PROVINCIA PAGÓ UN TRAMO DE SUELDOS PERO SEGUIRÁ EL PARO DOCENTE. ESTA SEMANA CHUBUT TOMÓ 1.300 MILLONES AL 95% DE INTERÉS EN EL FONDO DE GARANTÍA QUE SE VOLVIÓ PRESTAMISTA. LAS PROVINCIAS YA LE DEBEN 120.000 MILLONES DE PESOS A LA ANSES. LOS PROBLEMAS DE GOBERNABILIDAD SE REDUCEN PELIGROSAMENTE AL FINANCIAMIENTO

La levedad de la burbuja

Por Trivia Demir

“Después del poder, nada hay tan excelso como saber tener dominio de su uso”, decía Jean Paul Richter. Aunque para eso se puede agregar que hay que superar indefectiblemente la fragilidad que le produce la tendencia natural a la disociación de voluntades. En Chubut estamos dando un paso para adelante y varios para atrás en esto de ´consensuar´. De hecho, la semana culmina con gestiones se podría decir que ´positivas´ por parte del gobierno, para zanjar los compromisos salariales del mes, mediante más endeudamiento por supuesto, pero logrando pagar el primer escalón el cuarto día hábil del mes, como mandan los Convenios Colectivos. Sin embargo y pese a la mejorada oferta a los docentes, el plenario decidió mantener el paro toda la semana próxima, por lo que los alumnos llegarán al 12 de octubre sin clases, más allá de la intentona judicial por solicitar la “inmediata intervención nacional” de una jueza comodorense. Ante esta excesiva intransigencia docente es evidente que la causa ya no cuenta con el masivo apoyo público, que por otra parte entiende que en el marco de la crisis de todos los sectores y el parate del estado, se complica cada vez más la realidad de las familias y sobre todo la de los educandos.

Mucha catarsis, pocos planes

¿Cómo se zanjará este tremendo desencuentro? No se sabe exactamente y es probable que esté fallando las negociaciones políticas tanto como ´el dominio del uso del poder´ del que habla Ritchter que no se consigue ni con fuerzas uniformadas ni descontando días de paro.
En tanto, el resto de las actividades públicas mostraron un incipiente movimiento, se reactivaron organismos claves para que la población pueda completar trámites muchas veces esenciales para productores, comerciantes, industrias, exportadores, profesionales o simplemente trámites corrientes como inscribir al hijo recién nacido en el Registro Civil, que no merece verse invisibilizado en su exacta llegada al mundo por días de retención de servicios o paros circunstanciales.
Así las cosas, nadie sabe exactamente como saldrá de la encrucijada política el gobernador Mariano Arcioni, porque a decir verdad son pocos los emisores del gabinete con volumen político que le ponen algo más que datos operativos del día a día.
La reunión del empresariado con el Ejecutivo fue eso, una sesión de catarsis, de definición sobre los pendientes Ticadep, y ninguna proyección o idea concreta. Hoy por hoy cada uno atiende su juego, y la preocupación final es que el fracaso o traspié de uno, no se lleve puesto a todos, como está sucediendo. Mientras tanto el año se escurre entre los dedos, con las temporadas turísticas aprovechadas a medias, numerosos proyectos productivos inconclusos, los servicios esenciales como educación, salud y justicia, comprometidos, y más dudas que certezas sobre el endeudamiento que se sigue tomando.

Cualquier colectivo viene bien

Los gobiernos provinciales no tenían deuda con la Anses en diciembre de 2015, pero a partir de mayo de 2016 comenzaron una vertiginosa carrera para tomar fondos del organismo previsional para financiarse, acumulando un pasivo de 119.856 millones de pesos hasta junio de este año.
La última en hacerlo fue Chubut esta semana. La gestión de Mariano Arcioni acordó con el gobierno de Mauricio Macri inyectarle una Letra de suscripción directa a la Anses para tomar 1.300 millones de pesos para pagar salarios adeudados. Por esa Letra, pagadera en cuatro años, Chubut abonará una tasa de interés anual del 95 por ciento, según el ministro de Economía provincial, Oscar Antonena. Son unos 30 puntos más que lo que pagará la Casa Rosada por la Letra que le colocó al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses el 16 de septiembre para tomar 35.000 millones de pesos.
El caso de Chubut se convirtió en una anécdota teniendo en cuenta el stock de deuda de las provincias con la Anses: en diciembre de 2016 tenían un pasivo de 26.842 millones de pesos; lo aumentaron a 44.330 millones en 2017 y a 67.614 millones en 2018; y desde el 1° de enero al 30 de junio de 2019 sumaron otros 52.242 millones.
Así se desprende del informe del segundo trimestre del FGS que la Anses reveló el pasado jueves. El aumento en la deuda de las provincias con este organismo se dio en el marco de la ley 27.260 impulsada por Macri, que le permite al FGS tener hasta el 30 por ciento de su cartera en títulos de las provincias, los municipios y hasta el Banco Central.

