Entre tibios y acalorados

Los gobernadores peronistas empezaron a ejercer presión sobre su colega Juan Schiaretti para que respalde a Alberto Fernández, después de la reunión que tuvieron en Córdoba el domingo. Schiaretti fue a verlo cuando vio al candidato presidencial atacándolo, donde dijo que no lo necesita y que tiene que explicar si prefiere el país de Macri o el suyo. El cordobés logró cerrar una tregua pero empezó a sufrir el asedio de sus pares. El primero en criticarlo fue el diputado Sergio Ziliotto, electo gobernador de La Pampa. «Es necesario que Schiaretti diga qué modelo de país pretende. No hay lugar para los tibios», le reclamó.

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