DE LA MUERTE DE DAS NEVES AL POST DASNEVISMO NO EMERGIDO. LA DECONSTRUCCIÓN POLÍTICA QUE VIVE CHUBUT DESDE HACE DOS AÑOS Y LA CRISIS INEVITABLE QUE ARRASA EL FINAL DE LA GESTIÓN. LA DESMEMORIA DE ARCIONI, EL MIEDO DEL PJ ´HALLOWEEN´ Y LA VOCACIÓN DE LIDERAZGO DE SASTRE

El vacío político postrero

Por Juana de Arco*

Y terminó octubre con pocos memoriosos y muchos más desmemoriados. La fecha a nivel provincial y sobre todo política está dominada esta semana por la conmemoración del fallecimiento del exgobernador Mario Das Neves, el último caudillo populista chubutense en alcanzar el sillón de Fontana en las últimas dos décadas. Porque guste o no, se haya coincidido con sus maneras o no, en la provincia hubo un antes y un después de Das Neves.
El ´portugués´, como lo identifican aún sus viejos conocidos, definió una tercera vía entre el histórico radicalismo y el histórico peronismo, y demostró que ahí estaba la preferencia de la gente. Tanto, que con esa ´tercera vía´ ganó las últimas cuatro elecciones provinciales ´no adelantadas´, (porque la intermedia de Martín Buzzi, ´su´ candidato en 2011 que se pasó luego al FPV, también la ganó él mismo y su aparato de gestión).
Cuando aparecen este tipo de personalidades paternalistas y bravías como fue la de don Mario, y que además generan ese doble sentimiento que gira en las relaciones de dominación provinciana de amores y desamores tan intensos, el vacío que provocan al final es una verdadera implosión en la estructura de poder. Una como la que se comenzó a vivenciar desde su partida física, que terminó arrasando lo que quedó de su propia gestión, y poniendo en jaque la estabilidad del propio territorio, hasta derivar en la anomia que hoy tenemos.

Nada a cambio

Si aquel traumático 31 de octubre a las 18:10 el establishment se preguntaba qué sucedería con Chubut, mientras el partidismo se frotaba las manos pergeñando las posibilidades políticas que se abrían, ayer los memoriosos terminaron reconociendo que seguimos atrapados en esa misma escena hace 730 días. Hubo desintegración de lo que había, pero no se pudo poner aún nada en su lugar. Y por sobre todo ´se arrasó el campo´ para evitar cualquier retoño.
Desde hace dos años, es evidente que su ´compañero de mandato´, el -en principio- inocuo escribano comodorense que presentó en sociedad políticamente hablando el propio finado allá por 2015, acompañó sin embargo una rapidísima ´desdasnevización´ del gobierno, alentado por la judicialización de parte del gabinete, con cuyo ´cuco´ además disciplinó y mantuvo a raya a propios y extraños (sobre todo a los hábiles lobbistas trelewenses), hasta promoverse como ´continuidad´ reeligiendo de manera adelantada y se podría decir que, a costa de confusión general.

Desmemoriados e ingratos

Con todo esto, para quienes aspiran a ser el reservorio de la memoria y los hechos que impulsó Das Neves, está más que claro que ´a los vivos se los lleva la muerte, pero la gloria se la reparten los traidores´. Es que en el corazón de aquella ´tercera vía´ se siente que los referentes defendieron poco y nada las banderas sociales que se levantaron, y que toda la ´deconstrucción´ que promovió Arcioni hasta ahora, fue bien lejos del espíritu primigenio de poder de la fórmula que integró. Y lo logró merced a quienes se apropiaron y le cedieron hasta el sello que labró su examigo.
Ayer, no hubo por ejemplo ni una palabra ´institucional´ de parte del exvicegobernador para con la memoria del exgobernador Mario Das Neves. Ni institucional, ni personal, aunque sea a través de las redes que tan profusamente usa hasta para nadar en el permanente oleaje que le genera la farándula. Y para muchos, eso habla de una posición política tomada, pero sobre todo de una actitud personal que le resta otro poco más de popularidad a la ya afectada gestión que está usufructuando.
Todo este debate de una continuidad que no es tal, a manos de un sucesor político que deplora la política, y que además no blanquea sus planes negándose a considerar que la opinión pública es la auditora natural de la administración de lo público, está aún por darse. Y se puede anticipar que poco y nada cambiarán los vientos gubernamentales si no se comprende que social como individualmente, los traumas son los males de esos duelos ni siquiera intentados.
El ejercicio del gobierno así, sin una resignificación del antes y una clarificación del después, no puede terminar de otro modo que vaciado de poder. Una zarza al viento. Porqué hay que decirlo, un gobierno que no puede reconciliar sectores y resigna el funcionamiento elemental de la educación, la salud, la justicia o la legislación, como sucede en los hechos en Chubut, no puede jactarse de ejercer el poder, y tratar de pensar para adelante este modo de conducción es sobre todo para los gobernados de una complejidad casi deprimente.

