Días pasados, tuvo lugar un encuentro en el que se debatió acerca de la injerencia de las políticas económicas entendidas como “neoliberales” en el área de Salud Mental, con las respectivas consecuencias tanto en lo institucional, como en la atención de los pacientes.
La disertación estuvo a cargo de la psicóloga Carolina Páez, quien posee una trayectoria de más de dos décadas en el ámbito público y privado en Puerto Madryn, así como también en la ciudad de Rosario; y la médica Mónica Villalba, quien ejerció durante varios años como directora del Hospital Zonal “Dr. Andrés Ísola”.
“Este modelo implica todo un ideal de felicidad, de vida, de persona, incluso de pareja y relaciones amorosas; y ese ‘ideal’ nos angustia tremendamente, porque el psiquismo, estructuralmente, va en contra del mismo”, consignó la especialista.

La realidad cotidiana

En diálogo con El Diario, Páez reconoció que la propuesta de una charla debate “surgió de la práctica cotidiana” y destacó la “vasta experiencia en salud pública de la doctora Villalba, que estuvo varios años al frente del hospital de Puerto Pirámides, así como también del hospital de Madryn, con una mirada muy integradora”.
El abordaje tuvo que ver “con el impacto de estos modelos neoliberales en la salud pública en general, mientras que yo me referí a las características que tiene este modelo de país, que es el del neoliberalismo, para poder ubicar en ese lugar cuáles son los padecimientos propios que este tipo de modelos generan”.

Recortes presupuestarios

En relación a la Ley Nacional de Salud Mental, sancionada en noviembre de 2010, Páez recorrió los distintos puntos de lo que consideró “un absoluto orgullo y el resultado de un trabajo de muchos años y de mucha gente, pero que fue lo primero que el actual Gobierno (Nacional) desmanteló”.
A ello, sumó que “en 2015, pocos meses después de que asumieran, Mauricio Macri ya venía con un problema en el (Hospital Municipal José Tiburcio) Borda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando fue Jefe de Gobierno, y al ser Presidente, lo primero que hizo después de desmantelar el AFSCA, fue recortar la partida presupuestaria del sector”, a lo que se sumó la degradación del Ministerio de Salud de la Nación al rango de Secretaría”, y “una serie de medidas económicas y políticas que responden a una ideología de país y de Estado”.

Mecanismos de control

Sobre esto último, la psicóloga explicó: “Como los seres humanos somos personas de la cultura, seres sociales, inevitablemente nos impacta y nos afecta, es imposible que no sea así. En relación a ese modelo, el padecimiento mental es particular y especial, y tiene que ver específicamente con esas medidas”.
Consultada sobre casos concretos de impacto de este tipo de políticas en las áreas de Salud Mental, por ejemplo, en Puerto Madryn, agregó que “el neoliberalismo no es algo nuevo, a pesar de que se dice ‘neo’, tiene mucho tiempo y cíclicamente parecería que es algo en lo que siempre tendemos a volver a caer; en todo caso, volvimos a caer en él porque una de las cosas que tiene el neoliberalismo son mecanismos de control, muy específicos y extremadamente eficaces”.

Individualismo y vida en sociedad

También, Páez especificó, a modo de ejemplo, “todo lo que propone como ‘ideal’ en relación a la felicidad, ya que lo está en juego es el bienestar o la ‘felicidad’ individual, del cuerpo, de la estética, de la realización personal, la autoayuda y todo lo relativo a la autosuperación” y remarcó que “este modelo implica todo un ideal de felicidad, de vida, de persona, incluso de pareja y relaciones amorosas; y ese ‘ideal’ nos angustia tremendamente, porque el psiquismo, estructuralmente, va en contra del mismo”, añadiendo que “el psiquismo es básicamente de relación, siempre tiende a conectar con el Otro, a relacionarse y vincularse, tiende al amor; entonces, es muy difícil que estos regímenes logren permanecer a lo largo del tiempo, justamente porque las poblaciones no lo toleran”.
Sin embargo, advirtió que “a veces, el costo es altísimo y es muy común que estos modelos se repitan a lo largo de la historia, porque los mecanismos de control van siendo cada vez más ajustados a la época, por lo que siempre parece que están ‘un paso adelante’ de la gente”.