SÓLO EL 15% DEL RANGO ETARIO QUE PERTENECE A HOGARES CON INGRESOS BAJOS TIENE UN EMPLEO DE CALIDAD

En Chubut creció el desempleo y la pobreza entre jóvenes de 18 a 25 años

Los indicadores oficiales sobre pobreza ubican a los más jóvenes en clara situación de vulnerabilidad. Según los datos revelados entre 2018 y 2019 el desempleo juvenil creció un 21%, respecto de un 9% de crecimiento en la adultez. Esto da como resultado una tasa de desempleo joven del 27 %, 3,4 veces más alta que el desempleo adulto actualmente en un 8%. Entre las personas de 15 a 29 años, la pobreza está en un 42,3%.
En Chubut la situación preocupa en torno a los individuos que buscan insertarse al mundo laboral, dado que hay mayor dificultad a la hora de encontrar un trabajo de calidad. Los jóvenes de entre 18 a 25 años son los más perjudicados al momento de encontrar empleo y un alto porcentaje percibe bajos salarios, se encuentran situación laboral irregular y en algunos casos siquiera alcanzan el mínimo vital y móvil debido a que se los registra con menos horas de trabajo de las que cumplen.
Analizando las últimas cifras presentadas en el transcurso de la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), resulta que en el Valle la pobreza llega a l37,53% de las personas, mientras que la indigencia trepa hasta el 7,4%. En tanto que en el aglomerado Rawson-Trelew, si cuantificamos las cifras, existen 53.931 personas pobres y 10.579 indigentes, sobre una población de 144.000 habitantes, en un año subió un 10 % la población que está en la pobreza y es una de las cinco zonas más castigadas por la pobreza del país. Comodoro Rivadavia, ciudad petrolera por excelencia, posee un 29 % de pobres, el doble que hace un año.

Empleo de calidad para los jóvenes

Según el último relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del primer trimestre de 2019, sólo el 15 % de las y los jóvenes que residen en hogares con ingresos bajos consiguen trabajo de calidad. Entre 2018 y 2019 el desempleo juvenil creció un 21%, contra un 9% de crecimiento en la adultez. Esto da como resultado una tasa de desempleo joven del 27%, 3,4 veces más alta que el desempleo adulto actualmente en un 8%. Con estos datos estadísticos, la situación es clara: si bien la crisis económica afecta a casi toda la ciudadanía, quienes sienten con más fuerza estos cimbronazos son los más jóvenes.
Según los datos del INDEC, Chubut cuenta actualmente con el índice más alto de trabajo no registrado de toda la Patagonia, llegando al 61,4%. En tanto que la mayoría de los pobres son jóvenes, menores de 29años, mujeres y varones que sufren las consecuencias de la precarización laboral, así como del desempleo.

Educación y trabajo

Esto puede constatarse al observar que la mayoría de los desocupados provienen de la construcción, el comercio, el servicio doméstico o la industria manufacturera. Si bien hay un gran grupo de estos jóvenes que acude a los establecimientos educativos para formarse, hay otros que no lo hacen.
En este contexto, vale resaltar que en la provincia, al igual que en el resto del país, hay personas de dicha franja etaria que no estudian, ni trabajan, ni buscan empleo. Éstos, son los denominados como “ni ni”, de los cuales las dos terceras partes son mujeres. En Chubut, el 48,5% de estas personas vive en hogares bajo la línea de pobreza y ocho de cada 10 de estos jóvenes pertenecen a hogares de muy bajos recursos.
La secundaria para adultos tiene una duración de tres años, pero no todos concluyen sus estudios, ya que se observa un incremento en el abandono de la misma, sobre todo luego del receso invernal. En su gran mayoría vienen de distintos fracasos escolares anteriores, las causas son diversas, entre ellas se puede mencionar: reiterada repitencia, abandono escolar, embarazos adolescentes, entre las otras.
Muchos de estos jóvenes, con enorme sacrificio, luego de haber terminado su jornada laboral, como peón de albañil o algún otro oficio afín a la construcción asisten a las escuelas, otros alumnos trabajan en el Servicio de Estacionamiento Medido (SEM), trabajan cinco horas diarias y su sueldo por mes ronda los 8.000. Las mujeres, por su parte, se dedican en su mayoría a trabajos en el servicio doméstico o como niñeras.

Trabajos estacionales

Hacia fines de noviembre y diciembre, varios de los jóvenes buscan empleos estacionales, como por ejemplo las labores como mano de obra en la cosecha de cereza en el Valle de Chubut, la cual dura un corto tiempo. Por otro lado, muchos desocupados buscan una “changa”, como para poder solventar algunos gastos. En la localidad de Puerto Madryn también hay varios trabajos estacionales vinculados con la actividad playera en la época estival.
Todo esto hace que continúen viviendo con alguno de sus padres, que no puedan independizarse económicamente, porque no pertenecen al mercado formal de trabajo, por lo tanto, sus proyectos de vida tienden a posponerse. Pero, aun así, ellos en esas aulas sueñan y anhelan ser enfermeros, docentes o simplemente desean terminar la secundaria para poder conseguir un mejor empleo.

Pobreza a nivel nacional

Vale recordar que los últimos indicadores oficiales, lejos de los deseos de “pobreza cero” que anunciaba Mauricio Macri al asumir la presidencia allá por 2015, el INDEC informó que en el primer semestre de 2019 el número de personas que no puede acceder a la Canasta Básica Total creció al 35,4%, frente al 27,3% del mismo período de 2018. La cifra representa unos 15,9 millones de personas en todo el país, cerca de 3,8 millones más que el año anterior, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
En tanto, la indigencia, que incluye a las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias, trepó al 7,7%, frente al 4,9% del mismo período de 2018. Se destaca la profundización de la pobreza extrema en el proceso de deterioro de la condiciones de vida, la cual aumenta en un 57,1%.
La cifra es la más alta en la era Macri como administrador del Poder Ejecutivo nacional: 3,2 puntos porcentuales más desde el 32,6% que se registró el primer semestre de 2016 (entre 2007 y 2015 el INDEC estuvo intervenido).
“En el primer semestre de 2019 el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza es del 25,4%; dentro de este conjunto se distingue un 5,5% de hogares indigentes. Los indicadores mencionados registran una suba de la pobreza y la indigencia con respecto al segundo semestre de 2018 y también respecto de los consignados en el primer semestre de 2018”, detalló el INDEC según datos de la Encuesta Permanente de Hogares.

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