´TODOS´ CAPITALIZÓ EL ´DÍA DE LA LEALTAD´ PERONISTA EN LA PAMPA Y LAS PRESENCIAS Y AUSENCIAS EN EL ACTO YA DESATARON ESPECULACIONES Y ROCES. ARCIONI SE SUBIÓ AL ESCENARIO DE LA MANO DE MASSA, MIENTRAS EL PJ PROVINCIAL SE RECLUYÓ EN EL HOYO. LA HISTORIA INTERNISTA DE UN SELLO QUE SE REPRODUCE ETERNAMENTE Y SIGUE PARIENDO ´ISMOS´

Se reactivó el peronómetro

Por Trivia Demir

El tema de la peronicidad es escabroso. Como precisó Claudio Scalleta recientemente, es tan pero tan escabroso que cada ´Día de la Lealtad´ salta más a discusión. “No dejan de escribirse libros y los debates son siempre arduos. Allí están el sentimiento, la herencia (´hijo y nietos de peronistas´), la asociación con el mundo sindical y con todo lo que se considere popular. No faltan la inmanencia (´al peronismo se lo comprende´), ni los guardianes de una difusa pureza doctrinaria, presuntos dueños del más inasible de los instrumentos: el peronómetro. Sin embargo, entre tanta diversidad existe una certeza: es posible definirse como ´peronista´ desde cualquier lugar del espectro ideológico, desde la izquierda marxista al integrismo nacionalista católico. Y no termina allí, el ´verdadero peronista de Perón´ agregará sin dudar que, en realidad, izquierda y derecha son categorías del pensamiento político europeo y que oligarquía y burguesía son clases muy diferentes. Un resultado de tanta diversidad ha demostrado históricamente que peronistas eran John William Cooke y José López Rega. Hasta podría decirse que la lucha entra la izquierda y la derecha del movimiento expresa la esencia de la lucha de clases en la historia argentina de los últimos más de 70 años, con los muertos de ambos lados, todos peronistas. Finalmente, si se quiere volver el debate a cero alcanza con ponerle nombres del presente: peronistas son Axel Kicillof y Miguel Pichetto. Peronistas son los kirchneristas radicales y los conservadurismos populares de los PJ provinciales”.
Peronista es Alberto Fernández, llamando a la unidad necesaria a 10 días de las elecciones presidenciales, pese a que hace pocos meses fuera hasta cuestionada su ´peronicidad´ por referentes como el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que lo definió como socialdemócrata neoliberal, justito cuando Cristina avaló su candidatura. Y en esa línea se podría decir que peronista pasó a ser Mariano Arcioni un exdasnevista reperonizado que se subió al escenario mayor de la unidad de la mano de un Sergio Massa, que fue y vino por el sello a su antojo. Todo esto mal que le pese a los de ADN más puro.

Reproducción y parto doloroso

Cómo sea se podría decir que peronismo, lo que se dice peronismo se transformó en un espacio multidimensional difícil de medir, y mucho más de acotar. Algo que en términos políticos puede ser muy bueno, aunque en términos partidarios resulte inmanejable. Es que la ´peronicidad´ es tan peligrosa y condicionante a veces que todos los ´ismos´ nacidos de ese vientre han tenido que tomar distancia alguna vez para supervivir al ´filicidio´. Por citar apenas unos pocos y notables casos basta analizar los gobiernos más fuertes con sello del PJ surgidos de internas feroces. Le pasó a Carlos Menem antes de enfilar a las presidencias, que se quedó con la interna en 1988 frente a Antonio Cafiero, que corría con el caballo de la gobernación de Buenos Aires. Y le pasó a Néstor y Cristina que se hicieron camino enfrentando al menemismo desde el cafierismo renovador, para alcanzar sus presidencias por el Frente para la Victoria (con integración mayoritaria del Partido Justicialista, pero integrado también por el Partido Intransigente, el Frente Grande y el Partido Comunista, así como por fuerzas políticas pertenecientes al radicalismo y el socialismo, entre otras). Y esta ´unidad´ del PJ, la de 2019, tiene el antecedente no menor de la resignación de la interna por parte de la propia Cristina.

Chubut no es una excepción

En fin, ejemplos de estos pasos ´adaptativos´ dentro de una fuerza tan variopinta hay a raudales. Y ni hablar a nivel provincial. Posiblemente el ejemplo más claro de las distancias necesarias con la peronicidad extrema fueron el provincialismo populista que representó Mario Das Neves, diferenciándose en un momento determinado y para siempre tanto del PJ ortodoxo como del kirchnerismo. Y enfilando desde el duhaldismo de la derecha, retomó la ´avenida del medio´ con Sergio Massa, por donde circuló con Chubut Somos Todos. Desde ahí su sucesor político, Mariano Arcioni, sigue transitando la gestión hasta comenzar la propia en diciembre próximo, ahora subido al tren impensado de una unidad peronista que contiene otra vez a kirchneristas, ortodoxos y provincialismos emergentes.
En los hechos, la habilitación de Arcioni por el ´albertismo´ es un dolor de corazón para el resto del arco peronista territorial, que viene postergado primero por el dasnevismo, después acotado por el buzzismo y ahora otra vez primereado por la fórmula triunfante en junio pasado merced a la reconversión de Massa. Y ayer, desde El Hoyo, no fueron pocas las reflexiones extremas de la peronicidad herida tanto contra Arcioni como contra Sastre. Para muchos entendibles, porque este ´reacomodamiento de melones´ a nivel nacional, termina jubilando las aspiraciones de varios en Chubut.

