La Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó la queja que habían presentado ante el máximo tribunal del país los defensores del exjuez de Garantías, Marcelo Muñoz, quien fue removido del cargo por mal desempeño en sus funciones en febrero de 2017, tras ser sometido a un jurado de enjuiciamiento. El exjuez chocó con su auto a un vehículo en el que iban Leandro Córdoba y Paula Sette, se alejó del lugar sin auxiliar a las víctimas, y posteriormente se negó a realizar el test de alcoholemia.
En sus fundamentos, la Corte Suprema sostuvo: “No puede ponerse fundadamente en tela de juicio que el magistrado fue imputado por cargos definidos, en base a conductas descriptas con suficiente precisión; pudo ejercer su derecho de defensa, efectuando su descargo sobre la base de los hechos concretos que le fueron imputados; su conducta fue evaluada y juzgada dentro de un plazo razonable; y fue destituido -con sustento en los mismos hechos- por el órgano en cuyas manos la Constitución de la Provincia del Neuquén puso el ejercicio exclusivo de dicha atribución, con una integración que no ofende garantía alguna de la Constitución Nacional, tras tener por acreditadas las causales contempladas en el ordenamiento provincial por la cual el magistrado fue acusado y oído”.