BUSCAN VISIBILIZAR LA CRISIS SOCIOECONÓMICA CON FUERTE MILITANCIA POLÍTICA

Movilización de movimientos sociales

Desde hace varias semanas y con el debate de la Emergencia Alimentaria en el Congreso de la Nación, una serie de movimientos sociales y populares comenzó a resurgir a partir de movilizaciones que se replicaron en todo el país, con su correlato en Puerto Madryn.
La consigna, hace poco más de un mes, era impulsar el pedido de prórroga de la Emergencia, así como también la discusión de paritarias sociales, a las cuales se ven afectados los denominados “trabajadores de la economía social”, nucleados en el CTEP, un espacio cuya referencia más fuerte a nivel nacional es el abogado Juan Grabois.
En este sentido, el Movimiento Evita y Barrios de Pie llevaron adelante, en toda la provincia y en la ciudad del Golfo también, una serie de convocatorias y ollas populares días atrás, planteando las necesidades que atraviesan a los barrios más populosos.
Paralelamente, integrantes de la Mesa de Economía Social y Popular, un espacio que surgió a mediados del año pasado y que acompaña políticamente a una de las fórmulas presidenciales, realizaron un “Panazo” en La Galesa, donde comercializaron pan a un costo mucho menor del habitual; todo parecería indicar que buena parte de los movimientos sociales “se acordaron” de salir a las calles durante el año electoral.

Mostrar el hambre

La primera movilización tuvo su origen en la intersección de las calles España y Juan B. Alberdi, y se trasladó hacia Tierra del Fuego, donde culminó con una olla popular.
Al respecto, uno de los referentes de Barrios de Pie y ex candidato a concejal en Madryn, Alfredo Leguizamón, advirtió que el motivo de la protesta fue “visibilizar que el hambre existe realmente y que, como en otras provincias, la necesidad en los barrios es cada vez más notoria”.
Al mismo tiempo, sostuvo que la desocupación “nos está golpeando de la peor manera” y planteó que “nosotros estamos en los barrios más alejados de la zona céntrica, por ende la necesidad nuestra no es tan visible”.

Ollas populares

Así como en Puerto Madryn hubo olla popular y una nutrida movilización, en otras localidades provinciales también ocurrió lo mismo, como por ejemplo Lago Puelo, Cholila, Rawson, Trelew, Las Plumas y Comodoro Rivadavia, por mencionar algunas.
En cuanto a las características que suelen tener este tipo de convocatorias, Leguizamón comentó que la olla popular “es la única manera que tenemos de visibilizar nuestra necesidad, hacerle entender a quienes deben tomar las decisiones correctas que en los barrios vivimos estos problemas en carne propia”.
Sobre esto último confirmó que hubo diálogos con autoridades del Ministerio de la Familia para acordar “la concreción de algunos proyectos productivos para que nuestros compañeros puedan seguir trabajando dignamente”.

Pan “con boleta”

Otro aspecto de la movilización llevada a cabo por los dos movimientos fue el “panazo” realizado por la Mesa de Economía Social y Popular (MESYP), la cual tuvo lugar en las inmediaciones del Monumento a la Mujer Galesa.
La MESYP es un espacio que surgió en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires, a mediados de 2018 y logró nuclear a parte de los integrantes de diferentes movimientos, extendiéndose por todo el país; fue fundado por Juan Carlos Sanchetta y, en varias ocasiones, la consigna de las marchas fue vender “pan al precio de 2015”.
Sin embargo, el espacio no escapó a la coyuntura política, con puestos en varias ciudades del país donde se comercializaba el tradicional alimento, con fotos y carteles de la fórmula presidencial “Fernández-Fernández”.

Bajar el costo

La propuesta de la MESYP es declarar el pan como un “bien social”, lo que conllevaría a que las panaderías pasen a integrar el listado de organizaciones de bien público y, de este modo, evitar el encarecimiento de los alimentos a partir del aumento en los costos.
También, dicho escenario permitiría que los comercios de panificados abonen facturas de servicios mucho más holgadas, a diferencia del resto de los locales.
En Madryn, el precio del pan durante el “Panazo” fue de entre 70 a 75 pesos por kilo; fue producido por panaderos locales, bajo la consigna de invitar a más panaderos a adherirse a la iniciativa para bajarle el costo de manera significativa a uno de los alimentos más presentes en la mesa de los argentinos.

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