A la sombra del ombú

Ayer, ´Todos´ capitalizó el acto donde el PJ de todo el país celebró el Día de la Lealtad peronista, fecha que conmemora la movilización popular y obrera de 1945 que llevó a la liberación del coronel Juan Domingo Perón y marcó el nacimiento del movimiento político y social. Y en La Pampa, epicentro del rejunte, hubo muchos datos interesantes. En primer término que Alberto y Cristina compartieron el tercer acto formal antes de las elecciones. La expresidenta llegó a la capital pampeana una noche antes desde Santa Cruz y fue en caravana hasta el hotel donde Ginés González García, ex ministro de Salud, la esperaba para entregarle las propuestas ‘no vinculantes’ del PJ que ya le habían dado en un acto a Alberto mientras ella estaba en Cuba. Después hubo una cena de ‘camaradería’ con Verna como anfitrión, otro hito considerando la férrea oposición que mantuvo el pampeano durante el gobierno de Cristina luego de romper con dureza en 2011. En el convite participaron otros difíciles de pensar en esa mesa, como el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. También estuvieron el de Formosa, Gildo Insfrán; el gobernador electo Ziliotto y Oscar Parrilli.

Porqué en La Pampa

El acto clave se hizo en esta provincia porque en La Pampa se puede decir que «empezó» la unidad que podría llevar nuevamente al poder al peronismo. En esa provincia, en diciembre de 2018 se selló el primer acuerdo de unidad entre el peronismo y el kirchnerismo, eslabón inicial de una serie que se repitió en casi todo el país. Carlos
Verna desde hacía rato era uno de los gobernadores que en mapa político de Mauricio Macri aparecía en rojo, lo que el ala política apodaba «eje del mal». En estos meses, Verna retomó el diálogo con Cristina y un tiempo después hubo un encuentro mano a mano. Verna, enfermo, bendijo como sucesor a Sergio Ziliotto y cinceló con Luz «Luchi» Alonso, la delegada de Cristina Kirchner en la provincia, un acuerdo en el que el cristinismo cedió protagonismo: la fórmula fue puramente PJ.
En definitiva, el acto de Santa Rosa se empezó a programar después de las PASO aunque, cuentan en el PJ, Verna, que atraviesa una enfermedad importante, había planteado antes la idea de hacerlo en su provincia, por lo que se entendió la concreción del acto como «un factor personal de reconocimiento» con el mandatario pampeano.

La máquina de medir

Como sea y más allá de los momentos de euforia preelectorales, no tardarán en aparecer los vestigios de la dinámica de la interna partidaria que revive cada vez que huele poder, sencillamente porque el peronómetro existe y el resabio de ADN masivo también. «Todos los argentinos son peronistas, aunque no lo sepan», dijo una vez el general Juan Domingo Perón. De ahí, que Mario Japaz, un ingeniero y escritor mendocino, comenzara a indagar cuánto de esa máxima es real, a la hora de definir la ideología del ser nacional.
Dicen que el profesional determinó que el ADN político argentino está compuesto por «un 30% de peronismo» y decidió crear una insólita encuesta, basada en el clásico y reconocido gráfico internacional del estadounidense David Nolan para definir posicionamientos ideológicos de las personas. El sondeo le permite a cada ciudadano que la complete conocer su posicionamiento político argentino, pero, sobre todo, su grado de peronismo en sangre. Con esto, la polémica de la pureza populista se reabrió sin demora, aunque los análisis prácticos no sean tan confiables.
«No es culpa del pobre Nolan, pero el análisis de -% de libertad económica- versus -% de libertad personal- es insuficiente para este país que está atravesado por la dimensión desconocida del peronismo, por lo tanto no se puede analizar en dos dimensiones sino en tres», indicó el especialista a La Nación.
Así, la herramienta «Japaz-Goldman», de representación política argentina, donde considera como variables porcentajes de libertad económica, libertad personal y niveles de peronismo, promete develar el pensamiento político nacional. La encuesta se puede consultar en el sitio web Test Político Argentino https://testpoliticoargentino.com/encuesta/crear, desarrollado por el docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo. Un simulador que desde Chubut ya estarían por replicar con singularidades propias. Habrá que ver…

Fuentes: NA, Télam, Página/12, LN, propias

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