Urgencias provincianas

Sólo en el segundo trimestre del año el total de inversiones en títulos públicos nacionales aumentó en unos 172.000 millones de pesos, para alcanzar un stock de 1,28 billones de pesos. Sí, el 62 por ciento de la cartera de inversiones del FGS ya es deuda del Estado Nacional. Hasta diciembre de 2015, las provincias no tenían deuda con el organismo previsional, al margen de que contaban con permiso para colocarle letras por hasta el 0,6 por ciento del total de la cartera del FGS. Macri encontró en este fondo la forma de que las provincias se financien al margen de las emisiones de deuda que hicieron en el mercado voluntario.
Los préstamos a las provincias aumentaron en 11.000 millones de pesos en el segundo trimestre, en el marco de la crisis económica y financiera. Las que más lo aprovecharon en ese período fueron la Capital Federal y Buenos Aires.
El 5,8 por ciento de la cartera del FGS ya son papeles colocados por los gobernadores en los últimos tres años y medio.

La caja de todos

Desde la estatización de las ex-AFJP en noviembre de 2008, la gestión de Cristina Fernández le inyectó a la Anses títulos y obligaciones negociables por la suma de 429.003 millones de pesos. En sus últimos 12 meses de gestión, tomó del FGS 110.338 millones de pesos. Acorralado por el cierre de los mercados, Macri recurrió también a financiarse con la Anses. Al punto tal que hizo crecer la deuda del sector público nacional con el FGS en un 199 por ciento entre su asunción y junio de este año.
El stock de títulos públicos nacionales en la cartera de inversiones de la Anses pasó a 519.114 millones de pesos en 2016; ascendió a 688.717 en 2017; y pegó un salto del 47 por ciento en 2018 por la crisis financiera y alcanzó los 1,01 billones de pesos. Este año siguió aumentando y llegó a 1,28 billones.

Opiniones y preocupaciones

Gustavo Ber, economista y profesor de la Universidad de Belgrano, opinó que Macri tuvo que acelerar el financiamiento de su gestión con el sector público como “un puente en esta etapa”, hasta que el Fondo Monetario Internacional destrabe el envío de los 5.400 millones de dólares que tendrían que haber llegado en septiembre.
“El Estado tiene tres vías de endeudamiento: el mercado, los organismos como el FMI y el propio sector público. El anterior gobierno se financió fundamentalmente con fondos intrasector público porque no tenía acceso al mercado internacional”, explicó Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
Ber remarcó que “definitivamente la búsqueda de financiamiento intrasector público se está intensificando”. De no hacerlo, el déficit del Tesoro Nacional se incrementaría y haría caer la meta de equilibrio comprometida ante el FMI, condición clave para que se mantenga a su vez el préstamo por 56.300 millones de dólares acordado el año pasado.
El analista agregó que esas dificultades, manifiestas en el riesgo país por encima de los 2.000 puntos desde fines del mes pasado, también tuvieron su correlato en el mercado doméstico, donde dejaron de renovarse las posiciones en deuda. Eso fue lo que llevó al Gobierno a anunciar el reperfilamiento de vencimientos. En un marco de crisis y con los mercados cerrados, es esperable que el próximo presidente siga por este camino por un tiempo. En tanto, la encrucijada del poder es cada vez más complicada en términos de proyecto de gobernabilidad y de confianza pública, pero absolutamente reducida a la supervivencia financiera. Habrá que ver…

Fuentes: NA, La Voz, AF, propias

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