DETECTARON ROTURAS EN PAREDES, PISOS Y TECHO. ADEMÁS, HAY CAÑERÍAS TAPADAS Y BAÑOS SIN FUNCIONAR

Afirman que es crítica la situación edilicia de la Escuela 750 de Madryn

La comunidad educativa que lleva adelante la ocupación pacífica del establecimiento, dio lectura a un petitorio que sería enviado el viernes por la mañana a los ministros de Educación e Infraestructura, en el marco de la apremiante situación edilicia que atraviesa el establecimiento.
La estructura de la emblemática Escuela 750 data de más de 50 años y, como ocurrió con la 222 del barrio Presidente Perón, fue construida sobre un cañadón; el paso del tiempo y el consecuente movimiento del terreno generaron serios inconvenientes en paredes, pisos y techos, así como también una auténtica rotura que atraviesa el ancho de la construcción, generando inestabilidad en el mismo.

Pedido de diálogo

En este sentido, los alumnos de la 750 leyeron un comunicado y pidieron “respuestas inmediatas sobre cuestiones sumamente relevantes” a una serie de peticiones que calificaron como “edilicias y también de programa escolar”, entre ellas “declaración por escrito del Ministro de Educación de no repetir de año por Decreto en los dos niveles, Primario y Secundario”, “plan adecuado para la recuperación del programa escolar 2019 a nivel secundario, la cual se divide en dos ciclos: Ciclo Básico y Ciclo Superior (Similitud a Plan Fines)”; “plan adecuado para la recuperación del programa escolar 2019 a nivel primario”; “más profesores para el programa de inclusión especial para los estudiantes con discapacidad”; “ejercer la materia ESI (Educación Sexual Integral)” e “integrar en las escuelas el Consejo Escolar de Padres”.
Dichos pedidos “son el acceso a la educación, derecho consagrado en nuestra constitución nacional, Ley 26.206 (Ley de Educación) y la constitución de la provincia del Chubut, norma madre en nuestro territorio chubutense”.

TEG y “copa de leche”

Un capítulo aparte constituyeron las reparaciones edilicias, para las cuales pidieron un relevamiento, solicitud que hicieron extensiva al resto de los establecimientos de Puerto Madryn.
En este contexto, los pedidos consistieron en “instalación de un medio de acceso a la planta alta para quienes no puedan utilizar la escalera”, “reparación de todos los baños (alumnos y docentes)”, “reparación de las ventanas y reposición de los vidrios”, “reposición de puertas y picaportes de las aulas”, “reparación del circuito eléctrico de todo el establecimiento”, “reparación de cloacas”, “colocación de puertas antipánico en todas las entradas”, “rejas en el predio. Parte del frente”, “recuperación integral del laboratorio”, “reparación del techo del gimnasio” y “arreglos y habilitación del patio”.
Como conclusión al comunicado, los estudiantes expresaron que “pedimos nuestro establecimiento en condiciones y que se hagan mantenimientos cada cuatro meses”, así como también solicitaron “partidas para la copa de leche, regularización del TEG (vouchers pactados desde Provincia en el amparo)” y advirtieron que “este es nuestro reclamo digno y queremos que se nos escuche”

Una “bomba de tiempo”

La estructura de la Escuela 750 y los reclamos de los estudiantes crujen al unísono con el paso del tiempo; desde hace varios años, la falta de mantenimiento generó inconvenientes que literalmente dejaron inhabilitadas algunas áreas, entre ellas, un cuarto de baño ubicado en el primer piso, el cual se encuentra infestado de hormigas, “con gusanos que caían del techo hasta antes de que bloquearan la puerta”, según indicó una de las integrantes de la ocupación pacífica, que dio cuenta del alcance de los problemas.
En la planta baja del establecimiento, tres aulas se encuentran sin suministro eléctrico desde hace tiempo; son aquellas que lindan con la Sala de Laboratorio, incendiada intencionalmente y la cual permanece cerrada desde entonces; a pesar de haberse realizado refacciones, la no reposición de varios de los elementos destruidos inhabilitó el sector para que fuera utilizado por alumnos y docentes.

Movimiento de suelos y roturas

Siguiendo hacia el final del hall, varias de las aulas ubicadas del lado izquierdo presentan otra serie de problemáticas, mayormente la falta de picaporte en las puertas y paneles de luces colocados de manera improvisada en los techos, con el riesgo de que los mismos se desprendan, algo que recientemente ocurrió con uno de ellos, “que fue atajado por un alumno, pero el final podría haber sido peor; es todo una bomba de tiempo”, consignó otro integrante que colabora con la medida, que ya lleva más de un mes.
Uno de los espacios más “castigados” por el paso del tiempo es el extenso SUM o gimnasio, ubicado hacia el final del hall central; a la derecha, lámparas con cables colgando y pegados con cinta adhesiva, improvisación que no llega a opacar las diversas roturas que exhiben las intersecciones de las paredes, producto del movimiento del terreno a lo largo de los años.

