Hasta fin de año, Chubut debe pagar deuda por U$S15 millones
En lo que queda del corriente año el Estado de Chubut deberá afrontar vencimientos de su deuda externa por alrededor de 15 millones de dólares durante lo que resta del corriente año, recordando que en octubre sufrió una hemorragia de 31 millones de dólares. De hecho, días atrás se canceló el último vencimiento del Bodic 1, deuda generada por la gestión de Martín Buzzi. Con esta cancelación, el Gobierno abrió la ventana para la emisión de otro bono.
En un marco desfavorable y de crisis económica y financiera, Chubut ya pagó la última cuota del Bodic 1, letras que se emitieron en 2013, por un total de 220 millones de dólares. En tanto, el último monto que se canceló en los últimos días alcanzó a los 13,7 millones de dólares.
Esto podría alentar a la administración de Mariano Arcioni a emitir nuevas letras y salir a buscar un nuevo endeudamiento, pese a que en sus últimas declaraciones públicas el gobernador había destacado el desendeudamiento que estaban realizado desde el Poder Ejecutivo. No obstante, el objetivo central de este momento, en materia financiera, es el reperfilamiento de la deuda actual para poder prorrogar los vencimientos en los próximos años, que alcanzan los casi 770 millones de dólares.
De esta manera, el Poder Ejecutivo lograría terminar con una parte del endeudamiento que se ha presentado como parte del problema que atraviesan las cuentas públicas actualmente.
Cancelaciones nacionales
El lunes de esta semana, apenas se habían conocido los resultados de las elecciones generales, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) aprovechó el desplome de la demanda de dólares tras el ajuste al control de cambio para comprar unos 60 millones de dólares en la plaza mayorista. No obstante, también resulta importante destacar que en las últimas horas las reservas cayeron otros 101 millones de dólares.
Esto se debe a que el retiro de depósitos en dólares, la nueva metodología del cepo no logró frenar la sangría de divisas norteamericanas, que ya se llevó el 35% de lo que había en las arcas antes del estallido de la corrida. Con tenencias disponibles que rondan los 6.000 millones de dólares, las divisas actuales llegarían con lo justo a cubrir los vencimientos de deuda en dólares de los últimos dos meses del año. Por esto, los analistas y los referentes económicos del Poder Ejecutivo central consideran clave que se destrabe el desembolso suspendido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
22.000 millones de dólares menos
Según informó el BCRA en las últimas horas, las reservas brutas cerraron el lunes pasado en 43.402 millones de dólares, es decir, 22.908 millones de dólares por debajo del nivel del 9 de agosto. Una dinámica que preocupa luego de que la baja en el límite de compra de divisa a 200 dólares mensuales para las personas físicas no detuviera el declive.
Como consecuencia de esto, Fernanda Vallejos, diputada nacional del Frente de Todos, presentó el lunes un pedido de información pública para que el BCRA precise cuántas reservas disponibles quedan. Es decir, cuántos dólares hay por fuera del swap con china, los encajes de depósitos en moneda extranjera, las tenencias de oro y otros recursos no líquidos. “Nos preocupa la situación de las reservas”, afirmó la economista, que también criticó que el Gobierno Nacional haya esperado a que pasen los comicios para ajustar el cepo: “Fue una campaña cara para los argentinos”.
Quedan poco más de 7.000 millones
En base a la información oficial, un reciente informe de la consultora Elypsis mostró que las tenencias netas cayeron el jueves pasado a 7.240 millones de dólares en medio de fuertes intervenciones cambiarias para contener el precio del dólar antes las presidenciales. El viernes, que además de ventas incluyó el pago de Letes, las divisas disponibles habrían caído a alrededor de 6.000 millones de dólares. En tanto, el lunes habrían continuado en ese nivel.
Pero las necesidades son apenas más bajas, teniendo en cuenta que un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, entre noviembre y diciembre Argentina tendrá vencimientos de capital e intereses en moneda extranjera por 4.638 millones de dólares. A eso se suma el equivalente a 8.526 millones de dólares en pagos en pesos.
De esos pesos, una parte será renovada por el sector público pero al menos unos 3.000 millones de dólares deberán pagarse con los escasos recursos que tiene el Tesoro. De hecho, el mes pasado el Ministerio de Hacienda echó manos a las divisas antes intocables que había enviado el FMI para fortalecer las reservas no sólo para cancelar deuda en dólares sino también en moneda local: de los 7.200 millones de dólares que había hasta hace semanas actualmente quedan poco más de 2.000 millones de dólares.
Así, las reservas netas llegarían con lo justo a fin de año. Es por eso que analistas cercanos a los equipos técnicos de Alberto Fernández consideran clave negociar rápido con el FMI y destrabar el giro para los primeros días de su mandato de los 5.400 millones de dólares suspendidos tras el estallido de la última corrida.
Fernández marca el camino
En este contexto, el presidente electo de nuestro país, Albero Fernández, le agradeció ayer el saludo expresado por la directora del FMI, Kristalina Georgieva. Además, aprovechó la oportunidad para comenzar a marcar el camino que tendrá la negociación que deberá emprender durante su gestión con la entidad internacional.
Quien lograra imponerse en los comicios presidenciales bajo la bandera del Frente de Todos agradeció protocolarmente a un grupo de presidentes que lo felicitó por Twitter, al tiempo que hizo lo mismo con la flamante titular del FMI. En su salutación, Fernández también aprovechó para marcar el camino que iniciará su Gobierno a partir del 10 de diciembre, afirmando que será necesaria la renegociación de la deuda pública que deberán afrontar Argentina y la entidad mundial.
“Los argentinos también esperamos salir lo antes posible de esta crisis para volver a crecer y que eso nos permita cumplir con nuestros compromisos”, escribió el presidente electo, dejando en claro el orden de las prioridades: primero crecer, para poder luego pagar, y no al revés.
La postura de Fernández se mantiene en la misma línea que la que expresó en su momento Néstor Kirchner. Cuando el ex presidente asumió en la Casa Rosada en 2003 le advirtió a los acreedores del Estado argentino que “los muertos no pagan”, por lo que indicó que iba a ser necesario que el país crezca para que se puedan cancelar todas las deudas.