Las definiciones que faltan

Más allá de la gestión gubernamental que se ha convertido lamentablemente en un solitario e individualista gerenciamiento impopular, con el resentimiento propio de haber zafado del juicio político destitutivo por intersección de un ´padrino´ nacional, no por superación propia de las circunstancias, muestra a la par que lo que se viene necesariamente en la provincia a partir de la ausencia de Das Neves, y de la falta de fuerza electoral del PJ, es de una fuerte puja por la representación popular.
A partir de la bisagra que ocasionó la muerte del caudillo, y del deterioro acelerado del dasnevismo sin Das Neves, se podría inferir que se está comenzando a dar un proceso de refidelización política que tiene enredado al PJ, desnaturalizado al ChuSoTo y más empoderados a los nuevos liderazgos personales que emergieron.
Ese debate del ´heredero´ (no del sucesor) del poder que dejó vacante Das Neves, es lo que se viene. Con el arcionismo otra vez usurpando sello, y poniendo en las puertas de la primera crisis interna a “Todos”, y el peronismo provincial lanzando una ´caza de brujas´ oportunísima para Halloween pero muy inconveniente para la sutil convivencia de los Frenández&Fernández, el laboratorio político en que se convertirá Chubut los próximos dos años será bastante definitivo.

¿Se viene el post-dasnevismo?

Allí es donde hoy más que nunca empezó a emerger con absoluta claridad la figura de Ricardo Sastre. Un referente que supo confrontar ´con el padre´ de la estructura en vida, tanto como con el histórico justicialismo después de su muerte y sobrevivir para contarlo. El PJ lo sabe y por ello la jugada de ´desafiliación´ judicializada sin pasar por un Tribunal de Disciplina partidario ni otorgar derecho a la que ensayó ayer, y que seguramente será procedida por un llamado interno a elecciones para intentar evitar la prevalencia del mellizo. A su vez, la interna no declarada pero latente que le labra su compañero de fórmula ganadora y con quien todo indica que le esperará una convivencia no menos agitada por lo menos los próximos dos años venideros, también alerta sobre un ´peligro´ presentido de puja de poder en ciernes.
Precisamente estas dos grandes tendencias ´sensibilizadoras´ ponen el acento en lo que emerge con bríos propios políticamente hablando y que tiende a capitalizar la ´otra´ alternativa de poder que está dicho, prefiere el chubutense. Y hasta tanto alguien no demuestre liderazgo real, como decía Chaplin, ´todos somos aficionados´.
Por ahora y mal que le pese a unos y otros, el madrynense parece tener tanto la estrella necesaria para ir alineando los planetas, como todas las condiciones naturales incluida la escasa vocación de poder, para erigirse en mediador político e interlocutor social con vistas a futuro.
Y en esa línea, está claro que quien pueda caminar con la frente alta por la calle, quien pueda mostrar gestión (sin mandarse ninguna gansada) y quien pueda representar expectativas masivas y convertirlas en voto tal como lo hizo don Mario, será el verdadero referente del post dasnevismo.

*Soy Juana de Arco,…y ceniza de tantos

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