Cañerías tapadas

Inclusive, una de las entradas laterales del SUM fue bloqueada con macetas, ya que la puerta se encontraba rota y desconocidos, en más de una ocasión, quisieron ingresar rompiendo los pequeños ventanales del ingreso; allí, los residuos, hojas secas y otros elementos se acumulan día a día.
El sector presenta otro espacio inhabilitado por problemas de agua y taponamiento de cañerías, que es el área de las duchas, la cual actualmente es utilizada como un depósito de cajas y sillas.
De los dos sanitarios que se ubican en el lado derecho del Salón de Usos Múltiples, ninguno ha podido utilizarse en el último tiempo, principalmente el de varones, que exhibe un cartel en la entrada: “No usar!”, y del cual emana un penetrante olor.
Los problemas con las cañerías también produjeron filtraciones de salitre en la estructura, algo que puede observarse en muchas de las intersecciones de paredes y pisos del sector, donde a unos dos metros de altura, una ventana averiada de aproximadamente un metro de largo, literalmente ha sido atada con un piolín para que no caiga sobre alguien.
Del otro lado del espacio utilizado para actividades deportivas y recreativas, a la que debía haber sido una puerta antipánico y en realidad es una puerta de dos piezas, le colocaron una traba de metal en el medio de la abertura, “ya que se abría sola con el viento”.

Baños tapados

Ya en el primer piso del establecimiento, la situación es todavía más crítica: los dos baños habilitados, uno de ellos de profesores, exponen severas roturas en techos y paredes, así como también en los espacios ubicados sobre los azulejos de los mingitorios.
En uno de los cubículos, la pared de un baño que linda con el otro, ubicado de forma contigua, se encuentra sostenida por uno de los paneles laterales de azulejos, con riesgo de caerse, además de que, por la propia afectación del sistema cloacal en la base del edificio, dichos sanitarios se encuentran tapados y sin posibilidad de ser utilizados.
Allí dentro, algunas roturas en los pisos permitieron que una importante cantidad de hormigas invada el edificio, una postal común para quienes lo utilizan: “Aparecen todo el tiempo porque el edificio está lleno de humedad y las paredes y pisos rotos; más de una vez nos dijeron que eran ‘problemas de mampostería’, pero la realidad es que al edificio no lo han mantenido por décadas y ahora se notan las consecuencias”, manifestó una estudiante que forma parte de la ocupación pacífica por estos días.

La “grieta”

Tal vez uno de los reflejos más severos de la problemática que atraviesa el edificio, es la importante grieta que separa la Sala de Video, cuya entrada se encuentra bloqueada con una faja de seguridad en forma de cruz, de otra aula enfrentada a unos diez metros de distancia: se trata de una rotura que comenzó en el techo, a la altura de los paneles, y que descendió hasta el zócalo y luego el suelo, extendiéndose a lo ancho del establecimiento hasta llegar de un lado al otro.
Inclusive, por uno de los orificios de la mencionada grieta ingresa la luz de otro de los espacios actualmente bloqueados.
Al final del pasillo, unos metros antes de la segunda escalera que desciende nuevamente hacia el hall principal, aproximadamente un centenar de sillas y mesas rotas configuran un montículo de elementos en desuso, los cuales se han ido apilando a lo largo del tiempo, “sin que hubiera habido ningún tipo de recambio”, consignó la estudiante.

Fiscalía interviene en la denuncia de abuso en la Escuela 728

Finalmente ingresó al Ministerio Público Fiscal la denuncia que fuera radicada días atrás por los padres de dos menores de 17 y 12 años, quienes fueron presuntamente abusadas. Por el hecho fue denunciado otro menor de 17, sobre el cual pesa una prohibición de acercamiento. El hecho ocurrió en Puerto Madryn y la denuncia fue radicada en la Comisaría de la Mujer; ahora, la causa fue derivada a la Oficina de Delitos Sexuales del Ministerio Público Fiscal. Según trascendió, la denuncia realizada por los padres de la menor de 17 años es la que tendría mayor asidero, ya que habría testigos del hecho.
Por otra parte, los estudiantes de la Escuela 728 habían confirmado el cese de la ocupación pacífica el pasado jueves, tras reunirse con funcionarios provinciales que les habían garantizado el comienzo de algunas de las obras y arreglos para el viernes.
Sobre la media mañana de ese día, las autoridades escolares ya se encontraban impacientes ya que nadie había concurrido al edificio, el cual ya había sido desocupado y dejado en condiciones por el alumnado; sin embargo, para sorpresa de los presentes, alrededor de las doce del mediodía, dos trabajadores del área de Obras Públicas visitaron el establecimiento y se interiorizaron, una vez más, respecto de los diversos inconvenientes que la escuela atraviesa.

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