HABLARON LAS URNAS Y ALBERTO Y CRISTINA CONDUCIRÁN EL PAÍS LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS. EL OPERATIVO ´SUPERVIVENCIA´ FINANCIERA PARA EL DÍA DESPUES Y LOS LINEAMIENTOS INMEDITOS QUE SE VENDRÍAN. LA CONSTANTE DEL CLAMOR DE TRANSICIÓN PACÍFICA Y EL RUIDO DE UN GOBIERNO DE ´INTEGRACIÓN NACIONAL´ PARA SERENAR A LOS MERCADOS. CHUBUT EN ´LISTA DE ESPERA´

El regreso de ´Todos´

Por Trivia Demir

Con la contundencia de las urnas la mayoría de la ciudadanía argentina saltó ayer de un lado al otro de la denominada ´grieta´, eligiendo un cambio al modelo liberal que hace cuatro años comenzó a ensayar la alianza “Cambiemos”. De este modo, la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner se consagraron ganadores de las presidenciales 2019 en primera vuelta.
Con esto lo más importante a partir del día después es que habrá más de un mes de convivencia entre el viejo y el nuevo gobierno, y que se deberá producir una transición del oficialismo a un modelo popular absolutamente antagónico, y que no por necesaria, se vislumbra menos traumática.

Operativo ´supervivencia´

Anoche al cierre de esta edición, y cuando aún se esperaban los resultados definitivos de los comicios, el directorio del Banco Central convocó a una reunión de urgencia para establecer una especie de «comité de crisis» en medio de las tensiones que sufrió el dólar en los mercados en los días previos a la votación y lo que se esperaría que suceda durante esta semana. El viernes, la divisa llegó a los $65 y el «dólar fuga» a los $80. Desde las elecciones PASO hasta el último viernes, el BCRA perdió, solo por sus intervenciones en el mercado cambiario, 6.000 millones de dólares. Se entiende que la primera medida, solicitada además por AF, es que se produzca una fuerte reducción del cupo de los 10.000 dólares mensuales destinados a atesoramiento considerando que noviembre está a las puertas y se produciría otra estampida de escurrimiento de divisas ante la incertidumbre que dominaría la economía por lo menos de acá a diciembre.

Despejando el horizonte

Quienes comenzaron a desempolvar los compromisos de Alberto Fernández para intentar establecer coordenadas para lo que viene, remarcaron que el presidente electo encarará los principales frentes macroeconómicos y financieros para tratar de acomodar la situación del país lo antes posible. Para ello está claro que analizar el financiamiento disponible y la deuda tomada son los temas recurrentes que dominan la agenda. Sin ello es imposible pensar en una gestión optimista, afirman los entendidos. En cuanto a la deuda, Alberto Fernández buscará una renegociación de plazos de pago con el FMI y una reestructuración amigable «a la uruguaya» con acreedores privados, es decir, con estiramiento de plazos pero sin quita. Esto fue lo último que comprometió en campaña, aunque no avanzó con precisiones sobre las posibilidades efectivas. En este marco, estima que el déficit total a fin de año será de 261.000 millones de pesos y que para cualquier renegociación tendrán que pagar los vencimientos de 2019 y entablar una relación con uno o dos bancos extranjeros. Por ello, hay quienes afirman que buscaría comenzar la renegociación junto con el actual gobierno, mostrando una transición pacífica y consensuada en algunos temas. Asimismo, no declarará el default unilateral, pero dice que no aceptará el ajuste con déficit cero. Es que el líder de ´Todos´ reclama al FMI negociar bajo la lógica de que ´primero hay que crecer para poder pagar´ y pensaría para eso utilizar la amenaza de los fondos de inversión de que demandarán al FMI por los incumplimientos con su carta orgánica.

Y el pueblo, qué puede esperar en lo inmediato

Más allá de las necesarias medidas macro, a la ciudadanía ´de a pie´ le interesa recibir por lo menos un ´respiro´ en sus bolsillos antes de fin de año. Es probable que no haya milagros, pero también que no se generarán presiones impositivas ni tarifarias inmediatas. Concretamente respecto a la inflación y pobreza, Alberto apuesta a un pacto económico y social, con congelamiento de precios por 180 días y aumento inicial de salarios. Eso referenciado por sus dichos de campaña, y en momentos de acordar con la CGT bajar la conflictividad para mantener la paz social y encarar reformas estructurales de la economía. Como inmediato buscará medidas para incentivar el consumo, planificará mostrar datos de inversiones y empleo en el primer trimestre, y buscará reactivar exportaciones. Básicamente porque supone que despejando el horizonte de la deuda tendrá margen para un esquema más productivista.

