LOS PETROLEROS AFIRMAN QUE ARGENTINA PODRÍA EXPORTAR 500.000 BARRILES DE PETRÓLEO EN 2024, PERO SI SE ELIMINA EL CONTROL DE CAMBIO. EL RECLAMO APUNTA A LA FALTA DE SEGURIDAD JURÍDICA QUE YA OFICIALIZÓ CAMBIEMOS, Y QUE NADA INDICA QUE NO SOSTENDRÍAN LOS FERNÁNDEZ DE ACCEDER AL GOBIERNO. NO HABRÍA EN PRINCIPIO OFICIALIZACIÓN DE BAJA DE EQUIPOS, PERO HAY MOLESTIA EVIDENTE

Atados a la Vaca

La dirigencia política es afecta, más aún en campaña electoral, a proclamar la necesidad de políticas de Estado en cuestiones como la preservación y el desarrollo de los recursos naturales en materia de energía, de minería y de los reservorios acuíferos, entre otros. La cuestión volvió a plantearse ante la necesidad de otorgar seguridad jurídica a las millonarias inversiones anunciadas para la zona de Vaca Muerta, donde se explotan incalculables reservas de gas y petróleo no convencionales.
Tanto la alianza oficialista Cambiemos como los principales referentes de la oposición del Frente de Todos exhiben el mismo discurso, aunque con pocas acciones concretas para plasmarlas en un principio común. Esto ocupa y preocupa al sector privado que no tienen claridad como continuará el minué.

La protesta optimista

Una de las formas de cuestionar que suelen deslizarse en estos eventos donde sobran buenas maneras y mejores motivos, es mediante la inversión de la carga de la prueba. En ese sentido aparecieron afirmaciones interesantes: “Argentina podría exportar 500 mil barriles de petróleo en 2024”, estamparon desde YPF. Dicen que los cálculos indican que se generarían ingresos por 10.000 millones de dólares al año, pero si se elimina el control de cambio.
“El premio de hacer las cosas bien es enorme para Argentina y debemos asegurarnos que todos los dirigentes lo entiendan”. La frase corresponde a un funcionario de la petrolera de mayoría estatal quien advirtió que pese a la vasta repercusión que tuvo el congelamiento del crudo, el principal problema que hoy enfrenta la industria petrolera es el control de capitales que además, estiman que perdurará por más de un año y medio.
Esa extensión de un control de cambio que promete con dañar la llegada de multimillonarias inversiones de petroleras extranjeras, es la antítesis de ese “hacer las cosas bien. Es que según se supo, en el cálculo de la operadora el potencial exportador en el corto plazo, en apenas cinco años, implica además la inyección de inversiones del orden de los 6.000 a 7.000 millones de dólares por año, la creación de 18.000 puestos de trabajo y la recaudación de impuestos por año de 3.400 millones de dólares.

La amenaza lamentosa

En la vereda opuesta desde la industria se planteó un escenario similar al de 2004, en el cual el país deberá volver en cinco años a importar crudo y culminará generando un pasivo en la balanza energética de 36.000 millones de dólares.
“El incremento en la producción de Vaca Muerta es notable y se viene un ramp up (salto en la producción) de YPF y de otras compañías”, detallaron desde la operadora que reconoció que desde la firma de mayoría estatal están teniendo encuentros con representantes del Frente de Todos sobre esta temática.
Si bien en las últimas semanas el congelamiento del precio del crudo y los combustibles concentró la agenda del sector, se advirtió que el atraso en los precios no es mayor a lo registrado en otros momentos de los últimos dos años. Desde YPF se explicó que en el caso de los combustibles el desfase es del orden del 17 al 20% y para el crudo del 18 al 20%. Y se remarcó que “es una diferencia que la industria podría haber manejado sin la necesidad de hacer un congelamiento de precios”.
Es por esto que se graficó la situación generada en el sector luego de las elecciones PASO con la idea de una tenaza doble: por un lado el congelamiento del crudo y a la vez el posterior control de capitales que promete quedarse por mucho más tiempo.
“Nos preocupan las restricciones financieras, el reperfilamiento de la deuda, porque los inversores necesitan poder llevarse y mover sus divisas porque son los que van a poner las grandes inversiones, de más de 1.000 millones de dólares, y por eso tenemos que darles garantías”, indicaron desde YPF y remarcaron que “hoy estamos metidos en el barro, haciendo todo para salir y la oportunidad es enorme”.

El escenario en el gas

En el otro segmento de los hidrocarburos, el gas, el panorama no es tan bueno. La baja demanda continúa forzando al cierre de pozos productores, pero además los precios se mantienen bajos por la sobreoferta y la devaluación.
La disyuntiva en este caso para permitir un nuevo incremento en la producción es incrementar las tarifas hoy congeladas pero sin que impacten en el sector residencial que es el que hoy está pagando el precio más cercano a los 4 dólares por millón de BTU, el piso estimado como correcto.
Esta mala señal en el segmento del gas es la que ha marcado saldos negativos en los últimos dos balances trimestrales de la operadora que de todas formas muestra un sólido estado financiero, con una facturación anual estable en 15.000 millones de dólares y un endeudamiento con un índice de sólo el 2%. De todas formas desde la compañía se reconoció que si bien con los actuales cambios introducidos por el gobierno se ratificó la no baja de equipos, también se señaló que de extenderse las medidas –en especial el control de cambio- podría haber afectación el año entrante en lo que hace al nivel de inversiones.

