GRAN PARTE DEL EMPRESARIADO ARGENTINO SE ENCUENTRA LITERALMENTE ABATIDO POR LA SITUACIÓN EN QUE QUEDARÁN AL CIERRE DE 2019. EL COMBO DEL COLAPSO PRIVADO INCLUYE RECESIÓN LETAL, DEVALUACIÓN PERNICIOSA, COLAPSO DE MERCADOS, INCONVENIENTES PARA ´REPERFILAR´ SUS DEUDAS E INCERTIDUMBRE POLÍTICA Y FINANCIERA. LAS NEGOCACIONES QUE SE VIENEN

Cuando el diván no alcanza

La diversidad y complejidad de algunos de los temas que deberá abordar el próximo presidente merecen suma atención. El experto Pablo Tigani* desarrolla un acabado material donde apunta con contundente síntesis a explorar aéreas financieras de reflexión, que aún no se han afrontado con el rigor necesario, en un artículo denominado “Empresarios al borde de un ataque de nervios”
Para el autor, “es muy comprensible el abatimiento en que se encuentran muchos empresarios locales. Algunos quieren vender su empresa y que le paguen en el exterior. Están fatigados de tanto ajuste. ´Llevársela afuera´, es lo que han visto de los que se muestran imperturbables. Pero claro, a la hora de hacer la valuación de la empresa, los más afortunados se enteran que aun habiendo ganado dinero-en sus balances en pesos-durante los últimos cuatro años, su empresa en dólares valúa menos que en 2015, al tipo de cambio paralelo, versus CCL (Contado Con Liquidación). No saben qué hacer. En el otro extremo están los que bordean la quiebra. Con la devaluación, hubo casos de empresas cuyas acreencias están en pesos, y sus deudas con proveedores y servicios están dolarizadas”.

Fue una dosis de Prozac

Es que hace casi cuatro años “Llegó un Gobierno pro mercados, apertura de la economía, desregulaciones, escasez de controles, importaciones libres y, fin de la vigilancia de precios. Un sueño, una promesa: inflación 2019 de un dígito, equilibrio fiscal y, estabilidad monetaria y cambiaria. No puede ser que en menos de dos años un hombre de negocios pierda el patrimonio que construyó durante toda su vida. En muchos casos, no va a pasar”.

Endeudamiento + recesión

“Cuando empezaron a entrar dólares prestados, los productores fueron alentados a crecer. Los empresarios industriales y comerciales que confiaron, están decepcionados. La mayoría de las empresas, pero en particular las argentinas, están pasándola mal. ´No es justo´, dicen convincentemente. Siete de cada diez empresarios encuestados por la escuela de negocios de la Universidad Austral, atribuyeron la crisis económica a la mala gestión del Gobierno de Mauricio Macri, más que a la ´herencia recibida´. Esta encuesta NO se hizo en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. No hay posibilidad de atribuirle una ideología tendenciosa. Hablamos de una de las más prestigiosas escuelas de negocios del sector privado, en Iberoamérica”, afirma Tigani.
Agrega en su análisis que “La insondable recesión que comenzó en el segundo trimestre de 2018, fue letal. La actividad económica continuó deslizándose en plano inclinado, por momentos, creyendo haber alcanzado el piso. Pero se fue registrando uno tras otro record de paralización progresiva. Hoy se proyecta provisoriamente un desplome de 3,5% interanual para el tercer trimestre. La economía exhibiría en 2019 una caída promedio del orden 3,3%, tras derrumbarse 2,5% en 2018. Además, 2019 dejaría un arrastre estadístico negativo para el 2020 de 2,5%”, afirma.

Reperfilamiento público y privado

A la par el autor se pregunta “-¿Es comprensible el reperfilamiento de las LETES en dólares y LECAPS en forma compulsiva?- Había otras urbanidades que seguro se han analizado, pero ese fue el camino elegido. Ahora la pregunta que sigue es: -¿Se pagará lo que falta amortizar?- Creemos que en pesos, sí. Emitir en diciembre para pagar es una salida, una herramienta, independientemente de los efectos colaterales, todos menores a ´no pagar´”, advierte.

La maquinita exclusiva

“Las empresas no tienen la opción de emitir pesos cuando no tienen para pagar. En cambio, si el Gobierno no tiene como sufragar los vencimientos de deuda en pesos, podrá volver a emitir. Y, lo que debe en dólares, que ya pasó en forma implacable para el primer semestre de 2020, podrá volver a reperfilarse otra vez en dólares, o no…
Un país no es una empresa (Paul Krugman). Un país no es una familia, como tratan de esclarecer algunos economistas mediáticos, para que el televidente se considere satisfecho, al creer que entendió. Una empresa no puede ´refinanciar compulsivamente´. Una familia tampoco puede reperfilar el alquiler, ni emitir pesos para pagarlo”, reflexiona.