Medidas preanunciadas

Como tema esencial encarado por el presidente electo figura la actividad económica y sobre todo la búsqueda de consolidar un discurso unificado del resto de los candidatos sobre una necesaria ´transición ordenada´ y de un ´gobierno de integración´. En este sentido, Fernández ya apuntó que a corto plazo que se estipulen nuevamente ´tarifas sociales´ en algunos servicios y productos, además de bajar rápidamente impuestos, aunque no especificó cuáles, y a la par, subir el impuesto a los bienes personales, aunque no especificó el piso ni la alícuota. También ya anunció que le recortará recursos de coparticipación a la ciudad de Buenos Aires, con lo cual podría obligar a CABA a subir sus tasas municipales e impuestos.
En la macro, anunció bajar las tasas de interés y recaudar recursos de las «tasas usurarias» que cobran los bancos por las Leliq para dárselos a los jubilados. Además buscará regular la salida de capitales y apostará rápidamente a reactivar Vaca Muerta e impulsar el sector de software.

La lupa sobre la ´institucionalidad´

En lo inmediato en los temas jurídicos se supone que habrá los primeros meses una tensa ´paz armada´ con el macrismo a nivel de denuncias, pero no se descarta el endurecimiento de la posición a medida que se comience a entrar en los datos finos de la gestión que se ´hereda´. Sobre calidad institucional, Alberto ya advirtió que pedirá inmediatamente revisar los fallos de los jueces que procesaron y dictaron prisión preventiva a muchos exfuncionarios y empresarios kirchneristas.
En cuanto a seguridad ciudadana, ya anunció que armará un Consejo de Seguridad integrado, entre otros, por Nilda Garré y Cecilia Rodríguez, pero descarta la misma política que identificó a Sergio Berni. La idea es que se diseñe un combate al delito como una política de Estado, pero aún no dio especificaciones ya que es un tema conflictivo por la diversidad de matices ideológicos dentro de la coalición peronista. La cuestión del narcotráfico es divisivo porque el kirchnerismo ya quedó identificado con una política permisiva, algo que intentará replantear AF.

¿Cómo gobernará y convivirá este Frente electoral?

Un capítulo aparte requerirá analizar desde el minuto ´cero´ la compleja convivencia de la variopinta alianza que le permitió llegar nuevamente a la Casa Rosada a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. No se puede soslayar que el Frente de Todos es una coalición que tiene su eje en la convergencia de cuatro grandes sectores políticos: el Partido Justicialista peronismo ortodoxo y de mayor cantidad de afiliados del país, los sectores peronistas y no peronistas que conforman el kirchnerismo liderado por la expresidenta, la mayoría de los gobernadores peronistas, y el Frente Renovador liderado por Sergio Massa. Además se sumaron también otros sectores como el Movimiento Evita, Proyecto Sur liderado por Pino Solanas, la diputada Victoria Donda, sectores radicales como el Movimiento Nacional Alfonsinista liderado por el diputado Leopoldo Moreau y el Partido de la Concertación FORJA, liderado por Gustavo López, el Partido Socialista de Buenos Aires, liderado por Jorge Rivas, el Partido Solidario liderado por Carlos Heller, Nuevo Encuentro liderado por Martín Sabbatella, entre otras fuerzas políticas. El frente cuentó además en la previa con el respaldo de la Confederación General del Trabajo y de las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina. Todo este armado le permitió a la coalición un triunfo contundente, pero requerirá también una respuesta en la estructura de poder de acuerdo a las expectativas post eleccionarias de cada sector, algo muy propio de los armados peronistas.

Chubut, en ´lista de espera´

A la par y como provincia patagónica, el rol del ´arcionismo´ en este Frente irá peligrosamente atado al destino del massismo dentro de la coalición gobernante, ya que ni siquiera pudo garantizar manos propias en el Congreso, bajó su propia lista de las elecciones de Comodoro Rivadavia, la principal ciudad de Chubut, y como si fuera poco, perdió el gobierno de la Capital de la Provincia donde triunfó Cambiemos y el arcionismo quedó tercero. Sin capital político propio, en las negociaciones del escribano además pesará de manera contundente como se gestione la crisis dentro de la provincia para que el nuevo gobierno nacional se resigne a hacerse cargo de parte del déficit que arrastra un distrito rico en recursos naturales. Y en esto jugará con peso propio el peronismo provincial que no asimila la supra-alianza con Arcioni. Un tema sumamente sensible que mantendrá en vilo a Chubut, se supone por varios meses más de 2020. Habrá que ver…

Fuentes: NA, AF, IP, propias

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