La diagonal del consenso

Por su parte, el chairman de la petrolera Pan America Energy también cuestionó el congelamiento del precio del petróleo y los combustibles, pero sobre todo reclamó políticas y consenso de todos los partidos para el desarrollo de Vaca Muerta. «En la Argentina faltan gasoductos y no entiendo por qué no se están haciendo», se preguntó. Bulgheroni consideró que en el país se necesitan «políticas de Estado, no políticas de gobierno», aunque entendió que «hay consenso en los distintos partidos políticos de que el desarrollo de Vaca Muerta es fundamental que cuente con compromisos de exportación de largo plazo y estabilidad macroeconómica», entre otros factores.
«Para desarrollar Vaca Muerta hacen falta condiciones de largo plazo y por lo general lo único que no podemos modificar es el precio internacional, no hay otra vara», afirmó el empresario ante un auditorio de 500 directivos de empresas petroleras y de servicios.
A su vez, Bulgheroni lamentó que «no es posible que uno exporte a un precio en ciertas condiciones y luego al venir a traer las divisas se liquide al precio que en ese momento está el dólar, con lo cual están manejando el precio del petróleo», en referencia a la medida que adoptó Macri de congelar los precios del crudo y las naftas por 90 días.
El directivo de la segunda mayor compañía petrolera integrada de la Argentina -que abarca desde la producción hasta la comercialización minorista- se expresó sobre el sector al participar de la XII Exposición organizada por el Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG), que se desarrolló hasta ayer en el La Rural

La fórmula del socio asiático

El referente de la principal empresa privada que explota el Golfo San Jorge dijo que en gas PAE podría «producir mucho más de lo que está haciendo hoy, pero no se puede seguir adelante porque no están los medios, no por falta de previsión o porque no se hacen las cosas a tiempo, sino porque en todos lados hay un desfasaje entre las obras de infraestructura y las de perforación y desarrollo. En Estados Unidos hace años que vienen pasando estos problemas”.
«Hoy con el gas tenemos que producir GNL (Gas Natural Licuado) porque los gasoductos que tenemos para Brasil, Uruguay o Chile no alcanzan, porque en la Argentina faltan gasoductos y no entiendo por qué no se están haciendo», preguntó.
Sobre las condiciones para el desarrollo local del GNL, el chairman de PAE sugirió que «lo que tenemos que buscar es un socio por 20 o 30 años para el gas que producimos que pueden ser Asia o China, los que se presentan a futuro como los principales demandantes». «En definitiva, son problemas lindos. Hace muchos años nos estábamos preguntando si éramos un país petrolero o un país con petróleo, y hace no muchos años no teníamos gas para cubrir las necesidades y hoy ya no necesitamos importar más y podemos dedicarnos a exportar», concluyó.

El aplauso de despedida

El reclamo del sector privado sobre políticas a largo plazo y seguridad jurídica resonaron fuerte y claro en un gobierno que en la teoría se cansó de proclamar que debíamos ser ´serios´ para atraer inversiones externas. Pero que en la práctica adoptó medidas que desconcertaron a todos. La máxima tal vez fue la que se oficializó hace un par de semanas sobre el mecanismo de compensación económica parcial para las empresas petroleras y provincias con recursos hidrocarburíferos perjudicadas por el congelamiento de combustibles. A través de la resolución 552/19, se estableció un subsidio de 116,10 pesos por barril entregado al mercado interno, aunque para cobrar el dinero empresas y provincias deben desistir de sus reclamos en la Justicia. La respuesta de las empresas y las provincias fue contundente y debido a esa exigencia nadie se presentó a solicitar la compensación parcial, por lo que se entendería como seguirá la película.
Dicen que en la fiesta anual que se celebró en La Rural y fue organizada con mucha antelación porque si es por el humor del momento no estaba el ambiente para festejos, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, debió realizar la apertura formal y armó su discurso anotando para el macrismo la avanzada en Neuquén afirmando que se sextuplicó el número de fracturas en Vaca Muerta. También reconoció que hubo avances como reducir el déficit comercial energético y disminuir los subsidios al sector, cuyo impacto final quedó algo rezagado por los desequilibrios macroeconómicos. El funcionario repasó otros hitos de la integración argentina en el mundo energético, y dicen que ´como lo cortés no quita lo productivo´, en el auditorio no le negaron un aplauso de despedida.

Fuentes: NA, Econojournal, Clarín, Télam, Rio Negro, LPO.

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