BÁRBARA FUE CONDENADA POR ABUSO SEXUAL INFANTIL Y DECIDIÓ HACER PÚBLICA SU VERSIÓN

“Tres niños podrían perder a su madre por una denuncia falsa”

Primero circularon los rumores y más tarde se conoció la denuncia formal contra una pareja de Puerto Pirámides por Abuso Sexual Infantil (ASI) en perjuicio del hijo mayor de la mujer. Se trata de Bárbara que, después de un largo proceso, este año enfrentó el juicio por el crimen del que la acusó su exesposo y la pareja de este. La madre del niño sostiene que se trata de una denuncia falsa, y teme por el bienestar de su hijo que se encuentra bajo la tutela de su progenitor.
Desde el principio la causa tuvo ribetes complejos, ya que en la denuncia original del padre del niño se acusaba a una treintena de personas de ser parte de una red de pedofilia y en la que aseguraba que había otros dos menores víctima de abuso. Sin embargo, después de conseguir el interés público, aquella acusación nunca vio la luz pública.
La denuncia fue radicada por el padre biológico del menor en 2016, y a pesar de que la Fiscalía solicitó el sobreseimiento de Bárbara y su pareja por entender que no había ninguna prueba que sustentara la acusación de ASI, la jueza que tomó intervención en el caso, permitió que la querella siguiera adelante con el proceso de investigación y el caso fue elevado a juicio.
En mayo de 2019 el Tribunal integrado por los jueces Marcela Pérez, Flavia Trincheri y Marcelo Orlando condenó a Bárbara a 16 años de prisión y a 14 años a su actual pareja con quien tiene otros dos hijos.
Ahora Bárbara espera la resolución de la Cámara Penal que es la próxima instancia judicial, y si la sentencia es ratificada, esta mujer irá a prisión, por ello decidió contar públicamente su versión de los hechos.

Del amor al desencanto

Bárbara conoció al padre de su primer hijo en un viaje de vacaciones a Puerto Pirámides y poco tiempo después se casó con él, tuvo a su bebé y se quedó a vivir en la villa balnearia.
“Al principio la relación era armoniosa, pero después él comenzó a tomar decisiones que nos dejaron sin nada, perdimos todos nuestros ahorros y yo le dije que de ese modo la relación no podía seguir”, cuenta Bárbara en diálogo con El Diario.
Así, para cuando su hijo tenía seis años el matrimonio había terminado, y desde ese momento la relación con su expareja cambió por completo, producto de que la nueva pareja del padre de su hijo “es muy celosa. En ese momento me dice que no lo llame más y se corta la buena relación que había entre mi expareja y yo”, dice Bárbara a modo de introducción de lo que ella sospecha que fue el inicio de un plan sistemático de destrucción de su familia.
“En ese tiempo comenzamos a comunicarnos casi exclusivamente por Cartas Documento porque ella no quería que tuviéramos contacto, pero con un hijo tan pequeño yo necesitaba tener vínculo con su padre y la relación fue cada vez peor”, afirma Bárbara al contar que por entonces ella había iniciado una relación con su actual pareja y poco tiempo después tuvo un hijo.
Comenzó así otro proceso, esta vez “demandas judiciales por el régimen de visitas, por la casa. Me hostigaba todo el tiempo, se llevaba al nene de viaje sin avisarme y comenzó a decirle que en su casa estaría mejor que conmigo. Creo que me hizo como 19 denuncias, hasta que llegó esta acusación aberrante de abuso, y desde el primer día a mí me condenaron, antes de escucharme siquiera”, afirma Bárbara.
Durante el tiempo que pasó entre la separación de Bárbara y el padre de su primer hijo hasta la denuncia por ASI, él consigue entre otras cosas la custodia compartida y según cuenta la madre del niño inicia una campaña para convencer al menor de que estaría mejor con él que con ella, haciendo hincapié en que ahora había otros dos hijos en la vida de su mamá, sugiriendo que eso era una desventaja en la convivencia.

Alejamiento y denuncia

“Una mañana, mi hijo se iba a la escuela, me da un beso y un abrazo y me dice ‘nos vemos el domingo’, y esa fue la última vez que lo vi”, dice esta madre entre lágrimas, y cuenta que por entonces, “mi hijo tenía nueve años, y su papá me llama para decirme que no quería volver conmigo, entonces voy y decido darle su tiempo, pero de todos modos voy a la Defensoría porque él ya me había hecho tantas demandas, y para cuando la jueza ordena la revinculación con su mamá y sus hermanitos habían pasado tres meses y esa misma noche llegó la policía rompiendo la puerta y me dicen que se llevan a mis hijos al Minihogar de Puerto Madryn porque hay una denuncia”. En ese momento la hija menor de Bárbara tenía sólo seis meses.
Cuando los dos niños son trasladados fuera de la casa familiar, se los somete a todo tipo de exámenes físicos, y Bárbara advierte que podría tratarse de una denuncia por violencia familiar, y no duda que podría provenir de su exesposo.
“Nunca imaginé que podría tratarse de algo tan aberrante. Yo me entero de la denuncia cuando voy a la audiencia, y también me entero que a mi hijo lo habían sometido a un test de ASI”, afirma la madre del niño.
En todo el proceso de investigación que devino de aquella denuncia es cuando la Fiscalía decide que no hay pruebas de que el niño hubiera sido víctima de abuso sexual, más aun, el informe de Cámara Gessel dio como resultado que “el discurso era increíble, había mencionado a otros niños como abusados y los peritajes dieron negativo. Todo lo que se denunció fue desacreditado en la investigación de la Fiscalía y por eso piden el sobreseimiento, pero la jueza le permite a la querella acusar de manera autónoma”, relata Bárbara.

Argumentos de falsa denuncia

Los argumentos para que se desestime la sentencia del Tribunal de Primera Instancia es que tanto las pericias físicas forenses como las pericias psicológicas habrían determinado que no hubo lesiones físicas o genitales, ni indicadores de abuso sexual infantil.
El exesposo en la denuncia “involucra incluso a mis padres, me quitó el vínculo parental con mi hijo y no tiene contacto siquiera con sus hermanos. No sólo me quitó a mi hijo mayor, sino que además hizo que estuviera alejada de mis otros dos hijos. Tres niños podrían perder a su madre por una denuncia falsa”, advierte Bárbara y pide que se haga justicia, “yo soy la primera que quiere saber si alguien le hizo daño a mi hijo, pero no ocurrió bajo mi cuidado. Yo amo a mi hijo y hoy ni siquiera sé dónde está”.
En su relato Bárbara sostiene que “lo grave de todo esto es que cuando se hizo la denuncia, el padre llevaba tres meses sin dejarme ver a mi hijo. A mí me hicieron toda clase de pruebas, test y análisis, y a él nunca se lo investigó. Ese hombre es un psicópata que me quitó a mi hijo, me acusó falsamente, perdí mi trabajo, arruinó mi reputación y consiguió lo que quería, una condena social que llevó a la posterior condena judicial”.
“Espero que los jueces de la Cámara vean lo inverosímil de todo esto y no permitan que mis tres hijos se queden sin su madre, porque yo sólo quiero poder abrazar a mis hijos y terminar con esta pesadilla. Ese hombre me arruinó la vida y me quitó lo más importante, a mi hijo”, ratificó Bárbara.

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