Emmanuel Macron se prepara para un extenso debate, luego de haber presentado, el mes pasadp, una de las reformas que más se esperaban, la del sistema de pensiones.

El objetivo es simplificar un régimen muy complejo, en el que conviven diversos esquemas según la profesión, y contrarrestar los desequilibrios que se van a producir en la relación entre aportantes y beneficiarios.

Actualmente, el sistema de pensiones de Francia es de reparto y público; la edad de retiro es de 62 años y los jubilados tienen el mismo nivel de ingresos que las personas en edad de trabajar.

Por ende, especulan con que, para el año 2040, el número de jubilados en comparación con los activos aumentará un 25 por ciento.

En contrapartida, la reforma propuesta por el gobierno de Macron introduce un sistema por puntos y sube a 64 años la edad para la pensión completa.

De este modo, el Estado podrá controlar permanentemente los gastos del sistema disminuyendo el valor de los puntos y así se mantendrá el equilibrio, aunque los jubilados recibirían menos haberes.