Por Juana de Arco*

Esta semana será clave en Chubut por varias razones. Por un lado la proximidad electoral del 27 de octubre aceleró cierta ´pax armada´ y desde Nación facilitarán algún que otro adelanto para que el gobierno de Chubut pueda pagar los sueldos en tramos, pero en fechas un poco más cercanas, de modo de inyectar otro ánimo electoral en la masa. Pero tal vez el tema más importante del arranque de octubre en territorio, sea la definición de la Causa Embrujo que se note o no, será un caso bisagra respecto a lo que suceda posiblemente con las demás causas judiciales, y de ahora en más, hasta con las finanzas públicas, las riquezas naturales provinciales, y el accionar de sus futuros gobiernos.

Causas bisagras

Este jueves, se conocerá el veredicto respecto de la culpabilidad o la inocencia de los doce imputados en esta causa inicial con la que se destapó una importante red de corrupción pública. La decisión estará a cargo de los jueces Alejandro Soñis, Marcela Pérez y Ricardo Rolón y a partir de este caso testigo, muchas cosas se definirán a nivel provincial. El fallo estará a cargo de magistrados que durante casi un mes y medio de extensas audiencias y más de setenta testigos, escucharon de la acusación y las defensas, las pruebas contra los imputados y la multiplicidad de elementos mejor o peor valorados o contextualizados. De lo que salga de este escenario, que no es ajeno al colapso de Chubut y la preocupante crisis que condiciona a la provincia y cada uno de sus habitantes, dependerá lo que venga. Las partes por supuesto hicieron lo suyo y buscarán prevalecer en el fallo, pero el ponderamiento y el enfoque que realicen los magistrados, será determinante para plantearnos a nivel provincial como se sigue en términos de control y transparencia pública.

La invocación y los resultados

En Chubut, todo lo que podía fallar, falló. Y ese debería ser una pesada responsabilidad que deberíamos asumir social y políticamente sin anestesia. En el año 2004 sin más la provincia fue nada menos que sede de un Plan Nacional contra la Corrupción denominado “Plan Provincias”, donde se designaron tres sedes y donde Chubut concentró a funcionarios y referentes de todo el país en torno a este tema. ¿Quién diría que quince años después fuéramos tapa de todos los medios por las numerosas y escandalosas causas vinculadas a esquilmar dineros públicos? Y sobre todo, donde muchos de los anfitriones de antaño terminaron rozados por las investigaciones.
Entre otras cosas, en aquella oportunidad hubo fondos del Banco Mundial para combatir la corrupción y desplegar los mecanismos necesarios para evitarla, recayendo en gran parte en la Oficina Anticorrupción la implementación del famoso “Plan Provincias”. Bueno, remitiéndonos a las pruebas, estaríamos casi en situación de reflexionar que además de la estafa discursiva, o se chorearon los fondos del BM también, o fue toda otra farsa ´teórica´ a la que la virtual estructura del estado nos tiene acostumbrados. En el acto de clausura, el doctor Nicolás Raigorodsky, director de Planificación de Políticas de Transparencia de la Oficina Anticorrupción de la Nación durante el gobierno de Néstor Kirchner y del gobernador Mario Das Neves, expresó “su satisfacción y sostuvo que los objetivos básicos que inspiraron está iniciativa por lo menos estaban empezando a cumplirse”. Esto y muchas entelequias más vistas a la distancia figuran en las 67 carillas que sintetizan el abismo que puede existir entre la teoría y la práctica política si seguimos dejando hacer sin intervención ciudadana (https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/24-informe_final_seminario_chubut.pdf )

Ni Tribunal, ni cuentas claras

En ese evento con sede en Chubut, el disertante provincial fue Claudio Conrad quien destacó el rango constitucional de los Tribunales de Cuenta provinciales, y en particular la Ley Reglamentaria del Tribunal de Cuentas de Chubut Nº 4139, que establece la principal función del organismo: “ejercer el control externo sobre las cuentas, tanto provinciales como también de todos aquellos municipios de la provincia que no tengan su propio Tribunal de Cuentas”. En palabras del expositor: “Tener jurisdicción significa tener la capacidad de poder realizar juicios de responsabilidad y juicio de cuentas. (…) La constitución nos impone esta obligación, como el deber de controlar la legitimidad de lo ingresado y lo invertido en función del presupuesto”. Está dicho en retrospectiva, que si algo de todo esto hubiese sucedido, hoy la situación de Chubut sería otra, no?
Ya en ese momento, el joven Conrad advertía que “Existe un gran defecto, que consiste en que los controles a las cuentas generalmente se realizan a destiempo de lo que es ´la realidad política, la realidad periodística y el interés de la gente´ (sic) A partir de esta premisa y tendiente a solucionar esta cuestión, el Tribunal de Cuentas debería avanzar hacia la posibilidad de realizar un control previo, un control preventivo y de gestión”, afirmaba en ponente apelando casi como todo un visionario que “la clave es la prevención”.

