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El desempeño económico de las distintas provincias durante la gestión de Mauricio Macri tuvo -en general- su correlato en las urnas en octubre. Así, aquellas que tuvieron un impulso exportador más significativo como es el caso de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y San Luis, se alinearon en la tendencia de ser más leales al voto de Juntos para el Cambio. Mientras que aquellas provincias con performance más negativa, durante el mismo período, como Catamarca, Santa Cruz, Chubut y La Rioja, direccionaron su voto hacia el Frente de Todos.

Cayeron las exportaciones de Chubut

El caso de Chubut es por cierto paradigmático, y pese a que se mantuvo como cuarta provincia exportadora, sintió el cimbronazo de la caída de las ventas al exterior. La provincia exportó en el primer semestre de 2019 por 1.399 millones de dólares. Esto se debió a que los despachos de crudo al exterior se incrementaron 11%, pero hubo caídas del 24,1% en el aluminio y en pescados y mariscos sin procesar que representan el 23,6% de las exportaciones provinciales cayeron 9,1%, mientras que el complejo exportador de la lana mostró un declive tanto para las elaboradas como las que se venden sucias. Todo esto significó una disminución de 5,5% interanual en las exportaciones.
Al dividir por grandes rubros, de los 1.399 millones, 607 correspondieron a Combustibles y Energías, 359 millones a Productos Primarios, 346 millones en Manufacturas de Origen Industrial y 87 millones en Manufacturas de Origen Agropecuario. A esta caída del escenario productivo, en Chubut se sumó la crisis del sector público debido al fuerte endeudamiento que sobrelleva el Estado, y la derivación en el escalonamiento salarial e interrupción de cadena de pagos a proveedores, además del parate de la obra pública, lo que significó un impacto grave y directo en el comercio y los servicios.

El efecto en las urnas

En este marco, y en relación a la preferencia política electoral, un trabajo de la Fundación Mediterránea (IERAL) midió la evolución de la actividad económica en cada jurisdicción y detectó una marcada disparidad en la performance de cada región en los últimos cuatro años.
En principio, el estudio detectó variaciones positivas o cercanas a neutras en toda la región pampeana, entre el primer semestre de 2015 e igual periodo de 2019. En el resto del país, Neuquén, Mendoza y Tucumán tuvieron un comportamiento similar. Mientras que las provincias con performance más negativa fueron Catamarca, Santa Cruz, Chubut y La Rioja.
Según este sondeo, “unas pocas provincias terminan mejor que hace cuatro años», asegura el trabajo. Ellas son La Pampa, Córdoba y Santa Fe. En cuanto al resto: la región pampeana, tuvo una mejor performance mientras que las zonas más complicadas fueron las del Noroeste (NOA) y buena parte de la región patagónica, con excepción de Neuquén, impulsada por el proyecto de Vaca Muerta.

Los indicadores

Para analizar el porqué del desempeño económico de cada una de las regiones, el IERAL tomó tres indicadores que representan los impulsos (privado, exportador y fiscal) que tuvieron las distintas regiones.
El impulso privado, básicamente está dado por el nivel de empleo y la capacidad de compra de la población. «En estos últimos años, el estancamiento y las diferentes devaluaciones terminaron generando una significativa caída en el poder de compra de la población en todas las provincias, que explica la abrupta caída en las ventas comerciales, especialmente en aquellas de consumo postergable, como los autos. Es decir, hablamos de un impulso privado negativo», explicó el informe. Este impulso negativo fue más marcado en Catamarca y en Tierra del Fuego.
El impulso exportador, en cambio, repercutió positivamente con la devaluación, en las zonas con mayor sesgo exportador, como la región pampeana. «Podría pensarse que varias provincias petroleras y mineras también son muy exportadoras, como por ejemplo, San Juan. Pero si en algunos casos aparecen con un impulso negativo es señal de una importante disminución en sus exportaciones, como fue el caso de Santa Cruz», consignó el trabajo.
En líneas generales, el impulso exportador resultó positivo en provincias como Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes, San Juan, Mendoza, San Luis y Neuquén.

El peso impositivo

En cuanto al impulso fiscal, que el Gobierno puede movilizar a través de menores impuestos o mayores fondos, también resultó siendo negativo. En especial en las provincias norteñas, generalmente más dependientes de los fondos nacionales.
En este sentido, los resultados de las elecciones, mostraron que la mayor diferencia de votos estuvo en Santiago del Estero, donde Alberto Fernández se impuso con más del 75% de los votos frente a menos del 19% que cosechó Macri. Y también en Formosa, una provincia históricamente afín al peronismo, que retuvo casi el 65% de los votos para esa fuerza política. “No se puede hacer una lectura totalmente homogénea, pero está claro que en las provincias donde se impuso el macrismo confluyeron algunos factores en común, como el hecho de que el actual Gobierno tomó medidas impositivas en favor del agro y de las economías regionales, más allá de algunas contramarchas; a lo que sumó una agresiva política de acuerdos para la apertura de nuevos mercados internacionales, como sucedió con China, que se convirtió en el principal comprador de carne vacuna argentina”, plantea el analista Miguel Ponce, ex subsecretario de Industria.
“Con Macri se profundizó la caída del mercado interno. Pero el terreno que perdimos fuera del país durante el anterior gobierno por las dificultades para operar es algo que todavía hoy estamos pagando”, se lamenta el gerente comercial de una de las cinco grandes bodegas exportadoras de la Argentina. Con este escenario a remontar a nivel productivo, el 10 de diciembre se inicia una nueva etapa para todo el país. Y comenzará a resolverse la incógnita sobre si los temores que tenían los productores de la ‘Argentina del Centro’ respecto a los reintegros, por ejemplo, eran fundados o no. (Fund. Mediterránea, Indec, Clarín, IProfesional, NA)