Los privados, al límite

“La deuda pública ha de reperfilarse, con quita o sin ella. De lo que no hay dudas es que el próximo Gobierno recibirá un empresariado exhausto por la extrema iliquidez, caída de ventas y cobranzas, en medio del aguinaldo. Ellos estarán cargando enormes vencimientos de deudas en pesos a tasas confiscatorias. Otras contraídas en dólares de $16, que hay que devolver a $60, vendiendo en pesos en el mercado interno. -¿No era que eso no se hacía más?- ¿No es que solo se le prestan dólares a los exportadores?-Pregúntele a los molinos harineros que exportan y al mismo tiempo venden en el mercado local. En muchos rubros hay deudas impagas por atrasos, disimuladas como que están ´performing´ (amortizaciones de capital e intereses al día). Se han hecho refinanciaciones de capital e intereses en forma improvisada, plagadas de anatocismos, para que los bancos mantengan en cartera activa la deuda y no tengan que castigar los balances, mandando a gestión y mora o directamente a ´provisionar´, usando fondos destinados a estos avatares”.

Restructuración de Deuda Bancaria Privada

Asimismo para el autor también “se inicia el reperfilamiento de la deuda de empresas con los bancos locales y extranjeros. En el sector privado los deudores no podrán patear los pagos para adelante, en forma coercitiva, sin preguntarle al Banco acreedor. Una empresa tiene que negociar codo a codo con los Bancos, y si la entidad financiera se pone rígida, existe el riesgo de hacer caer en cesación de pagos a la empresa antes de lograr la reestructuración. La alternativa de pedirle la quiebra es que la empresa se presente en Concurso Preventivo”.
“Con respecto a las grandes empresas, los Bonos corporativos tampoco son de reperfilamiento voluntario, ni pueden aplicar quitas coercitivas en sus títulos. -¿Cómo va a quedar el perfil de vencimientos de cada empresa?-¿Con que proyección de ventas se va a generar el flujo de fondos para pagar?- Iniciar una negociación con los Bancos para posponer el pago de los vencimientos de la deuda de empresas es bastante más complicado que reperfilar deuda pública del Estado en forma obligatoria”, concluye.

La “micro”, el desafío por delante

Para el economista, “La deuda de las empresas, y las extravagantes tasas de interés pagadas o devengadas que pueden terminar llevando a la Argentina a un nuevo capítulo de default, representan un gran desafío. Esto puede significar la cesación de pagos de las empresas que no logren cerrar propuestas de reestructuración con los bancos.
El próximo ministro de Finanzas y el BCRA tienen el desafío de ayudar a encontrar las soluciones para reestructurar deuda privada y generar un rebote de la actividad económica al mismo tiempo, para poder evitar la quiebra masiva de empresas y entidades financieras.
Al presente hay empresas que están encarando negociaciones de reestructuración de deuda, de manera voluntaria y preventiva. Están haciendo un gran esfuerzo para evitar el Concurso Preventivo. Es necesario flexibilizar la Gerencia de los bancos públicos y privados. Se necesitan instrucciones precisas, bajo la forma de circulares. No hay mucho oficial de crédito bancario entrenado para estas lides, porque no hubo crisis financieras de esta magnitud, desde 2001.
Las reestructuraciones de empresas se hacen sin el apoyo del FMI ni EE.UU. Por el contrario, suceden en medio de la presión abrumadora de los oficiales de cuenta de los Bancos acreedores, apremiados por la Gerencia de Crédito y/o la Gerencia Comercial, sabiendo que arriesgan su estabilidad laboral. Muy estresante. Hasta el momento, hay avances provisorios. Las empresas que no están cumpliendo con sus compromisos emparchan con colaboración del banco y estiran las amortizaciones-incluyendo intereses leoninos-de común acuerdo, sin resolver el problema de fondo.
Lo que se viene, es un maremágnum de complejos reperfilamientos de las empresas con los Bancos. Si el Estado no ayuda, la película que comienza, puede ser calificada de NO apta para actores asustadizos y/o menores de 50/55 años”, concluye el autor que advierte con datos en mano que evidentemente son meses difíciles los que tenemos por delante. Nadie habla de vacaciones.

Fuentes: (*) Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, Profesor de Maestrías, Conferencista y consultor internacional. www.hacer.com.ar , Ámbito Financiero

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