La calle sabe más que el gobierno

Dicen los expertos en cuantificar y analizar los sistemas de transparencia, que gran parte de las fallas se producen por complicidades, más que por deficiencia de los mecanismos estipulados. No son pocas las veces que desde estas páginas nos hemos concentrado en un organismo como el Tribunal de Cuentas en el que creemos firmemente nos podría salvar de tanto caos y crisis. De hecho, dicen que desde que se publicaron notas sobre el organismo hubo una notable movilización de temas en busca de darle otra dinámica a las tareas de auditoria, pero que duró bastante poco. La relentización propia de sectores que no tienen recambio porque sus cargos se tornan directamente vitalicios, serían uno de los grandes problemas de esas intentonas. Dicen que el panorama es desolador en términos de laburo “el contador Sergio Camiña está seriamente complicado de salud, el contador Tomás Maza concurre poco y nada cuando llega se queda una hora y si no hay nada para firmar se retira; la contadora Liliana Underwood hasta el momento solo aporto su estampa; el contador Antonio Cimadevilla fue papá lo que habría ocasionado más retiros o faltazos”, cuentan las fuentes dedicadas a realizar una incipiente y mediática ´auditoría´ de los auditores.
Al parecer y según varias versiones, los cambios que se fueron dando desde principios de 2019 en el organismo generaron un malestar generalizado en el edificio central, con muchos ingresos de abogados y una tendencia a armar una especie de ´escudo contra posibles embates de la Justicia´. En esa línea el más ´consciente´ parece ser el contador Mario Glades, quien dicen estaría ocupado y preocupado por el desarrollo de las causas judiciales que definitvamente comprometieron la reputación de todos los miembros de ese Tribunal, por acción u omisión.
Más allá de eso, en general, el control, en el ámbito donde debería haberlo -para adentro y para afuera-, no aparece, mientras Martín Meza Evans el encargado de ´Asuntos Internos´, (una especie de FBI del subdesarrollo), no debuto con ningún asunto como si no hubiera irregularidad alguna, y afirman que ´mantiene limpio su escritorio´, como corresponde a la estirpe.
Está dicho que gran parte de lo que nos sucede como comunidad en Chubut es evidente que está vinculada a nuestra incapacidad para ejercer nuestro derecho ciudadano cada día del año. Sin más, estamos atravesando una de las peores hecatombes económico-financieras, casi la mitad de la población siendo afectada por el pago escalonado de sus salarios, con servicios públicos colapsados, con un nivel de pobreza y desocupación nunca visto en los principales conglomerados provinciales, y la pregunta del millón es si ¿sabemos exactamente que está haciendo este gobierno con la administración de lo público? ¿Qué están haciendo los organismos de contralor? ¿Dónde están las declaraciones juradas de los funcionarios de los tres poderes que están por culminar sus gestiones? Es probable que poco y nada sepamos. Y eso que hay un sitio de “Gobierno Abierto” por el cual se puede participar o por lo menos anoticiarnos de lo que se publica y lo que no, y aunque requiera mejor actualización seguramente, está ahí, “pa´ lo que guste mandar” (Ver http://www.gabierto.chubut.gov.ar/sitio/inicio)

Tarea para los hogares

En fin a nivel nacional hay tela para cortar y para exigir que se cumpla, ya que estamos a las puertas de una elección: la ley de Administración Financiera fue distorsionada con excepciones, nunca se dictó la nueva Ley de Coparticipación Impositiva Federal, la Oficina Anticorrupción “sigue sin tener autarquía funcional y presupuestaria, su titular todavía es nombrado y removido unilateralmente por el presidente y siempre se ha designado a políticos cercanos al partido de gobierno, la Comisión Nacional de Ética Pública nunca fue creada ni reemplazada por una entidad similar, desde 2009 que no se designa al Defensor del Pueblo de la Nación y no hay procedimientos de participación ciudadana obligatorios y que sean más que consultivos.
A nivel provincial, el Gobernador Mariano Arcioni dispuso en enero de 2018 a través de una circular interna donde especificaba que ante cualquier gasto debería contar con su visto bueno, aplicando a todas las dependencias de la provincia un condicionamiento estricto para la utilización de fondos públicos. Fue después del destape de las numerosas causas que involucraron funcionarios, ex funcionarios y empresarios enredados en investigaciones sobre la gestión que debía él mismo continuar. Qué pasó con esa directiva del gobernador?, no se sabe bien. Pero sería bueno comenzar a recabar información a partir de una iniciativa que comenzó siendo un buen gesto y debemos cuidar que termine así.

*Soy Juana de Arco,…y ceniza de tantos