canales. Tal como se había anticipado, cada uno de los debates estará estructurado en tres bloques, en sintonía con el formato televisivo que se estableció hace unas semanas, y durará más de dos horas. Los políticos contarán con una introducción de 45 segundos de libre uso, luego dispondrá de tres minutos para explayarse sobre esos ejes y será en ese momento en el que los candidatos contarán con 30 segundos para interpelar a sus contrincantes. Entre otros considerandos del reglamento del debate presidencial, los partidos políticos acordaron que los candidatos no podrán llevar apuntes, documentos o teléfonos personales. Tampoco podrán mostrar gráficos, ni láminas pero sí contarán con hojas en blanco y una lapicera para realizar anotaciones. Asimismo, se acordó realizar el día previo a cada debate un ensayo general. En el sorteo también quedó establecido que habrá cuatro moderadores periodistas mujeres y varones de diferentes puntos del país. Lo último que faltaría definir es el texto de una declaración conjunta de apoyo a la gobernabilidad y la institucionalidad, que ya se sometió a consideración.

Aportes para campaña

Así las cosas, y con los días contados, si la campaña nacional aparece muy desinflada, ni hablar de provincias que ataron sus destinos a octubre. Y por supuesto, mucho menos hablar de Chubut, donde la palabra ´política´ se viene tornando en mal dialecto. A la falta de entusiasmo democrático, se suma entre otras cosas, la falta de fondos para hacer proselitismo. Dicen que algunas provincias recibirán de parte del Gobierno nacional más de un millón de pesos en concepto de aportes para la campaña de los candidatos a diputados.
A través de la disposición 217/2019 publicada en el Boletín Oficial se anunció para aquellos frentes que oficializaron las listas para la elección de Presidente y Vicepresidente de la Nación los montos globales de aporte de campaña de cara a los comicios nacionales. La Dirección Nacional Electoral determinó como valor de referencia la suma de $546 pesos el millar de boletas que se otorgará a las agrupaciones políticas. En cuanto al aporte para afrontar la campaña de cara a octubre -en pesos-, Juntos por el Cambio recibirá más de $56 millones, el Frente de Todos más de $47 millones; Consenso Federal más de $21 millones; el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad más de $16 millones; el Frente Nos y Unite por la Liberad y la Dignidad recibirán cada uno más de $14 millones. Parte de la suma de los fondos públicos que reciben las agrupaciones es proporcional a la cantidad de votos que obtuvieron en la elección general anterior para la misma categoría. En lo que respecta al aporte para la impresión de boletas, las seis fuerzas que competirán el 27 de octubre recibirán la suma de $46.211.833,67.

Chubut sin pantalla

En Chubut hay una sensibilización social tal que los candidatos parecen haber entendido la necesidad de mantener perfiles lo más bajo posibles. El puñado de catorce intendencias y dieciocho comunas que dejaron para octubre las definiciones domésticas, casi ni ´levantan la perdiz´. Sobre todo los vinculados con el oficialismo que terminan arrastrados por las complicaciones de gestión, pero además por los internismos políticos y las definiciones de último momento. Como dato contundente esta semana próxima será clave para confirmar quienes se mantienen en carrera y quienes prefieren dar un paso al costado.
En ese marco dicen que el frente de Mariano Arcioni analiza bajar su lista de diputados nacionales para las elecciones de octubre, no sólo por las complicaciones de boleta sino como gesto a los militantes históricos del sello, y sobre todo en busca del ansiado consenso de gobernabilidad que esta semana se consolidó con mesas políticas en Buenos Aires y Mendoza.
En lo formal, Chubut al Frente recibió de hecho la limitante que impuso la justicia federal rechazando el pedido para que puedan colgar la boleta a la de Alberto Fernández. Sin arrastre nacional, las chances del oficialismo chubutense se reducen aún más, y en todo caso, se sabe que en este ´acuerdo´ algo habrá que ceder. Después de todo, el arcionismo se terminó alzando con la gobernación en las anticipadas de junio pero a sus candidatos ya no les fue tan bien en agosto. Las dos listas de diputados apenas sumaron el 11 por ciento.
Tal la tendencia, Cambiemos podría quedarse con una de las tres bancas en Chubut si el arcionismo no cede. Por lo que un sector del peronismo cree que el Frente de Todos tiene más chances de quedarse con las tres bancas si el oficialismo se retira de la contienda. «No hay ni ganas ni una predisposición del vecino para recibir una propuesta, ni uno que está en campaña política de seguir», dijo el experimentado Alfredo Béliz, a quien desde el equipo de Alberto le harían llegar una oferta para ocupar algún cargo desde diciembre si finalmente baja su elección.
Los mismos pasos de Béliz podría seguir Martín Buzzi, candidato a intendente de Chubut al Frente en Comodoro Rivadavia, la ciudad más grande de la provincia. El ex gobernador ganó la interna apoyado por Arcioni pero ni siquiera llegó a 9 puntos. El peronismo sumó casi 48 puntos y tendría allanado el triunfo. Buzzi, que es el gobernador más joven que tuvo la provincia, estaría analizando fríamente preservar su experiencia política para los tiempos que vendrán, donde la realidad viene jubilando anticipadamente a varios. Así las cosas, los mitines se mantienen firmes para este fin de semana de acuerdo a voceros de diferentes fuerzas, pero bien lejos del público elector, en espacios tan recónditos como privadísimos, donde el laboratorio del poder, como el corazón mismo, no para hasta que no colapsa. Habrá que ver…

Fuentes: NA, CEN, AF, propias