POR SER ENTIDADES SIN FINES DE LUCRO ESTARÍA CONTEMPLADAS POR UNA LEY PROVINCIAL

Los centros de jubilados reclaman descuentos en sus facturas de servicios

Como suele ocurrir cada lunes, el Consejo de Adultos Mayores de Puerto Madryn se reunió en las instalaciones del Concejo Deliberante, en virtud de abordar distintas problemáticas y cuestiones relativas a la tercera edad.
En este sentido, desde la agrupación actualmente presidida por Carlos Guzmán confirmaron que le pedirán una reunión a las autoridades de la Cooperativa, con el fin de solicitar una reducción en el monto mensual de la factura que abonan los centros de jubilados.
La solicitud a Servicoop está basada en que se trata de entidades sin fines de lucro, algo contemplado en la una ley que prevé beneficios para este tipo de organizaciones.
Se trata de uno de los sectores más afectados por la inflación de los últimos años, donde la canasta básica mensual asciende a los casi 38 mil pesos, según información recientemente difundida por la Defensoría de la Tercera Edad, la cual inclusive dio cuenta de que los medicamentos se han incrementado por encima del promedio de aumentos en el resto de los rubros, a nivel nacional.
Actualmente hay un total de cuatro entidades inscriptas de manera oficial en la ciudad, que son el Centro de Jubilados y Pensionados Puerto Madryn, Centro de Jubilados y Pensionados Agustín Pujol, Centro de Jubilados y Pensionados La Paz y Centro de Jubilados Amuyen.

Beneficio mensual

En diálogo con los medios, Guzmán anticipó que “vamos a elevar una nota solicitando una reunión a las autoridades de Servicoop; estará acompañada con notas que preparan los centros de jubilados que tienen la necesidad de contemplar la Ley 122/05, que establece un beneficio para las asociaciones sin fines de lucro”.
También, el titular del Consejo de Adultos Mayores anticipó que la petición abarcaría a los centros de jubilados “Puerto Madryn”, “La Paz” y el que funciona dentro del barrio Pujol.

Economía con dificultades

Estos últimos analizan, hoy día, distintas alternativas que les permitan generar fondos para cubrir las facturas mensuales de los servicios públicos, que en algunos casos superan cifras que estén al alcance de la capacidad económica de las entidades.
Sobre esto último, Guzmán expuso que “desde el Consejo de Adultos Mayores vamos a acompañar las solicitudes de los centros de jubilados”, a la vez que reconoció como “muy difícil” afrontar mensualmente la factura de servicios, en el marco de la situación económica y financiera no sólo provincial, sino también nacional, donde el sector de la tercera edad ha sido uno de los que más ha sufrido el impacto de la inflación.
Llegar a fin de mes, una odisea

El segmento de adultos mayores ha sido uno de los más castigados por la crisis económica durante los últimos años; de hecho, recientemente la Defensoría de la Tercera Edad, encabezada por Eugenio Semino, informó que la canasta básica para jubilados y pensionados asciende a 37.815 pesos, una suba de casi 10 mil pesos si se tiene en cuenta que la cifra, que contempla servicios de vivienda, alimentos y medicamentos, era de 23.772 pesos a fines del año pasado.
Concretamente, la canasta básica de la tercera edad aumentó un 59,1 por ciento, veinte puntos por debajo de las jubilaciones, que se incrementaron en un 39 por ciento en los últimos nueve meses.

Medicamentos más caros

Sin mencionar que el segmento de jubilados y pensionados no recibió ningún bono o contemplación monetaria tras la inflación que le sobrevino a las elecciones Primarias de agosto, la mayor parte de la canasta (67%) está compuesta por los rubros de alimentos, remedios y servicios de vivienda, los cuales se incrementaron incluso por encima de la inflación registrada en los primeros ocho meses del año.
Por ejemplo, en el caso de los medicamentos, entre enero y agosto aumentaron entre el 42 y el 48 por ciento, mientras que la inflación para dichos meses fue del 30 por ciento en promedio.
Además, en el caso de la Patagonia, la suba fue mayor y, para este año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ya acumuló una suba del 55 por ciento, algo que inevitablemente se ve reflejado en las góndolas de almacenes, grandes superficies y farmacias.
Esto vuelve a condicionar a los adultos mayores que, en el marco de una apremiante situación económica, resultan constituir uno de los segmentos más golpeados por los aumentos, principalmente en el precio de los medicamentos.

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